Washington, 1 oct (EFE).- El Grupo de los 24, que representa a países en desarrollo, lanzó hoy un llamamiento para aumentar la magnitud y la efectividad de la ayuda por parte de las naciones industrializadas.
Tras una reunión celebrada en Washington previa a la Asamblea anual del FMI y el Banco Mundial, los ministros de Finanzas de los 24 se lamentaron de que, pese a que las naciones en desarrollo "han cumplido su parte en el mantenimiento de la estabilidad macroeconómica y la adopción de reformas, los países desarrollados se han quedado atrás a la hora de cumplir la suya".
En este sentido, los ministros señalaron "con preocupación que los flujos financieros procedentes del Banco Mundial y de los bancos de desarrollo regionales siguen dando pie a transferencias de recursos netos cada vez más negativas", según Paul Toungui, ministro de Finanzas de Gabón.
Pero acogieron con satisfacción la propuesta adelantada por el Reino Unido para hacerse cargo de un diez por ciento de la deuda que los países más pobres mantienen con el Banco Mundial y el Banco Africano de Desarrollo (BAD).
"Los ministros instan a otras economías avanzadas a seguir este ejemplo", declaró en un comunicado el G24, formado, entre otros países, por Argentina, Brasil, Colombia, México, Guatemala, Perú y Venezuela.
La propuesta británica, avanzada esta semana, es una de las que se encuentran sobre la mesa en la reunión que celebran hoy los ministros del G7 -Reino Unido, Canadá, EEUU, Francia, Alemania, Italia y Japón- en Washington y que analizará también mañana la Asamblea del Banco Mundial y del FMI.
Frente al plan del gobierno británico, EEUU favorece una condonación del cien por cien de la deuda que los países más pobres deben a las instituciones multilaterales.
El Banco Mundial ha expresado sus reparos a esta propuesta, dado que el Gobierno de Estados Unidos no prevé un aumento de fondos que compense a las instituciones del dinero que dejarían de recibir y que ahora destinan a otros proyectos de desarrollo.
En declaraciones el jueves, el secretario del Tesoro de EEUU, John Snow, señaló que es necesario aumentar la condonación de la deuda y las donaciones, y este será uno de los temas que promoverá en las reuniones de los próximos días.
Las naciones en desarrollo expresaron su "bienvenida a la financiación mediante donaciones a los países de bajos ingresos, pero subrayamos que estas donaciones deberían verse apoyadas por contribuciones adicionales" a las instituciones multilaterales, de modo que no queden privadas de recursos.
Los ministros de Finanzas de los 24 expresaron su "seria desilusión y preocupación" por la falta de avances para revisar las cuotas de participación y voto de los países en desarrollo en el FMI y el Banco Mundial, desde el comienzo del proceso hace dos años y medio.
El secretario del G24, el mexicano Ariel Buira, indicó que el sistema de cálculo del Producto Interior Bruto que se utiliza "subestima el PIB de los países en desarrollo a consecuencia de la diferencia significativa de precios en los bienes no exportables", que suelen ser muy superiores en los países en desarrollo.
En su comunicado final, los representantes del G24 aludieron también a la finalización del mandato, el próximo junio, del presidente del Banco Mundial, James Wolfensohn.
"En el caso de que no quiera aspirar a un tercer mandato, pedimos el inicio de un proceso de selección transparente, que atraiga a los mejores candidatos sin tener en cuenta su nacionalidad", instaron.
Tradicionalmente, al frente del Banco Mundial se encuentra un estadounidense, mientras que un europeo se adjudica la dirección gerente del FMI.
El G24 ya había pedido un proceso transparente que tuviera en cuenta al candidato más idóneo sin prejuicio de su nacionalidad tras la dimisión al frente del Fondo del alemán Horst Koehler.
Finalmente, el FMI optó por nombrar al español Rodrigo Rato, quien asumió su cargo el pasado junio. EFE
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