Para el superintendente general de pensiones y uno de los autores del estudio que publicó el Estado de La Nación, Álvaro Ramos, pueden existir muchas soluciones para la diversidad e inequidad de los sistemas de pensiones en Costa Rica, pero el objetivo final debe ser la sostenibilidad de todos ellos.
Ramos respondió algunas consultas sobre el estudio Pensiones en Costa Rica: equilibrio y solidaridad, que realizó junto con Rafael Chavarría y Jorge Víquez para el Programa Estado de la Nación y que fue publicado en su más reciente informe. En seguida sus respuestas.
-¿Por qué en Costa Rica se desarrolló esa diversidad e inequidad en los sistemas de pensiones?
-Durante mucho tiempo existieron (y aún existen) regímenes de pensiones que estaban pensados como beneficios laborales, no como regímenes previsionales sostenibles en el tiempo.
"Si un país desea tener diversidad en su sistema de pensiones, lo más importante es que los regímenes tengan beneficios (edad, cantidad de cuotas, monto de pensión, etc.) que estén acordes con el nivel de aportaciones que se realice.
"Además, si el objetivo es que, en un país un grupo de personas tengan beneficios diferentes (en edad, cantidad de cuotas, monto de pensión, etc.) que se cargan (o eventualmente, se cargarán) a la población en general, esta situación debería hacerse lo más transparente posible".
-¿Hay experiencia de otros países en enfrentar una situación como esta?
-En la mayoría de los países existen o existieron regímenes de privilegio. Es común ver sistemas de pensiones especiales para los militares, por ejemplo. Incluso en Costa Rica aún tenemos beneficiarios de las pensiones de la guerra civil del 48.
-¿Qué posibilidades de solución valoran?
-Soluciones hay muchas pero el objetivo debería ser que todos los regímenes de pensiones sean sostenibles, principalmente, sin que generen cargas adicionales al Estado.
-¿Cuáles son los efectos sociales que genera tener diversidad en los sistemas de pensiones?
-Si dicha diversidad implica regímenes no sostenibles en el tiempo, crea una carga cuasifiscal que implica un costo de oportunidad para la atención de otras necesidades sociales mediante gasto público. Incluso, en caso de que la diversidad implique aportes extraordinarios de parte del Estado durante la vida laboral de la persona, también hay un costo de oportunidad similar.
"Adicionalmente, regímenes en que las pensiones otorgadas están muy por encima de la media de las pensiones ordinarias o incluso del salario promedio de la población, acentúan la desigualdad de ingresos del país y por extensión, los efectos nocivos de dicha desigualdad".