Los bancos públicos fueron más lentos en trasladar a sus clientes la reducción en las tasas de interés de los préstamos, comparados con las entidades privadas, luego de la decisión del Banco Central de Costa Rica (BCCR) de disminuir la tasa de política monetaria (TPM).
El Banco Nacional, el de Costa Rica y el Popular tardaron, en promedio, ocho meses en ajustar los intereses de sus créditos en colones cada vez que el BCCR ajustó la TPM. Mientras que las entidades privadas las modificaron en tres meses.
La disparidad fue aún mayor cuando se trató de operaciones con plazos a más de 20 años, como los préstamos para vivienda, pues los públicos modificaron sus tasas en un plazo de 17 meses, mientras que los privados en dos meses.
Así se reseña en el análisis Transmisión de la tasa de política monetaria, incluido por el Banco Central en su Programa Macroeconómico 2021-2022, presentado el pasado 29 de enero.
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En el caso de las tasas de los depósitos en colones, la revisión hecha encontró que en los 13 bancos del sistema financiero, públicos y privados, el traspaso de la reducción de la TPM se completó en un plazo de tres meses.
Además los bancos privados ajustan más rápido sus tasas de depósitos y de préstamos ante aumentos en la tasa de referencia del ente emisor, pues tiene un efecto sobre sus ganancias.
El estudio publicado es un resumen de la investigación económica más amplia, aún en proceso, Transmisión incompleta de la política monetaria: sector bancario costarricense con competencia incompleta, elaborada por José Pablo Barquero, Luis Mendoza y Kerry Loaiza de la institución pública. En el trabajo se analiza la eficacia de la influencia de la TPM en el resto de tasas de interés de créditos y depósitos del sistema bancario.
La tasa de política monetaria, creada en el 2011, es una de las herramientas con la cual el BCCR influye en planes de consumo, ahorro e inversión de familias y las empresas.
Precisamente, entre marzo de 2019 y julio de 2020, la Junta Directiva de la entidad emisora redujo en 10 ocasiones el indicador para estimular la reactivación económica, principalmente, después de iniciada la crisis de la covid-19.
La TPM pasó, en un periodo 16 meses, de 5,25% a 0,75%, es decir un recorte de 4,50 puntos porcentuales (p. p.), para que se tradujera en un menor costo de financiamiento, y contribuya a mitigar el impacto de la pandemia sobre la actividad económica y el empleo, fundamentó la Directiva de la entidad en la última disminución.
Resultado claro, las razones no
Para efectuar el análisis, los economistas del BCCR realizaron una revisión de las tasas de interés de los préstamos entre el 2008 y el 2020; y de los depósitos entre el 2012 y el año pasado.
La verificación se hizo en las tasas en colones y dólares de los 13 bancos bajo la fiscalización de la Superintendencia General de Entidades Financieras (Sugef).
El BCCR detalló, por escrito, que a partir de estudio elabotrado no es posible identificar las razones por las cuáles las tasas de los créditos en la banca estatal se transmiten de manera más lenta cuando hay una baja de la TPM.
“El estudio tampoco aborda las razones por las cuales la velocidad de la transmisión hacia las tasas de los depósitos difiere de la velocidad de transmisión hacia las tasas de los créditos”, argumentó la entidad pública.
El análisis sí afirma que las entidades bancarias hacen el ajuste de tasas más rápido en la moneda donde poseen menor poder de mercado.
Por ejemplo, los públicos sí mueven más rápido sus intereses cuando el crédito o el depósito a plazo es en dólares; y los privados lo hacen cuando es en colones.
Bernardo Alfaro, gerente general del Banco Nacional, explicó que cuando empezó la disminución de la TPM, los bancos públicos ya tenían menores tasas frente los privados.
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“Cuando se da una reducción de la tasa de política monetaria, la posibilidad de la banca privada de reducir sus tasas era mayor, porque tenían márgenes más altos. Obviamente si se trabaja con tasas activas (de préstamos) menores, la capacidad de reducir la tasa se restringe”, destacó Alfaro.
Marvin Rodríguez, gerente del Banco Popular, explicó que la reducción en las tasas de captación fue más ágil debido a que hay una abundancia de liquidez en la economía y los depositantes han preferido ahorrar en corto plazo, donde los intereses que se pagan son menores.
Rodríguez descartó que la estructura de costos operativos de la banca pública sea la razón de la disminución más lenta en las tasas de los créditos.
“Existen diferencias entre la banca pública y privada, entre las cuales se pueden destacar el porcentaje de la carteras de crédito indexadas, la concentración de monedas, plazos de vencimiento de las captaciones y de las carteras de crédito”, resaltó el gerente del Popular.
Rossy Durán, gerente Corporativa de Finanzas del BCR, recalcó que las operaciones crediticias se ajustan conforme al movimiento de la tasa básica pasiva (TBP), pues utilizan este indicador como referencia.
“Lo ideal es que los ingresos financieros (por pago de los préstamos) se ajusten paulatinamente para hacer frente a los gastos financieros (depósitos de clientes)”, comentó Durán.
En el caso de la banca privada, Federico Odio, gerente del BAC Credomatic, dijo que los créditos en colones están enlazados a la TBP, y además gran parte de los depósitos son de corto plazo.
“Responde al movimiento de la tasa básica y los vencimientos. No es algo deliberado, eso en condiciones normales. Pero además hemos hecho mucha ayuda y apoyo (por la pandemia) a 268.000 clientes a quienes les hemos reducido tasa y extendido plazo de los créditos”, afirmó Odio.
El gerente destacó que otra posible hipótesis, puede ser que los arreglos de pago se hicieron, durante el año pasado, de forma automática y muy rápido.