Washington. Costa Rica aspira a lograr condiciones mejores que las acordadas por el resto de Centroamérica y EE. UU. en el TLC, porque limitan el ingreso de textiles libres de impuestos a solo 100 millones de metros cuadrados de tela por año entre los cinco países y con sublímites por tipo de material.
En el caso del algodón (con exportaciones por más de $400 millones anuales), Costa Rica procura exportar más de lo que ese acuerdo permitiría, a través de acumulación de normas de origen, cuotas de acceso preferencial o algún otro mecanismo, explicó Miguel Schyfter, de la industria textil tica.
La primera opción y la más viable consiste en que más prendas elaboradas aquí con telas compradas en México puedan entrar a EE. UU. libres de impuestos.
La segunda opción implicaría la compra de material en cualquier otro país, pero ha resultado de muy poco interés para EE. UU.
En cuanto a la lana (con exportaciones de unos $9 millones por año), el acuerdo negociado solo permite exportar un millón de metros cuadrados entre todos los países.
De acuerdo con Schyfter, esa cantidad es tan pequeña que una sola empresa en Costa Rica puede producirla en un año.
Otro problema, dijo, es que no se estableció cómo dividir los 100 millones de metros cuadrados de tela.
Irene Arguedas, directora de negociaciones comerciales del Ministerio de Comercio Exterior (COMEX), explicó que la cita de esta semana es apenas una “misión exploratoria” para ver cómo reacciona EE. UU.