El Banco Central de Costa Rica (BCCR) está más cerca de alcanzar su objetivo de retornar a una política monetaria neutra, luego de que la Junta Directiva aprobó, este jueves, recortar 50 puntos básicos adicionales a su tasa de interés de referencia, llevándola a 4,75%. Los directores reiteraron en su informe que se buscará esta neutralidad en la medida en que las condiciones macroeconómicas lo permitan.
La tasa de política monetaria neutral es aquella que no estimula o desestimula la economía, con lo cual carece de efecto en la inflación. El presidente de la institución, Róger Madrigal, declinó dar un número en específico sobre el nivel que le permitiría al BCCR retornar a esta postura. Sin embargo, comentó que el indicador se aproxima a ese punto.
“Estamos más cerca (de la postura neutral). Probablemente más cerca de lo que se creía en un principio”, indicó en una conferencia de prensa este 25 de abril, luego de la sesión de Junta Directiva donde revisaron el indicador.
Por su parte, el economista jefe del BCCR, Alonso Alfaro, agregó que si la meta de inflación es del 3%, una tasa real neutral sería en adición a la meta, es decir, por encima de ese porcentaje. De igual manera, Rodrigo Cubero, expresidente del BCCR, comentó en agosto pasado, que la tasa neutral rondaría el 4% en términos nominales, porcentaje que incluye la inflación meta del 3% y un premio.
Sobre las decisiones para bajar de la TPM, Madrigal dijo que se fundamentó en riesgos de corto y mediano plazo. En lo inmediato, mencionó la inflación alta en Estados Unidos, principal socio comercial del país; así como un subida en precios de los combustibles como consecuencia de los conflictos bélicos.
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“En el mediano plazo sigue el riesgo de una inflación muy baja en Costa Rica. Pero también la política monetaria de contracción en el resto del mundo”, recalcó el jerarca del BCCR, durante la conferencia de prensa.
La tasa de política monetaria es una de las herramientas que tiene el Banco Central para influir en la economía y, por lo tanto, también influye en sus ahorros, las cuotas de sus créditos y hasta en el consumo de los hogares. También se le denomina “tasa de referencia”.
Dentro de las consideraciones, el Banco Central estimó que el retorno a valores positivos para la inflación interanual en Costa Rica será a partir del segundo semestre del 2024, y que el ingreso al rango de tolerancia definido para la inflación (entre 2% y 4%) se daría a inicios del 2025.
“La información disponible a la fecha, observada y prospectiva, señala que hay espacio para reducir la TPM hasta un nivel cercano al de una postura neutral. En esta ocasión la valoración de los riesgos que pudieran desviar la inflación de la senda proyectada muestra un sesgo a la baja en el corto plazo, riesgos que tenderían a equilibrarse hacia el mediano plazo”, comenta la Junta, en su resolución.
De los riesgos a la baja destacó un desempeño económico de los principales socios comerciales de Costa Rica inferior al previsto, ante los efectos de una política monetaria restrictiva por un tiempo más extenso. En el ámbito interno, un traspaso más lento de los usual, y en menor magnitud, de los cambios en la TPM hacia las tasas de interés activas.
Sin embargo, los directores de la autoridad monetaria destacaron otros riesgos que aumentan, como los choques de oferta y la fragmentación del comercio global y la recomposición no ordenada en el portafolio local de instrumentos financieros, producto de una diferencia persistente entre las tasas de interés por monedas, que ocasione un aumento abrupto en las expectativas cambiarias y, consecuentemente, en las de inflación.
Félix Delgado, exgerente general del BCCR, refirió que la entidad debería haber bajado más rápido las tasas ante la inflación negativa que se viene observando. “Me parece que el Banco ya se pellizcó, aunque todavía falta bajar más la tasa, en mi opinión. Lo que alegra es que ya está oyendo las voces que clamaron en el desierto por varios meses”, destacó.
Por su parte, Daniel Ortiz, director ejecutivo de Consejeros Económicos y Financieros (Cefsa), indicó que con este ajuste, el Banco Central va en la dirección correcta, sin embargo, consideró que aún queda espacio para seguir reduciendo un poco más el indicador.
Ortiz refirió que el cambio en la postura conservadora del BCCR puede estar asociado a la continua caída en el tipo de cambio, los 10 meses de inflación negativa y la desaceleración en la economía.