El hackeo que sufrió el Ministerio de Hacienda el pasado 18 de abril aún mantiene fuera de servicio el sistema TICA (Tecnología de Información para el Control Aduanero), mediante el cual se realizan las diligencias para el tránsito de mercancías. Ante tal situación, y pese a existir un plan de contingencia por medio de correo electrónico, varios usuarios se acercan a las aduanas para entregar en físico los documentos requeridos para mover las cargas, principalmente aquellas que se importan y las perecederas.
Así, en cuestión de unas horas, el ataque cibernético hacia Hacienda generó un cambio de rutina para algunos trabajadores aduaneros, que “viajaron” un par de décadas atrás y ahora se valen del papel en sustitución del trámite digital. Pese a que Hacienda habilitó un correo electrónico para las gestiones, algunas personas prefieren incorporar el formato físico y así cumplir con el Documento Único Aduanero (DUA).
Así lo constató La Nación la mañana de este jueves 28 de abril, al visitar las instalaciones de la Aduana Santamaría en Alajuela, uno de los siete puntos aduaneros del país. Ahí, un grupo de personas con papeles en mano se encontraban dentro del inmueble a la espera de ser atendidos por el funcionario en turno.
En el sitio, que consiste en un espacio que puede albergar entre 10 y 12 personas, se encontraban al menos cuatro usuarios en fila a tempranas horas de la mañana, mientras otras cuatro se encontraban fuera de las instalaciones a la espera de su turno o de la confirmación de los pagos de impuestos u otros documentos faltantes para continuar con el proceso de importación.
Un poco más entrada la mañana, el número de personas que llegaron a Aduana Santamaría aumentó, pero no superaban las 15. La mayoría de ellas eran colaboradores de diferentes agencias aduaneras.
La Nación conversó con tres de ellos quienes accedieron a contar la situación, sin embargo, solicitaron brindar las declaraciones de manera anónima puesto que no son trabajadores independientes y carecían de la autorización para hablar en representación de sus respectivas compañías; incluso otros aseguraron no querer “represalias” en la tramitación de los papeles.
Uno de ellos, Gabriel (nombre ficticio), comentó que hace 35 años trabaja en el sector; actualmente está viajando de San José a Alajuela para presentar los papeles y poder mover mercancías perecederas, mientras que hace dos semanas el proceso lo hacía en un solo clic.
“Lo que se está viviendo a consecuencia del hackeo son pérdidas y atrasos para los importadores, las mercaderías se retienen y están pague que pague bodegajes (...), la aduana le está dando prioridad a perecederos pero los correos colapsan”, comentó el agente aduanero, que llegó cerca de las 8 a. m. pero esperaba el pago de los tributos para continuar con el papeleo.
Contó que hubo momentos en los que llegó incluso antes de las 6 a. m. para hacer los trámites, sobre todo los primeros días cuando había gran incertidumbre sobre cómo funcionarían los procesos sin la plataforma de TICA y más usuarios se apersonaban a la aduana.
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Mientras brindaba las declaraciones, otro de los trabajadores de una empresa aduanera asentaba con su cabeza sobre las consecuencias por los tiempos extra de bodegaje y aseguró que es parte de lo que más está afectando a las agencias. Aunque con retraso, los miembros de las agencias señalaron que el proceso y la atención oportuna en la aduana ha permitido el flujo de mercancías.
Otro de los agentes, quien también se identificó como trabajador de una empresa aduanera y mantenía en sus manos un folder con documentos de importación, dijo que si bien la situación funciona para el movimiento de mercancías, con mayor dificultad para importadores, la situación le recuerda a los años 80, cuando aún no se aplicaba ningún sistema informático.
En esto coincidieron los otros dos trabajadores de agencias aduaneras, mientras algunos otros también confirmaban con diversos gestos. La mayoría de ellos llevan ya tiempo en el sector, por lo que han visto la evolución del sistema.
Además de estos trabajadores, en el Santamaría también se encontraba Yaneth Solano, quien aseguró que es el segundo día que asistía a las instalaciones de la Aduana para retirar una maleta que le fue retenida a su ingreso al país, pero al momento de la entrevista no tenía respuesta de cuándo le sería entregada.
Retrasos
El director comercial de Grupo Tical, Federico Amador, señaló a La Nación, durante una entrevista telefónica, que actualmente la empresa realiza los trámites correspondientes y envía los comprobantes de pagos de impuestos directamente a Hacienda por medio de correo electrónico.
Amador enfatizó en que lo que sufren son tiempos de retraso con las mercancías. “Por ejemplo, tiempos para trasladar un contenedor de puerto hacia almacén, se está tardando hasta tres días”, comentó Amador.
Por su parte, la directora ejecutiva de la Asociación de Importadores de Vehículos y Maquinaria (Aivema), Lilliana Aguilar, explicó que se han tenido que habilitar procedimientos manuales para subir la información para la nacionalización de autos y habilitar el pago de impuestos.
Si bien reconoció que el plan de contingencia ha permitido mover las mercancías, aseguró que deben buscarse nuevos mecanismos para agilizar los trámites y recortar los atrasos generados por los procesos manuales, algunos en físico.
En Aduana Santamaría se intentó conversar con algún funcionario, pero señalaron que las consultas deben tramitarse por medio del Ministerio de Hacienda; así también lo indicó el director general de Aduanas, Gerardo Bolaños. Se envió una consulta a Hacienda sobre la agilización de trámites por medio de correo electrónico, pero al cierre de esta nota no hubo respuesta.
Plan de contingencia
El pasado 20 de abril, la Dirección General de Aduanas estableció un proceso “manual” para autorizar el ingreso de bienes a Costa Rica, a raíz del hackeo realizado por el grupo cibercriminal Conti en el sistema TICA.
El comunicado DGA-013-2022, publicado el martes 19 de abril, estableció la medida de contingencia que consiste en efectuar los procesos de ingreso de contenedores y la nacionalización de mercancía al país mediante correos electrónicos que deben dirigirse a funcionarios de las siete aduanas del país: Central, Santamaría, Limón, La Anexión, Caldera, Paso Canoas y Peñas Blancas.
Asimismo, el Ministerio de Hacienda informó de que el fin de semana anterior el plan de contingencia permitió normalizar el flujo de importación y exportación de las mercancías. El procedimiento consistió en utilizar declaraciones en papel y durante el fin de semana algunas aduanas ampliaron su horario de atención y se habilitaron los depósitos fiscales para la recepción de carga de las unidades de transporte en tránsito, así como para el despacho de importaciones.