El Banco Central aumentó la venta de dólares en el mercado cambiario para atenuar el alza en el precio de la divisa y activó, esta semana, la compra de bonos del Gobierno para aliviar la caída en el precio de estos valores.
Ambos mercados funcionan de manera similar. En el cambiario Monex, que es una plataforma electrónica, los oferentes ponen sus ofertas de compra o venta del dólar y el Banco Central entra como un participante más a comprar o vender divisas.
Es lo que llaman un “mercado ciego”. Los participantes no saben quiénes son los oferentes o los demandantes, simplemente si están de acuerdo con el precio las operaciones se calzan. El Banco Central participa como uno más.
Si hay presiones al alza en el dólar, como en estos días, el Banco Central entra a vender divisas y entonces evita que el precio siga subiendo. Después de la sesión, el Banco Central publica cuánto vendió, en este caso.
Este 27 de octubre la entidad transó casi $42 millones en el Monex, la cifra más alta del año. En lo que va de octubre ha vendido $111 millones.
Por otra parte, el mercado secundario de la Bolsa Nacional de Valores es similar, según explicó José Rafael Brenes, gerente general de esta entidad.
Ahí si una persona quiere vender un bono del Gobierno, por ejemplo, porque necesita los recursos (liquidez) entonces acude a un puesto de bolsa, el cual lo asesora y lleva el bono al mercado para ofrecerlo.
El Banco Central, añadió Brenes, no tiene que ir por los puestos de bolsa para comprar los bonos del Gobierno, pero sí usa los mismos canales de los puestos de bolsa y para efectos del mercado es un participante más. Este mercado también es “ciego”.
“Nuestro mercado opera a través de un sistema transaccional que garantiza la transparencia, garantiza la equidad en la concurrencia, eso quiere decir que todo el mundo tiene la misma oportunidad, en condiciones similares, de adquirir el bono, y lo que aplica es el primero en tiempo, primero en derecho”, explicó Brenes.
El 26 de octubre el Banco Central adquirió emisiones por ¢1.678 millones, con vencimientos al 2029 y 2030. El monto es pequeño, explicó Brenes, representa menos del 2% de lo que la entidad otorga a las entidades que requieren recursos en otro mercado llamado Mercado Integrado de Liquidez, donde las entidades transan, precisamente, recursos a corto plazo.
FUENTE: BANCO CENTRAL || INFOGRAFÍA/ LA NACIÓN.
Lo importante de la compra es que activó una herramienta relativamente nueva dentro del arsenal del Banco Central para mantener la estabilidad financiera.
Esta herramienta se la otorgó la Asamblea Legislativa al Banco Central el 3 de abril pasado mediante una reforma a la Ley Orgánica del Banco Central, y la Junta Directiva del Banco aprobó, el 13 de abril, que la compra máxima que puede hacer de bonos del Gobierno en el mercado secundario es hasta ¢250.000 millones.
“Con esta acción el BCCR (Banco Central de Costa Rica) procuró evitar que ciertas presiones que se empezaban a observar en ese sector de la curva pudieran afectar el comportamiento de otros instrumentos y repercutieran en el resto del mercado”, indicó el Banco Central en un comunicado.
Si el precio de los bonos empieza a bajar y otros participantes se preocupan y también empiezan a vender sus valores, se puede dar una reducción abrupta que termina afectando a los ahorrantes, dueños de los bonos por medio de los fondos de pensiones, de inversión y de las inversiones de los bancos, por ejemplo.
Brenes explicó que el objetivo del Banco Central no es garantizar un nivel de precios para los bonos, así como tampoco garantiza un tipo de cambio, sino que los ajustes sean ordenados.
El emisor agregó, en una respuesta a consultas de La Nación, que las adquisiciones de bonos de este lunes se realizaron a valor de mercado, mediante la publicación de ofertas de compra, visibles para todos los participantes, según las reglas de negocio definidas para el mercado secundario.
Sobre si se dejará estos instrumentos hasta el vencimiento o los volverá a vender, el Banco añadió que “valorará esa decisión oportunamente”.
¿Por qué sube el dólar y bajan los bonos?
Existen varias razones que explican estos ajustes, pero en ambos parece asomarse un factor común y es que debido a la falta de decisiones respecto al problema fiscal las personas reacomodan sus inversiones.
Ante la actual incertidumbre fiscal, los inversionistas pueden demandar más dólares para refugiarse y los bonos del Gobierno se hacen más riesgosos, entonces los ahorrantes piden más rendimiento, el cual varía en forma inversa al precio.
“No es que el Gobierno vaya a ser un default (incumplir el pago de su deuda), porque no estamos en esa situación, pero la perspectiva de que nos bajen la calificación de riesgo si seguimos atrasando las medidas que deben de tomarse van a hacer que, efectivamente, los precios de esos bonos puedan seguir a la baja y alguien no quiera tomar ese riesgo”, comentó Brenes.
“El problema básico se origina en la necesidad de recuperar la confianza y la credibilidad en el rumbo que lleva la economía costarricense de parte de los diferentes inversionistas institucionales, mientras esas condiciones no estén claras lo que va a existir es mucha incertidumbre y ante esa incertidumbre los mercados van a exigir más rendimiento”, opinó Alejandro Solórzano, gerente general de la operadora de pensiones Vida Plena.
En el caso del mercado cambiario también pesa el menor ingreso de divisas al país por turismo y que ésta es una época típicamente más seca de dólares, según comentó Rodrigo Cubero, presidente del Banco Central.
“En octubre de este año las ventanillas de los intermediarios cambiarios han sido negativas (esto significa que el público ha comprado más dólares de los que ha vendido), lo que en parte se explica por factores estacionales (la dinámica típica del mercado cambiario para este periodo del año) y también por un menor influjo de dólares al país producto de los efectos de la pandemia. Además, no se puede descartar que haya habido ajustes en carteras de inversión”, dijo Cubero.
“Afortunadamente, el Banco Central cuenta con un nivel adecuado de reservas internacionales para hacer frente a episodios de tensión en el mercado cambiario y evitar fluctuaciones violentas en el tipo de cambio”, añadió el presidente de la autoridad monetaria.
Solórzano considera que en el mercado cambiario están influyendo más factores externos, como la menor oferta de ingresos por turismo y la demanda para pagar combustibles; no obstante, éstos se unen a la situación interna.
Colaboró el periodista Óscar Rodríguez.