La falta de agua potable alcanza al 17% de los habitantes del país, según el Informe de Desarrollo Humano 2006 realizado por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD).
Ese porcentaje representa a unas 735.000 personas de las 4,3 millones que viven en Costa Rica, según el Instituto Nacional de Estadística y Censos.
Sin embargo, el 97,6% de la población tiene acceso al agua para consumo humano a partir de datos del 2004 del Laboratorio Nacional de Aguas, de Acueductos y Alcantarillados.
El consumo regular de agua por persona varía en el país de 250 a 350 litros diarios que incluyen aseo personal, preparación de alimentos, ingesta del líquido y limpieza de la ropa.
No obstante, el consumo de agua por parte de los turistas oscila entre 400 y 800 litros diarios debido al mayor uso del agua en actividades recreativas.
El informe lanza una alerta al país ya que solo el 5% de las aguas residuales en Costa Rica recibe tratamiento y un 69% llegan a un tanque séptico.
Esto significa que un 26% de todas esas aguas caen a ríos, quebradas y otros lugares, lo cual representa una amenaza latente para la salud pública y una fuente de contaminación hídrica.
En cuanto a pérdida de aguas por fugas, el porcentaje de líquido desperdiciado fluctúa entre 25% y 50% en el Área Metropolitana.
Desigualdad. El representante del PNUD, José Manuel Hermida, indicó que la falta de acceso al agua es un indicador del desarrollo personal y económico en las naciones.
“Hay millones de mujeres y sus hijas que dedican hasta cuatro horas al día a buscar agua”, señaló Hermida.
El tiempo que esas mujeres dedican a esa actividad dejan de invertirlo en educación y otras tareas productivas, lo cual amplía las desigualdades de género que viven, señaló el funcionario.
Hermida enfatizó que la falta de acceso a agua y saneamiento –evacuación de aguas residuales– se debe a la desigualdad y la pobreza, no a la escasez del líquido.
Más de 1.100 millones de personas no tienen acceso al agua.