El Banco Central de Costa Rica (BCCR) proyectó una mejora en el crecimiento económico para este año y el 2022, a raíz de un mayor dinamismo en las exportaciones, más consumo interno y un aumento en la inversión privada, en especial, en el sector de la construcción.
Para el 2021, el ente emisor prevé que el producto interno bruto (PIB) aumente 5,4%, lo cual es un punto y medio más respecto a su previsión de 3,9%, de julio pasado, cuando presentó la revisión del Programa Macroeconómico 2021-2022.
Para el próximo año también proyectó un alza en la producción del 4,5%, es decir, de 0,8 puntos más comparado con el 3,7% previsto a mitad de año. Así lo informó Rodrigo Cubero, presidente de la autoridad monetaria, en la presentación del Informe de Política Monetaria, efectuada este lunes 1.° de noviembre.
“Hay un repunte significativo en las exportaciones y en la inversión privada en construcción con destino residencial y no residencial. Hay un repunte más fuerte en el consumo, eso llevó la revisión al alza para el 2021 y, para el 2022, prevemos un repunte mucho mayor por el turismo y el avance de las campañas de vacunación”, explicó Cubero.
La previsión de la entidad es que, para este año, las exportaciones tengan una variación interanual del 14,6%, en vez del 12,4% que se estimó a mitad del año.
El sector de manufactura, principalmente instalado en el régimen de zona franca, se visualiza como el motor del dinamismo gracias a los dispositivos médicos y microprocesadores.
Cubero resaltó que, el importante encadenamiento de las multinacionales con las compañías locales, tendrá un efecto positivo para la producción.
Para Carlos Montenegro, director ejecutivo de la Cámara de Industrias, el crecimiento manufacturero tiene una fuerte influencia de las empresas de zona franca; las del régimen definitivo se recuperan pero a menor ritmo.
“La manufactura, que ha sido impactada en forma importante por los aumentos en los precios internacionales de materias primas y por el aumento de los fletes, así como problemas en las cadenas de suministro, de continuar por mucho tiempo más esa situación, podría repercutir a la baja en las proyecciones de crecimiento tanto para este como para el próximo año”, manifestó el representante empresarial.
Del lado de la inversión privada, el BCCR elevó el crecimiento previsto para este año a 5,4%, en vez del 2,9%, estimado a mitad de año.
“En el consumo también prevemos una mejora importante para el 2021 y el 2022, lo importante aquí es que estas mejoras se debe al ingreso personal disponible, por eso es que se permite prever un consumo más elevado”, explicó Cubero.
El ente emisor prevé que el consumo interno crezca 3,4% durante este año, en vez del 2,4% proyectado en julio anterior. Para el 2022, la proyección será de un aumento interanual del 3,5%, en lugar del 2,6% que se estimó en la revisión del actual programa macroeconómico.
Retorno a nivel prepandemia
Entre los aspectos positivos señalado por el jerarca del BCCR está que, desde el tercer trimestre de este año, hubo actividades que alcanzaron el nivel de producción registrado en el 2019, antes de la pandemia de la covid-19.
El funcionario mencionó, en específico, el sector de manufactura, actividad financiera, informática y comunicación y construcción. Aunque las actividades de comercio y las ligadas al turismo, como hoteles, restaurantes y transportes, siguen por debajo del nivel previo a la crisis sanitaria. En el caso de la actividad comercial, la previsión es que se recupere el próximo año.
“En el 2022 veremos mayor nivel de visitación de turistas, pero no se alcanzará el nivel prepandemia. Estamos previendo que eso se alcanzará hasta el 2023. Eso sí, alrededor de un año y medio antes de lo esperado”, dijo Cubero.
El jerarca destacó que todas las actividades económicas tuvieron revisiones al alza en el crecimiento porcentual, para este año, y así se mantendrán en el 2022.
Riesgo en el horizonte
Cubero explicó que entre los principales riesgos que amenazan las proyecciones están la evolución de la pandemia en Costa Rica y en el extranjero, pues un recrudecimiento de los casos implicaría volver a las medidas sanitarias restrictivas.
Otra de las amenazas, en especial para el 2022, es que los diputados atrasen, diluyan o rechacen los proyectos de consolidación fiscal pactados con el Fondo Monetario Internacional (FMI), lo cual podría llevar a una suspensión de los desembolso de este y otros organismos multilaterales.
“Sabemos que es necesario que el país efectúe un ajuste fiscal adicional, al realizado en el 2018, por el mayor nivel de deuda pública (...) La pérdida de oportunidades de crédito barato tendría un impacto negativo en el déficit fiscal del Gobierno, sobre las tasas de interés, la confianza de los consumidores, el tipo de cambio y el crecimiento económico”, expresó Cubero.
Adicionalmente, mencionó las presiones inflacionarias que, aunque se prevé sean transitorias, podrían llevar este indicador por encima de la meta del 3%, con lo cual el BCCR tomaría las medidas necesarias.
Cubero explicó que los riesgos para la previsión de inflación están claramente sesgados al alza y son monitoreados por la entidad.
“El Banco Central se compromete a continuar con una postura de política económica expansiva, en apoyo a la recuperación económica, en el tanto las condiciones macroeconómicas y los modelos de pronóstico indiquen que, en los próximos 24 meses, la inflación no excederá de forma sostenida la meta del 3%”, explicó el jerarca de la institución monetaria.
Cubero destacó que las proyecciones de inflación actuales permiten al Banco mantener la política expansiva, pero actuarán en una reversión de la tasa de interés, cuando sea necesario.
La forma en la que el BCCR puede modificar los estímulos económicos es, principalmente, con una subida en la tasa de política monetaria (TPM) la cual está en un mínimo histórico de 0,75%, desde junio del 2020.