Ciudad de Panamá (DPA). En todo el mundo la crisis financiera y económica causó graves daños. También se perdieron miles de empleos. En Centroamérica, crecen la pobreza y las tensiones sociales. Sólo en Panamá la economía fue menos golpeada por la crisis.
La principal razón es la estratégica ubicación geográfica de este país en el punto más estrecho de América. El canal, construido hace 100 años entre el Pacífico y el Caribe, es motor y principal fuente del "milagro panameño", y proporciona ingresos económicos, también en tiempos de crisis.
El 31 de diciembre de 1999, Estados Unidos entregó a Panamá la administración de la vía acuática y fueron retirados los últimos soldados y empleados administrativos norteamericanos. Hasta entonces, este país estaba dividido en dos por la Zona del Canal, administrada por los estadounidenses.
Desde la entrega del canal, Panamá avanza. Ciudad de Panamá experimenta un "boom" de forma casi ininterrumpida. "La crisis económica acá sólo dejó un pequeño raspón", afirmó un experto extranjero.
Varios centenares de rascacielos dominan la ciudad a orillas del Pacífico. Muchos albergan bancos. En Panamá no quebró ninguna institución financiera durante la crisis. Tras verse interrumpida brevemente a principios de año, la actividad de la construcción volvió a reanudarse y ya se construye igual que antes de la crisis.
La mejor forma de medir la recuperación también es el canal, a través del cual se transportan cada año 300.000 millones de toneladas. A medidados de año volvieron a aumentar notablemente los viajes y el volumen de carga, según el administrador de la Autoridad del Canal de Panamá (ACP), Alberto Alemán Zubieta.
"Panamá se convirtió en un centro logístico del mundo donde se mueven anualmente 400 millones de contenedores", afirmó Aleman, jefe de la ACP. Añadió que en 1995 fueron 200 millones y que en los próximos años las cifras seguirán aumentando.
La millonaria ampliación del canal avanza a toda máquina. Actualmente, se decide la entrega del último gran contrato en el marco de un proyecto de ensanche, de 5.200 millones de dólares.
Se trata de ampliar la vía marítima para comunicar el Pacífico mediante una nueva gran esclusa con el canal central Culebra a través del cual los barcos llegan al lago Gatún y luego al Caribe. En el costado Pacífico se mueven 27 millones de metros cúbicos de material, con máquinas que para ello requieren seis millones de litros de diesel.
Se espera que a partir del 2014, barcos con 12.000 contenedores a bordo puedan recorrer los 80 kilómetros de Ciudad de Panamá hasta Colón, en el Caribe. Hasta ahora, los buques llevan hasta 4.000 contenedores. Como siempre, frente a las entradas de ambos lados aguardan docenas de naves que esperan realizar la cara travesía.
Garante del curso económico neoliberal en Panamá es el gobierno conservador del empresario Ricardo Martinelli, quien fue ministro de Asuntos del Canal en el gobierno de la ex presidenta Mireya Moscoso. El 1 de julio de este año, la Alianza por el Cammbio de Martinelli reemplazó al gobierno socialdemócrata de Martín Torrijos.
Fundador y dueño de una de las mayores cadenas de supermercados de Panamá, nunca ocultó su postura crítica frente al "socialismo del siglo XXI" del presidente venezolano Hugo Chávez. Incluso, hubo roces diplomáticos cuando el gobierno prohibió a venezolanos divulgar la política de izquierda de Chávez en Panamá.
Durante la campaña electoral, Martinelli calificó de "camino equivocado" el proyecto del venezolano para Latinoamérica y propuso un "modelo contrario" de una política social de derecha, con la idea de cambiar el "péndulo ideológico" en la región.
En Panamá, una parte de la población vive debajo de la línea de pobreza. Mientras en otros países del continente americano resurgen las protestas sociales, en Panamá hubo aparente tranquilidad, debido a medidas populistas y beneficios dirigidos a sectores populares.
Un programa de inversiones propuesto por Martinelli, por 12.000 millones de dólares, además de los 5.000 millones para la ampliación del canal, promete mantener el crecimiento económico. Con el dinero recaudado se espera financiar la construcciones de viviendas, calles y otros proyectos de infraestructura.