Un acuerdo firmado este viernes 6 de noviembre entre autoridades de Nicaragua y Costa Rica abre la frontera norte al ingreso de trabajadores temporales, solo por el paso de Peñas Blancas y con el cumplimiento de estrictos controles.
Dicho pacto se firmó durante una reunión, realizada en el Departamento de Rivas, Municipio Cárdenas, este viernes 6 de noviembre, informó el Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG).
La delegación costarricense estuvo integrada por el ministro de Relaciones Exteriores, Rodolfo Solano Quirós, y el viceministro para Asuntos Multilaterales, Christian Guillermet, así como las viceministras de Agricultura y Ganadería (MAG), Ana Cristina Quirós, Alejandra Acuña (Salud), y el Subdirector de Migración, Daguer Hernández.
El sector agrícola, en general, lo considera una muy buena iniciativa y concretada de buena fe, pero sumamente oneroso, pues se calcula que traer a cada trabajador cuesta unos $300, explicó Óscar Arias Moreira, coordinador de la comisión de mano de obra de la Cámara Nacional de Agricultura y Agroindustria (CNAA).
Ese costo surge del pago de transporte, pruebas covid-19, ingreso de migración, carné de trabajo, albergues y confinamiento y no será posible asumirlo para pequeñas y medianas empresas, que son el 98% de las explotaciones agrícolas, aseveró Arias.
Mientras tanto y paralelamente, la directora ejecutiva del Instituto del Café de Costa Rica (Icafé), Xinia Claves, explicó que ese sector está organizado y listo para cumplir con los varios requisitos exigidos en este programa.
Detalló que es tanta la necesidad de mano de obra que los productores están dispuestos a asumir el alto costo y que este lunes ingresará el primer grupo de 150, como plan piloto, que van a la recolección en la zona de Los Santos.
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La opción de traer a nicaragüenses en media pandemia, pagando todos los controles, surge a menos de un mes de que se inicie la parte alta de las cosechas agrícolas.
Entre diciembre y febrero se necesitan alrededor de 85.000 recolectores temporales, de los cuales 73.000 son para café y el resto para caña de azúcar, naranja, melón, sandía y naranja.
Costa Rica llamó a la mano de obra local y abrió sistemas de registro, pero solo se habían inscrito 20.482 interesados en recolectar café y otras 34.138 personas en un plataforma del Ministerio de Trabajo.
Ante tal situación, el sector privado vislumbró una emergencia por falta de manos en la época alta de recolección y solicitó al Gobierno la apertura de la frontera norte.
Los requisitos
Chaves explicó que el plan exige recoger a los trabajadores en Nicaragua con transporte internacional y luego de chequear la salud. Desde aquí, el empresario debe garantizar el concepto de “burbuja laboral”.
Una vez en Peñas Blancas, deben pasar por el proceso de la prueba de covid-19, adquirir el permiso de ingreso de la Dirección General de Migración y Extranjería y sacar un carné con el cual controlará la trazabilidad (donde estarán en Costa Rica y cómo se moverán).
Luego parten de la frontera, también en transporte internacional autorizado, para los albergues de las fincas. En este sitio realizarán el confinamiento de 14 días.
Terminada la época de cosecha, el empresario también se encrgará de devolverlos a territorio nicaragüense, donde el gobierno exigirá de nuevo la prueba de la covid-19.
Todos esos costos son los que suman alrededor de $300 por cada persona, según las estimaciones de la CNAA lanzadas por Arias. A eso se debe añadir el seguro social y todas las garantías laborales.
En caso de que un pequeño productor necesite 10 trabajadores, deberá desembolsar unos $3.000. Esa suma no la tienen y menos con el golpe de la pandemia, detalló Arias.
Un mediano productor, continuó, puede requerir de 100 recolectores y eso le implicaría una inversión de $30.000.
Arias presume que esto puede llevar a un grado de desesperación para no perder la cosecha y conseguir gente de donde sea. Dijo que así se lo advirtió, transparentemente, a las autoridades del Gobierno, el jueves 5 de noviembre, durante la reunión para conocer el documento final.