El Banco Central de Costa Rica (BCCR) mantuvo en 2,7% la proyección de crecimiento en el producto interno bruto (PIB) de Costa Rica para este año, según las más recientes proyecciones macroeconómicas presentadas en el Informe de Política Monetaria 2023-2024. Para el 2024, la estimación de crecimiento es de 3,5%.
Róger Madrigal, presidente del BCCR, explicó que la proyección de crecimiento para este año se fundamenta en la demanda externa neta, es decir, las exportaciones, así como en el consumo de los hogares (crecerá 2,3% en el 2023).
“El énfasis que quiero hacer es que en todos los casos crecemos, habrá más ingresos, bienes y servicios, y riqueza para los costarricenses en los próximos años. Nada más que el ritmo de aumento se modera en 2023 y en el 2024 se acelera con respecto al 2023″, afirmó Madrigal.
En el 2022, la economía costarricense creció 4,3%, según los datos presentados este martes 31 de enero por el Banco Central.
Por actividad económica, para el 2023, se prevé un crecimiento en hoteles y restaurantes, vinculados principalmente al turismo, del 7,4%; aunque sí tendrá una disminución si se compara con el aumento para el año anterior, que fue de 14,9%.
Las actividades de Informaciones y comunicaciones, así como servicios empresariales, también destacan entre las proyecciones de crecimiento del 2023. En el primer caso se prevé que crezca 6,6% y en el segundo, 5,6%; no obstante, se repite la misma situación de hoteles y restaurantes, pues su desempeño se modera respecto al 2022.
Por su parte, la agricultura crecerá 1,2%, un escenario más favorable que el del año previo, cuando se contrajo 4,1%. En tanto, la construcción, con destino público y privado, será la única actividad que se mantendrá en terreno negativo para este año, de acuerdo con la proyección del Banco Central, pues se posicionará en -3,0%.
Según las proyecciones de la entidad monetaria, será hasta el 2024 cuando todas las actividades económicas registren algún crecimiento, encabezado por hoteles y restaurantes, información y comunicaciones, así como por los servicios empresariales.
Esta es la primera ocasión en que el Banco Central no realiza un ajuste a la baja en su proyección de crecimiento para el 2023. El dato inicial fue de 4% en enero; la previsión para julio fue de 3,4% y en octubre se redujo a 2,7%. Parte del cambio se debe, principalmente, a que la base de comparación para este año es más alta.
Los datos más recientes de la evolución de la producción de Costa Rica se dan en un contexto en el que la inflación se ha desacelerado, luego de alcanzar un pico de 12,13% para el mes de agosto, según el Índice de Precios al Consumidor del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC).
El último registro del IPC se situó en 7,88% a diciembre, una cifra que aún se mantiene por encima del rango objetivo de la institución: que el indicador alcance el 3%, con una posible desviación de un punto porcentual hacia arriba o hacia abajo.
La semana pasada, la tasa de política monetaria (TPM) del Banco Central, se mantuvo en 9%, como medida para reducir las presiones inflacionarias.
Control de la inflación
En la presentación del informe, el jerarca del Banco Central reafirmó el compromiso de la institución en alcanzar el objetivo del control de la inflación, cuya escenario ideal es el de llegar a la meta central del 3%.
“El compromiso del Banco con la inflación es del 3%, en eso la política no ha cambiado, lo cual nos lleva a darle un seguimiento permanente para aplicar los ajustes que sean necesarios en la tasa de política monetaria”, comentó Madrigal.
Madrigal añadió que se prevé que la inflación general entraría en la meta establecida por la entidad, a finales del 2023. Sin embargo, la subyacente (medición a corto y medio plazo) lo haría hasta el primer semestre del 2024, aunque antes de lo proyectado en el informe de octubre pasado, cuando se esperaba que ambos indicadores lo hicieran a finales del próximo año.
Según el Central, la reciente desaceleración de la inflación responde, en buena medida, a una baja en las presiones derivadas de choques externos, en especial, la disminución en precios de materias primas. Adicionalmente, hubo factores internos que reforzaron el comportamiento, entre estos el endurecimiento de la política monetaria.
Tipo de cambio
Durante la presentación del informe de política monetaria, Madrigal resaltó que el tipo de cambio ha mantenido una tendencia a la baja desde el segundo semestre del 2022, cuando alcanzó un precio cercano a los ¢700, y reiteró que la institución ha mantenido su participación en el mercado cambiario.
“Desde julio del 2022, el Banco tiene una alta participación en el mercado cambiario, en todos los casos mayor al 60%, es decir, es el comprador residual de divisas. El Banco Central ha estado muy participativo y activo en el mercado cambiario”, aseguró Madrigal.
El presidente del Banco Central expuso que los ingresos de divisas por turismo en el 2022 crecieron 80% en comparación con el año previo, lo que incrementó la oferta de dólares, junto a la entrada de nuevas empresas de inversión directa y una menor demanda de las operadoras de pensiones.
Finalmente, mencionó que mantendrán su participación para mitigar fluctuaciones violentas en el tipo de cambio, y continuará con el análisis de eventuales cambios operativos para propiciar un mejor funcionamiento del mercado cambiario.