La Junta Directiva del Banco Central de Costa Rica (BCCR) aprobó, este 2 de setiembre, la creación de una línea de crédito especial por ¢700.000 millones para que se preste a los clientes de las entidades del sistema financiero más afectados por la crisis sanitaria por la covid-19.
El dinero será aportado por el BCCR mediante nueva emisión de dinero y se canalizará a los hogares y empresas mediante las entidades fiscalizadas por la Superintendencia General de Entidades Financieras (Sugef).
“El nuevo instrumento proveerá a los intermediarios financieros de una fuente de financiamiento en moneda nacional a mediano plazo y bajo costo, con el fin de que trasladen esos recursos, en condiciones también favorables, a los hogares y empresas afectados por la pandemia”, señaló Rodrigo Cubero, presidente del Banco Central, en un comunicado.
El objetivo, argumentó la entidad, es mitigar el impacto económico de la pandemia sobre el consumo, la producción y el empleo, y contribuir a reducir, de esa forma, las secuelas permanentes de la crisis actual sobre el bienestar de las familias y sobre el tejido empresarial.
El BCCR enfatizó que el monto de ¢700.000 millones fue calibrado para que permita cumplir con los objetivos propuestos sin comprometer la meta de inflación.
Los recursos se darán a los bancos, cooperativas, mutuales y financieras en condiciones blandas con el objetivo de que así se otorgue a los deudores mas golpeados por los efectos del covid-19, argumentó el BCCR en su decisión acordada este miércoles 2 de setiembre.
En ente emisor dará flexibilidad a las entidades financieras para que escojan a los clientes a los cuales financiar. Pero dispuso que el dinero se debe prestar en operaciones en colones para readecuaciones, prórrogas y nuevos créditos.
En caso que se use para extender prórrogas crediticias, estas no podrán ser menores a los tres meses para ningún deudor.
Para asegurar el cumplimiento de los objetivos de este instrumento, las instituciones financieras deberán remitir al BCCR para su aprobación, como requisito para el acceso a la facilidad, un plan de uso de los recursos.
El Banco Central verificará que las condiciones crediticias ofrecidas en esos planes son mejores que las existentes en el mercado financiero.
“Para que esta facilidad pueda traducirse en mejores condiciones crediticias para los hogares y las empresas se requiere, en primer lugar, que los intermediarios financieros soliciten la facilidad al Banco Central mediante la entrega y aprobación de su plan de uso de recursos, y en segundo lugar, que los deudores y sus intermediarios financieros acuerden nuevos créditos o arreglos de pago que se financien con esos recursos”, manifestó Cubero.
El jerarca enfatizó que se va a requerir una actitud proactiva de las entidades financieras y del sector privado.
Una vez que el Banco Central aprueba la solicitud, los intermediarios financieros deberán publicar en su sitio web el plan de uso de los recursos. Esa información también estará disponible en el sitio del BCCR, y permitirá a los usuarios actuales y potenciales del crédito informarse sobre las condiciones ofrecidas.
Condiciones para las entidades
A las entidades financieras se les otorgarán líneas de crédito a un plazo de cuatro años con un interés de tasa de política monetaria (TPM), actualmente en 0,75%, más una prima de cinco puntos base (0,05%), la cual regirá para todo el periodo del crédito. En total, la tasa sería de 0,80% al día de hoy.
La facilidad contará con dos plazos de financiamiento, uno de dos años y otro de cuatro años, de acuerdo con el horizonte que requieran los intermediarios financieros para apoyar a sus diferentes deudores. Ambos serán contados a partir de la formalización de la operación.
Como garantía para los recursos que el Banco Central preste, los intermediarios financieros deberán aportar títulos valores disponibles y elegibles para el Mercado Integrado de Liquidez (MIL), en colones y dólares, que cubran la totalidad del monto otorgado, en las condiciones de valoración y márgenes establecidos por el BCCR.