EscucharBuenos Aires. El gobierno argentino pagó este viernes al Fondo Monetario Internacional (FMI) los vencimientos de junio por $2.700 millones, informó el Ministerio de Economía, que además anunció una misión del equipo económico a Estados Unidos para la semana próxima.
El pago se realizó sin usar dólares de las reservas internacionales del Banco Central. El país pagó una porción con Derechos Especiales de Giro (DEG, reservas del Estado en el organismo financiero) y otra parte con yuanes, precisó el comunicado.
La directora de comunicaciones del FMI, Julie Kozack, confirmó que “las autoridades argentinas continúan manteniéndose al día con sus obligaciones financieras con el Fondo”, en una declaración emitida tras una reunión informal de rutina del Directorio Ejecutivo sobre Argentina que tuvo lugar el jueves.
Argentina cuenta con yuanes tras renovar este año un acuerdo de swap (canje) de monedas con China por 130.000 millones de yuanes, unos $19.000 millones.
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El programa crediticio de Argentina con el FMI asciende a $44.000 millones .
En el marco de las negociaciones con el Fondo un equipo “encabezado por (el jefe de asesores de la cartera económica) Leonardo Madcur y (el viceministro) Gabriel Rubinstein viaja a Estados Unidos a principios de la semana entrante”, indicó el Ministerio.
El ministro de Economía y precandidato a presidente por el gobernante peronismo, Sergio Massa, declaró esta semana que “se está tratando de saldar la discusión del próximo semestre, o dos trimestres, con el FMI y, en las próximas horas, se va a conocer el programa con el organismo”.
De su lado, el FMI afirmó que “continuará avanzando en su trabajo conjunto (con Argentina) en los próximos días, con el objetivo de llegar a un acuerdo sobre la quinta revisión del programa” crediticio.
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“Las discusiones técnicas continúan sobre un paquete de políticas para salvaguardar la estabilidad económica, en el contexto de una situación desafiante, en parte afectada por la sequía histórica” que golpeó al país sudamericano, admitió la vocero del FMI.
Según las autoridades argentinas, la sequía significó una pérdida de ingresos por unos $20.000 millones.
