Con un estimado para el 2022 de $196,8 billones de ingresos anuales y 3,09 billones de jugadores a nivel global, de acuerdo con el informe Global Games Market Report de la firma Newzoo, los videojuegos se mantienen como una poderosa industria que goza de solidez y produce miles de millones cada año.
Costa Rica no se queda fuera del negocio, en el cual varias empresas desarrolladoras de videojuegos se han consolidado en los mayores mercados de la industria, al producir proyectos para consolas como la PlayStation, de Sony, la Xbox, de Microsoft, así como para Nintendo.
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Si bien la industria local ha ido creciendo con los años, con firmas con más de 15 años dedicadas al desarrollo de juegos en diferentes plataformas, el trabajo no ha sido sencillo, pues se requiere de una constante actualización para cumplir con las exigencias de un mercado que está en constante evolución.
Claudio Pinto, fundador de la Fair Play Labs, precursora de la industria en el país, aseguró que iniciaron su camino en el 2006 desarrollando juegos para dispositivos móviles y web, hasta que el 2008 Sony les abrió las puertas con un programa de incubación dirigido a Latinoamérica, con el que empezaron a dedicarse al sector de consolas.
“Desde hace unos años para acá, estamos especializados en consolas. Nos hemos consolidado como uno de los 10 estudios más experimentados de Latinoamérica, no somos de los más grandes en cantidad, pero en términos de conocimiento, experiencia y calidad, sí se nos reconoce”, manifestó Pinto.
En sus años de existencia, Fair Play Labs ha desarrollado decenas de proyectos propios, pero sobre todo destacan trabajos para grandes compañías internacionales como Walt Disney, Mighty Play y Nickelodeon. Junto a esta última lanzaron en el 2021 su propuesta más ambiciosa hasta el momento, con el videojuego Nickelodeon All Star Brawl.
“All Star Brawl fue en su momento, cuando lo terminamos hace como un año, el proyecto más ambicioso que habíamos hecho. En este momento, tenemos uno que es tres veces el tamaño de ese, que nos va a tomar como un año y medio de trabajo. Se nos han abierto puertas y nos buscan mucho para cosas técnicamente retadoras”, aseveró Pinto.
Eduardo Ramírez, presidente de la Asociación Costarricense de Desarrolladores de Videojuegos de Costa Rica (Asodev) y uno de los fundadores de Green Lava, comentó que en su estudio iniciaron con producciones para otras empresas en el 2010 y a partir del 2014 comenzaron a desarrollar juegos para diferentes plataformas que les permite mantenerse independientes.
“Nosotros podemos hacer nuestros propios juegos, nuestra propia producción. Dependemos de cómo los jugadores lo perciben (el juego) a nivel mundial”, expresó Ramírez, quien aseguró que la perseverancia ha sido la clave para poder emprender en esta área.
En Costa Rica, se estima que las empresas del país vinculadas a la Cuarta Revolución Industrial representaron en el 2021 un 22% del total del parque empresarial de tecnologías de información y comunicación (TIC), según el estudio Perfil de la oferta costarricense especializada en tecnologías 4.0, elaborado por la Promotora del Comercio Exterior de Costa Rica (Procomer).
No solo las empresas están inmersas en la industria de los videojuegos, pues la parte más importante del mercado son los usuarios, quienes al final del día deciden cuáles juegos adquieren y en qué plataformas deciden jugarlos. El año anterior, los costarricenses importaron cerca de $1 millón en videojuegos, según datos del Banco Central de Costa Rica (BCCR).
Camino por recorrer
El sector audiovisual del país, el cual involucra las áreas de animación digital y videojuegos, registra un crecimiento sostenido en la producción año a año, de acuerdo al último reporte de la Cuenta Satélite de Cultura de Costa Rica, del BCCR.
Propiamente sobre el desarrollo de videojuegos, Pinto y Ramirez coinciden en que la industria del país camina a buen paso, principalmente en el área de servicios y la oferta académica de universidades, aunque queda camino por recorrer para consolidarla en Latinoamérica, donde destacan los estudios de Brasil, Chile, Argentina y México.
“Tenemos un liderazgo importante a nivel centroamericano. A nivel latinoamericano, la industria brasileña, la chilena y argentina son pesos pesados. Esperamos que Costa Rica, en unos años, pueda tener un impacto a ese nivel”, afirmó Ramírez.
Claudio Pinto aseguró que los estudios de desarrollo se han ido consolidando, por lo que se está posicionando más el nombre del país en la industria.
“Hay historias de éxito, ya uno ve estudios de 12 o 15 personas, porque hasta hace relativamente poco, los que había en Costa Rica típicamente eran equipos muy pequeños”, comentó.
Asodev nació en el 2017 y actualmente cuenta con seis firmas asociadas. Su visión a largo plazo es lograr que la industria tenga un impacto mayor en Latinoamérica, aunque son conscientes que para lograrlo tienen el reto de formalizar muchas empresas que operan en el país.
“Hay muchos grupos que nacen y mueren, lastimosamente. En el 2021, se contabilizaron 57 agrupaciones, algunas de ellas desaparecieron, eran informales. Pero, a la vez, se sabe que este año comenzaron otras nuevas, en cuanto a la informalidad es muy volátil, por lo que esperamos que desde la asociación se apoye a estos grupos”, comentó Ramírez.
El presidente de la agrupación reiteró en la necesidad de dar un acompañamiento con un énfasis empresarial a las firmas que van surgiendo, para brindarles insumos con los que puedan sobrevivir en una industria en la que puede llegar a ser complicado posicionarse.