Un día antes de la toma de posesión como Presidente de la República, Rodrigo Carazo Odio, junto con su esposa Estrella Zeledón, brindaron una entrevista al programa español 300 Millones, referente de la época por ser transmitido en todo Iberoamérica. Así lo reportó el periodista Hubert Solano en la edición del periódico La Nación del 8 de mayo de 1978. El precio del diario era de ¢1,00, en ese entonces.
El nombre del programa hacía referencia a una estimación de la población en esos años, en Latinoamérica y España. Al finalizar su mandato, Carazo estaría en la palestra nuevamente y esta vez por una decisión que costó al país muchos millones de dólares y que es recordada como la mayor debacle económica en la historia reciente de Costa Rica.
A la llegada de Carazo al Ejecutivo la economía del país ya enfrentaba dificultades. El 24 de mayo de 1978, este diario publicó una entrevista con Óscar Barahona Streber, entonces coordinador del Consejo Nacional Económico, quien aseguró que el país “vive una bonanza artificial” y advirtió de que “si las causas no se corrigen a tiempo, bajará el nivel de vida de nuestros compatriotas”.
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El funcionario señaló entonces un déficit fiscal que se estimaba en ¢2.000 millones, se refirió a la depreciación de la moneda y que la inflación iba en aumento. Calificó la corrupción “como un cáncer que afecta a todo el país” y criticó a la administración anterior, de Daniel Oduber, por el “agigantamiento” del Estado, según refiere la nota firmada por el periodista Édgar Espinoza.
Ese mismo día, la edición de 70 páginas de La Nación anunciaba el último día, en algunas salas de cines, de la película La Guerra de las galaxias. El precio del boleto oscilaba entre ¢5 y ¢6 por persona.
La administración de Carazo Odio transcurrió entre anuncios y medidas de ajuste que generaron malestar en la población.
El 26 de diciembre de 1980, el gobierno estableció el tipo de cambio flotante, medida que entró en vigencia el 1.º de enero de 1981. “Incertidumbre en el primer día de flotación del colón”, tituló este diario en la edición del 6 de enero de ese año. El periodista Eduardo Castro, refiere en la nota que el tipo de cambio se ubicaba por encima de los ¢15, luego de sostener un tipo de cambio fijo de ¢8,60.
Ese año, los precios del petróleo se incrementaron y los precios internacionales del café y banano estaban en caída. El contexto provocó el incremento del endeudamiento externo, que fue la alternativa que decidió la administración de Carazo para enfrentar la situación.
Así, negoció préstamos con el Fondo Monetario Internacional (FMI) que tuvieron repercusiones sociales debido a la política de estabilización establecida por el organismo financiero, entre ellas la restricción de gastos y el aumento de impuestos.
Pero a medida que la crisis venía en aumento, Carazo rechazaba las condiciones del FMI. “Consideramos inaceptables las condiciones exigidas por el FMI y estimamos que no tiene tiempo suficiente el gobierno actual para forzar que el FMI cambie sus inaceptables condiciones y que esta labor debe corresponder al próximo gobierno”, indicó el mandatario, en un comunicado en respuesta a una información publicada por La Nación, el 3 de marzo de 1982.
Carazo decidió no renovar las negociaciones con el FMI. En el editorial Negociación con el FMI, publicado el 7 de marzo de 1982, La Nación señala que Carazo pretendió lanzar al organismo “su responsabilidad por el rotundo fracaso de su gestión económica, utilizándolo como chivo expiatorio de sus propios errores”.
El editorial hace referencia a la acusación de Carazo de que el FMI pretendía inmiscuirse en la soberanía económica del país aun cuando el mandatario firmó dos convenios y recibió un primer aporte de préstamo para que luego su gobierno incumpliera por dos veces consecutivas el programa de estabilización que voluntariamente había suscrito.
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Durante una entrevista realizada por la periodista Lidiette Brenes, publicada en La Nación del 29 de marzo de 1982, a pocos días de dejar el cargo, Carazo se refirió sobre las negociaciones con el FMI, en mayo de 1980 y junio de 1981, en las que el gobierno no cumplió con los acordado, respondió: “Para mí queda claro que al FMI no le interesa la salud del pueblo...No hay diálogo, impone”.
“Si un gobierno cumple el 95% de sus condiciones, pero incumple el 5%, lo echan. Ojalá que don Luis Alberto Monge (presidente electo) luche por que las condiciones que le imponga esa institución sean aceptables, porque si no lo que se va a salvar es un cadáver”, agregó.
La Nación Internacional en la edición semanal del 30 de abril al 6 de mayo de 1982, cuyo precio era de $1, señaló que el FMI otorgó a principios de 1980 un acuerdo de contingencia (stand by) que se incumplió desde que entró en vigencia, pese a ser renegociado en varias ocasiones.
En 1981, el organismo propuso un nuevo acuerdo que ya no establecía cambios en la estructura productiva del país y más bien iba encaminado a realizar un ajuste financiero que le proporcionaría al país $90 millones y renegociar la deuda externa. “La incapacidad de negociación de la administración de Carazo, provocó una paralización en las gestiones ante el FMI que serán continuadas por el nuevo gobierno”, indica la publicación.
El reportaje, titulado Costa Rica: Polémico gobierno fenece el 8 de mayo, indica que la política económica de la administración de Carazo llevó a la pérdida total de las reservas monetarias internacionales, la falta de credibilidad del gobierno a nivel nacional e internacional, la escasez de recursos para los sectores productivos, incrementó el precio del dólar a cifras inimaginables (¢50 en el mercado paralelo), se cerraron los créditos externos, obligó a renegociar la deuda externa y a vender el oro de la reserva del país.
La publicación detalla un nivel de inflación del 65% en 1981 y un saldo de deuda externa de $2.984,5 millones al 31 de marzo de 1982, sin incluir unos $1.000 millones de deuda del sector privado.
Carazo entregó la presidencia a Luis Alberto Monge el 8 de mayo de 1982, sin ninguna entrevista para 300 millones de iberoamericanos pero sí con cifras más elevadas generadas durante su administración. En esas fechas estaba en cartelera la película Amor Eterno, del director Franco Zeffirelli y protagonizada por Broke Shields. El boleto al cine tenía un valor de ¢35.
El expresidente Carazo Odio falleció en diciembre de 2009 y el expresidente Monge, en noviembre de 2016.