EscucharLas agencias de vehículos experimentaron en 2023 un fuerte crecimiento en sus ventas, impulsadas por la demanda de segmentos como los vehículos eléctricos y SUV (Sport Utility Vehicle). Este comportamiento motivó a los comerciantes del sector a aumentar las importaciones ante una demanda superior a la de los años previos a la pandemia.
Las importaciones de automotores se incrementaron un 43% en el último año, al pasar de 40.159 unidades en el 2022 a 57.584 en el 2023. Las cifras del año pasado superan las de 2017, 2018 y 2019, y se acercan al récord de 59.555 unidades del 2016.
Carlos Aguilar, director ejecutivo de la Asociación de Importadores de Vehículos y Maquinaria (Aivema), indicó que la diferencia entre las unidades importadas y las vendidas no supera el 1%. Esto obedece, según dijo, a que las agencias no logran satisfacer toda la demanda del mercado de forma inmediata, por lo que se importan vehículos que ya están vendidos con antelación.
Agencias consultadas por La Nación confirmaron el buen desempeño del negocio durante el año pasado. Nissan, por ejemplo, reportó un crecimiento del 40% en la cantidad de unidades comercializadas respecto al 2022. Grupo Cori Motors, que representa marcas como BYD o Kaiyi, registró un aumento del 17%; y BMW, un 10%.
Grupo Q, que posee marcas como Hyundai, Chevrolet e Isuzu, mencionó un crecimiento del 32% en sus ingresos por ventas.
Según los representantes de las agencias, entre las razones que explican este crecimiento se encuentran la normalización de las afectaciones por la pandemia, la depreciación del dólar respecto al colón y el cambio en las tasas de interés.
El crecimiento de las ventas de vehículos nuevos no solo se refleja en el volumen de unidades importadas. La actividad comercial de este sector, medida por el Banco Central de Costa Rica (BCCR) en el Índice Mensual de Actividad Comercial (IMAC), creció 20% en diciembre del 2023, en comparación con el mismo mes del 2022.
Dicho indicador mide el comportamiento y valor de las ventas de bienes. Contiene 23 agrupaciones de productos y para cada una de ellas se cuenta con una muestra de empresas que aportan información mensual. Actualmente, la actividad comercial de vehículos muestra una tendencia al alza, pues el índice alcanzó un valor de 114,9 (base 100 en el 2017). Mientras más alto el valor, mejor está la actividad.
Según la información del BCCR, la actividad alcanzó en el 2023 niveles de dinamismo no observados en más de seis años, y el nivel del índice se ubicó por encima del comercio en general. Esto quiere decir que la actividad comercial de vehículos es más dinámica, incluso, que el promedio general del país desde julio del año anterior.
En abril del 2020 el indicador se desplomó a 52,3 por el impacto de la pandemia en el sector. Sin embargo, ya desde inicios del 2018 se observaba una leve tendencia a la baja. A partir de la recuperación tras la pandemia, la actividad ya supera las cifras previas a la crisis.
Condiciones favorables
Carlos Aguilar, de Aivema, explicó que la actividad automotriz es cíclica. Tras el pico del 2016, esta comenzó a caer y la pandemia frenó todo crecimiento. Ahora, el sector vive un “efecto rebote”, según el vocero. Mencionó que los problemas de abastecimiento por la crisis de los contenedores y la escasez de chips usados en la producción de los modelos se solucionaron en el 2023.
“Todas estas situaciones se resolvieron y eso se refleja en la cantidad de ventas. Adicionalmente, hay otras condiciones a nivel financiero y de precios que, cuando se suman, arrojan números muy positivos para el mercado”, mencionó Aguilar.
Rodolfo Araya, director regional comercial de Hyundai Grupo Q, explicó que parte del crecimiento también se atribuye al comportamiento del tipo de cambio en Costa Rica, pues el precio de la mayoría de vehículos se establece en dólares en el país.
Por ejemplo, si un automotor costaba $15.000 en junio del 2022, cuando el dólar alcanzó los ¢700, su precio en moneda nacional era de ¢10,5 millones. Un vehículo con el mismo precio en dólares, al tipo de cambio de venta de referencia del 28 de febrero (¢517,14) tenía en ese momento un valor de ¢7.757.100.
Esa caída en el precio de los vehículos se refleja en el Índice de Precios al Consumidor (IPC), del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC). A enero del 2024, el costo de los vehículos nuevos cayó un 5,87% en comparación con el mismo mes del año anterior, a un mayor ritmo que la inflación en general.
En julio del 2022, el precio de los vehículos se encarecía a una mayor velocidad que la inflación general, lo que varió a partir de agosto de ese año. En noviembre del 2022, la variación comenzó a ser negativa y en julio del 2023 llegó a -20%. En la actualidad, el decrecimiento se mantiene pero en menor magnitud.
Carlos Aguilar señaló que el comportamiento de las tasas de interés en colones también influyó para que las personas adquirieran más vehículos. Según señaló, la compra de estos bienes generalmente está asociada a un crédito.
En enero del 2023, la tasa activa negociada (TAN) en colones era de 11,21%, y para enero del 2024 fue de 7,97%. En ese mismo periodo, la TAN en dólares pasó de 5,80% a 5,60%. Este indicador es un promedio de las tasas de interés activas en las operaciones de crédito formalizadas.
Mario Roa, subgerente General de Negocios del Banco Popular, reportó un crecimiento del 45,62% en la cartera de créditos en colones para vehículos, y 44,42% en las operaciones en dólares. El BCR, por su parte, señaló una variación positiva de “dos dígitos” en el financiamiento en colones y de un dígito en dólares, sin especificar cuánto.
En tanto, Mariano González, gerente de Productos de Crédito de Scotiabank, explicó que históricamente la cartera de créditos de esa entidad mantiene un mayor volumen de préstamos en dólares, pero el año anterior hubo un aumento en los saldos en dólares en comparación con los de colones.
Luis Ángel González, gerente general de Grupo Financiero CAFSA, también mencionó que en el 2023 hubo un crecimiento del 25% en los créditos prendarios en comparación con el 2022, además de un incremento del 18,5% en la modalidad de leasing.
Finalmente, Silvia Rojas, directora ejecutiva de la Asociación Costarricense de Movilidad Eléctrica (Asomove), explicó que en el caso de vehículos eléctricos, los productos crediticios diferenciados para este tipo de carros, además del renting y leasing, junto con fuertes avances tecnológicos, incidieron en las mayores ventas.
Segmentos aceleran
Los importadores de vehículos señalaron un crecimiento en diversos segmentos, aunque los que más demanda representan en la actualidad son los SUV, según explicó Carlos Aguilar.
El director de Aivema mencionó que estos vehículos son los favoritos de los consumidores costarricenses por su comodidad, versatilidad y seguridad, además de ser aptos para más terrenos en comparación con los sedanes, los cuales están siendo desplazados.
Según informó La Nación, en enero, la cantidad de vehículos de marcas chinas también creció en Costa Rica. Seis de las nueve marcas importadas desde este destino experimentaron aumentos superiores al 100%. Ahora, este segmento representa el 30% de las importaciones totales a Costa Rica.
Abraham Rodríguez, gerente Comercial de Cori Motors, explicó que en el caso de los vehículos eléctricos, los beneficios fiscales, la ampliación en la red de carga y las unidades a precios menores en el mercado incidieron en el crecimiento de las mayores ventas de estos modelos en 2023.
Según Aguilar, para el 2024 la industria prevé que las ventas sigan creciendo, aunque a un menor ritmo. Mientras que, específicamente en el segmento de vehículos eléctricos, Asomove estima que las inscripciones de unidades se tripliquen, en comparación con las cifras del 2023, que fueron de 5.736 automotores registrados.
