La Junta Directiva del Banco Central de Costa Rica (BCCR) decidió, en la sesión de este jueves 18 de julio, mantener su tasa de política monetaria (TPM) en 4,75%. El indicador permanece en este nivel desde finales de abril, y esta es la segunda vez consecutiva en que se deja sin cambios.
Róger Madrigal, presidente del BCCR, explicó en una conferencia de prensa, al final de la tarde del jueves, que la inflación entrará al rango de tolerancia del Banco Central, de entre 2% y 4%, a inicios del próximo año, y que presentará valores positivos en lo que resta de 2024. Añadió que las expectativas inflacionarias continúan alineadas con la meta.
“El Banco avanza gradualmente hacia la neutralidad en su política monetaria, pero esa neutralidad tiene que evaluarse desde un contexto de los riesgos que tiene para la inflación el nivel de tasa de política que establezcamos. Los cambios en la tasa serán graduales y prudentes”, comentó el jerarca.
Desde marzo de 2023 a la fecha, la TPM acumula una reducción de 425 puntos base, desde el máximo de 9% que alcanzó en octubre de 2022. Según el comunicado enviado por el ente emisor este jueves, la tasa se “acerca a la zona de neutralidad de la política monetaria”.
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En junio anterior, la inflación cumplió 13 meses en terreno negativo, aunque se ha acercado cada vez más a 0% en las cinco últimas revisiones. En dicho mes, el indicador medido por la variación interanual del índice de precios al consumidor (IPC) tuvo un valor de –0,03%.
De acuerdo con los datos publicados a inicios de julio por el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC), el indicador de inflación acumula 14 meses seguidos por debajo del 2%, punto inferior del rango de tolerancia de la meta de inflación del Banco Central, que es del 3% con una desviación de un punto porcentual hacia arriba o hacia abajo.
Madrigal comentó que en los próximos trimestres se espera una inflación positiva, pero baja. Sin embargo, aseguró que los riesgos en un horizonte más amplio se inclinan levemente al alza por factores geopolíticos, climáticos o de recomposición de instrumentos financieros.
“Hay riesgos geopolíticos que creo que se han exacerbado en los últimos meses. A esto se le une una realidad, que son los cambios que, eventualmente, se puedan dar en algunas economías, como la llegada de nuevas administraciones que podrían ser más proteccionistas”, remarcó el jerarca.
En relación con los riesgos, los directores del BCCR destacaron que al alza inciden los choques de oferta y la fragmentación del comercio global, así como la recomposición desordenada en el portafolio local de instrumentos financieros producto de diferenciales de tasas entre monedas.
Sobre este último aspecto, Madrigal indicó que se mantiene como riesgo latente, pero que todavía no se ha manifestado esa recomposición desordenada de los instrumentos financieros. El jerarca enfatizó en que, si esto se materializa, impacta en las expectativas cambiarias y, por ende, en las de inflación.
Por su parte, a la baja se destacó un desempeño económico de los principales socios comerciales de Costa Rica inferior al previsto, ante los efectos de una política monetaria restrictiva por un tiempo más extenso. En el ámbito interno, un traspaso más lento de lo usual de los cambios en la TPM hacia las tasas de interés activas.
En esta ocasión, el Banco Central tomó la decisión una semana antes que la Reserva Federal de Estados Unidos (FED). En la revisión de junio, Madrigal manifestó que el ente emisor es cuidadoso en que la diferencia entre los rendimientos del ahorro en moneda nacional y extranjera no sea negativa por mucho tiempo.
Actualmente, el diferencial de la TPM es de 50 puntos respecto al límite inferior de la tasa de la FED. El jerarca manifestó que el Banco Central observa el comportamiento de otros entes monetarios, pero que fundamentalmente en la decisión se analizan las condiciones internas.
La tasa de política monetaria es una de las herramientas que tiene el Banco Central para influir sobre la economía y, por lo tanto, también influye sobre los ahorros, las cuotas de los créditos y hasta lo que se consume. Se le denomina también “tasa de referencia”.