El Banco Central justificó, este martes 27 de octubre, que la compra de bonos del Gobierno que realizó en el mercado secundario, el 26 de octubre, fue para frenar presiones en los precios de estos valores que pudieran afectar a otros instrumentos.
Este lunes, el Banco Central adquirió en el mercado secundario dos distintas series del Ministerio de Hacienda, por ¢1.678 millones (un 21% del total negociado ese día en dicha plataforma), con plazo al vencimiento de entre 9 y 10 años.
“Con esta acción, el BCCR (Banco Central de Costa Rica) procuró evitar que ciertas presiones que se empezaban a observar en ese sector de la curva pudieran afectar el comportamiento de otros instrumentos y repercutieran en el resto del mercado”, indicó el ente emisor, por medio de un comunicado de prensa enviado este martes.
La Junta Directiva del BCCR aprobó, el 13 de abril, la compra de hasta un máximo de ¢250.000 millones en bonos de deuda del Gobierno, en el mercado secundario, donde los bonos se negocian por segunda o más veces.
Dicha medida se toma luego de que el Congreso aprobara, el 3 de abril, esta potestad con una reforma a la Ley Orgánica del Banco Central.
Esta herramienta le permite al Banco intervenir si se dan presiones al alza o a la baja en el precio de los valores, que puedan afectar al resto del mercado.
En esta ocasión, se dieron presiones a la baja, entonces el Banco intervino con compras para evitar que cayeran más. Una reducción abrupta puede incentivar a otros tenedores a vender los títulos y alimentar más la reducción.
La reducción abrupta afecta a los tenedores de los títulos, como son, por ejemplo, los fondos de pensiones o de inversión, y eso a los ahorrantes.
Esta es una herramienta de política monetaria usada por bancos centrales, como la Reserva Federal de Estados Unidos o el Banco Central Europeo, como parte de su responsabilidad de procurar la estabilidad financiera.