El nuevo ministro de Comercio Exterior, Manuel Antonio González Sanz, enfatizó que el TLC con Estados Unidos no se renegociará, pues respeta los términos, el trabajo y la calidad de lo firmado en ese acuerdo.
Sin embargo, dijo que está dispuesto a escuchar las inquietudes de todos los sectores sobre lo firmado en el Tratado de Libre Comercio (TLC) con Estados Unidos
Las peticiones y preocupaciones de esos sectores se incorporarán a la denominada agenda paralela de proyectos, sin que sea necesario tocar el convenio comercial, adelantó el nuevo jerarca.
También explicó que se apoyará en el programa de cooperación del tratado, para dar cabida a las peticiones.
González aseguró también que no es momento adecuado para enviar a la Asamblea Legislativa ese acuerdo comercial, pues la agenda está muy llena y el proyecto de reforma fiscal tiene prioridad.
Sentenció que no se trata de una carrera contra Centroamérica para determinar quién llega primero. “El punto es aprobarlo, pues no por mucho correr se llega más rápido”, argumentó.
Hizo una apelación a la prudencia, ecuanimidad y responsabilidad de todos los grupos sociales, para evitar que la lucha electoral afecte el trámite del TLC.
González asumió el cargo oficialmente el miércoles, tras ser juramentado el martes en la tarde.
Hoy viajará a Ginebra, donde fungía como representante permanente ante la ONU y sus organismos especializados. Cerrará su ciclo allá, traerá a la familia y el 11 de octubre volverá a sus labores en el Ministerio de Comercio Exterior (COMEX).
Sustituye a Alberto Trejos, quien junto con la jefa negociadora del TLC, Anabel González, y la viceministra Gabriela Llobet, renunciaron el 8 de setiembre. Este equipo encabezó todo el proceso de negociación del TLC.
Sin tormenta
El nuevo ministro consideró importante hacer un esfuerzo en estos días para demostrar que nadie llega a destruir lo existente, que no es ajeno a los intereses del país y del COMEX y que, por lo tanto, le dará una gran importancia a la calidad, experiencia y profesionalismo del equipo técnico.
Adelantó que tendrán gran importancia la integración centroamericana, la negociación bananera y la exoneración de impuestos con la Unión Europea, y el clima para atracción de inversiones.
Afirmó que no habrá cambios ni mucho menos reestructuraciones en el COMEX, porque no es conveniente gastar tiempo en ajustes innecesarios, cuando se dispone tan poco de él y la agenda es amplia.
El ambiente en el ministerio recobra paulatinamente la tranquilidad, mientras el equipo toma el ritmo del nuevo jerarca, que llega antes de las 8 a. m. y se retira más allá de las 8 p. m., revisando lo pertinente a su cargo.
Resta saber si se reacomoda también la presión social con la llegada del nuevo jerarca.