La Junta Directiva del Banco Central de Costa Rica (BCCR) estimó conveniente actuar con “prudencia” en su más reciente decisión de Política Monetaria, en la que mantuvo su tasa en 6,50%. Esta determinación marca el final de una serie de cuatro recortes consecutivos que habían oscilado entre 50 y 100 puntos base (p.b.).
En el comunicado emitido la noche del miércoles, la entidad monetaria explicó que una de las razones clave para mantener sin cambios la tasa fue su valoración de los riesgos que podrían impactar la proyección de la inflación general, los cuales se inclinan hacia el alza.
Específicamente, se mencionan los efectos en los precios debido a perturbaciones en la oferta relacionadas con eventos naturales climáticos, así como los generados por acuerdos para reducir la oferta, como es el caso de los hidrocarburos.
Otro de los riesgos al alza que indicó el Banco Central es el de una posible recomposición del portafolio de instrumentos financieros al ser más atractivo invertir en dólares, que podría generar un aumento abrupto en las expectativas del tipo de cambio, y así, influir en las expectativas de inflación.
Cabe destacar que en los últimos meses, la Reserva Federal de los Estados Unidos (FED) ha mantenido su tasa de referencia en un rango de 5,25% a 5,50%, mientras que el Banco Central comenzó a reducir su TPM en marzo, reduciéndola de 9,00% a 6,50%. Este recorte significativo ha disminuido el premio para invertir en moneda nacional.
Pablo González, analista económico de Mercado de Valores, señaló que la política monetaria de los socios comerciales y su impacto en las tasas de interés podría desempeñar un papel cada vez más relevante en los próximos acuerdos del Banco Central.
La decisión de la entidad se tomó a pesar de que la inflación interanual registró un -3,3% en agosto pasado, marcando el tercer mes consecutivo de variación negativa.
No obstante, el Banco Central argumentó que sus modelos de proyección indican que la inflación general debería mostrar variaciones interanuales menos negativas en lo que queda del año.
“A partir de la valoración de la evolución reciente y esperada de la inflación; (...) la Junta Directiva estima conveniente actuar con prudencia y dar el espacio requerido para que el proceso de reducción de la TPM, iniciado en marzo pasado, continúe su transmisión al resto de tasas de interés (en colones)”, argumentó la entidad.
¿Excesiva prudencia?
Norberto Zúñiga, economista de Ecoanálisis y la Academia de Centroamérica, manifestó que la decisión del Banco Central de mantener sin cambios la TPM no se ajusta adecuadamente a los mismos argumentos proporcionados por la entidad en relación con el comportamiento de la inflación.
“Todos esos datos y argumentos confirman que las eventuales presiones de alzas de precios serán únicamente para ubicar la inflación dentro del rango meta, pero hasta el primer semestre del próximo año. No hay razón para mantener una política monetaria restrictiva en las actuales condiciones”, explicó Zúñiga.
El economista agregó que, aunque las tasas externas aumentaron y el incentivo para invertir en colones disminuye, esto no constituye un argumento completamente válido para no reducir ligeramente la tasa de referencia.
Además, enfatizó en que el Banco Central debe tener autonomía en el manejo monetario y no depender totalmente de las acciones de la FED.
Adriana Rodríguez, gerente general de Acobo Puesto de Bolsa, coincidió en que existía espacio para una disminución en la leve en la TPM.
Consideró que esto sería acorde a lo que se ve en los mercados financieros, donde las menores presiones inflacionarias esperadas y el buen desempeño fiscal de Hacienda están llevando a la baja las tasas efectivas del mercado.
Por otro lado, Rodríguez añadió que el argumento sobre la recomposición de portafolios financieros hacia el dólar es un movimiento inevitable debido a las condiciones actuales del mercado, así como las esperadas para los rendimientos de los bonos del Tesoro de Estados Unidos.
Por su parte, Félix Delgado, exgerente del BCCR y economista de Consejeros Económicos y Financieros (Cefsa), también coincidió en que los argumentos del Banco Central podrían haberse utilizado para justificar alguna reducción moderada de la TPM, de 0.50 o de 0.25 p.p.