El Banco Central de Costa Rica (BCCR) prevé que la inflación general del país continúe el proceso de desaceleración en los próximos meses, e incluso existe probabilidad de que este año finalice en 3,98%, es decir, justo dentro del rango meta establecido entre el 2% y el 4%.
La proyección del ente emisor significa que el indicador retornará antes de lo previsto al objetivo inflacionario de la institución pues, en octubre del 2022, dicho escenario ocurría hasta el primer semestre del 2024.
La estimación más favorable la expuso Róger Madrigal, presidente del BCCR, este martes 31 de enero, durante presentación del Informe de Política Monetaria 2023-2024. En esta actividad también anunció un crecimiento de la producción de 4,3% en el 2022; y que se mantuvo la estimación del 2,7% para este año; además se proyectó 3,5% para el 2024.
Madrigal también detalló que la inflación subyacente (excluye variables estacionarias en los precios) retornará al rango de tolerancia en el primer semestre del 2024. En octubre pasado, la previsión era en la segunda mitad de ese mismo año.
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Inflación general
Cifras en porcentajes / Datos trimestrales
FUENTE: BANCO CENTRAL || INFOGRAFÍA / LA NACIÓN.
El jerarca destacó que los precios se redujeron el año pasado, pero siguen por arriba del 3% de la meta central. “La inflación en Costa Rica es de bienes, sobre todo en la parte no regulada (cuyos precios los fija el mercado), eso preocupa un poquito”, recalcó.
El economista Daniel Ortíz consideró que la corrección hecha en el indicador tiene lógica porque, de octubre pasado a enero, hay nuevas premisas internacionales y de variables relevantes para la inflación, como el costo de combustibles.
“Hay menores presiones, por ejemplo, el costo de los contenedores (en transporte marítimo) está muy cercano al valor prepandemia”, destacó Ortíz.
Por su parte, el economista Juan Robalino, director del Instituto de Investigaciones en Ciencias Económicas de la Universidad de Costa Rica (UCR), calificó como alentador que el Banco Central espere alcanzar su rango meta de inflación a finales de año con la desaceleración de los precios al consumidor.
El BCCR estableció, desde enero del 2018, el sistema de metas de inflación el cual se caracteriza por el anuncio público sobre el compromiso de alcanzar un objetivo cuantitativo en el indicador, actualmente es del 3%, con un rango de tolerancia de un punto porcentual.
El cumplimiento de este objetivo es relevante porque, cuando el indicador se aparta de su meta, el BCCR usa principalmente la tasa de política monetaria (TPM) para hacerlo retornar a sus objetivo.
Precisamente eso fue lo que ocurrió cuando la institución llevó la TPM desde el 0,75%, en diciembre del 2021, hasta el 9% en octubre pasado, nivel en el cual continúa. Esto significa 825 puntos básicos de aumento.
El alza en esta tasa tiene como objetivo influir en el resto de tasas de interés en colones, para encarecer el endeudamiento en moneda nacional y estimular el ahorro. Y, de esa manera, frenar la expansión monetaria en la economía.
El ente emisor elevó su TPM por el rápido ascenso de la inflación, que llegó al 12,13%, en setiembre pasado, pero finalizó en 7,88%, en diciembre del 2022, según el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC).
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Inflación subyacente
Cifras en porcentajes / Datos trimestrales
FUENTE: BANCO CENTRAL || INFOGRAFÍA / LA NACIÓN.
¿Y las tasas?
A pesar de que la inflación se mueva hacia el rango meta de la institución, el presidente del BCCR no prevé que se modifique la política restrictiva en su tasa de política monetaria de manera inmediata.
El fundamento es que aún persisten las presiones inflacionarias globales, lo cual lleva a los países a mantener el endurecimiento de las medidas monetarias.
A lo interno, Madrigal mencionó que la desaceleración de la inflación no ha sido tan rápido como se esperaba, por lo cual, se alarga el periodo de mantener condiciones financieras restrictivas.
“Depende de la evolución de las perspectivas y de las proyecciones de inflación, uno podría reducir la tasa (de política monetaria) y aún así ser expansivo, o mantener la tasa o subirla y se contractivo. No es un ejercicio tan mecánico”, destacó el jerarca.
Y enfatizó que el BCCR evalúa las condiciones y, de acuerdo con esa revisión, hará los cambios que sean necesarias en la TPM. “No decimos aumentos, no decimos disminuciones. Hacemos las modificaciones porque en cada momento se juzga”, apuntó.
Robalino, por su parte, espero que la baja en el indicador se traduzca en una reducción en la TPM dentro de algunos meses.
Por su parte, Ortíz recalcó que aunque el Banco Central ajuste su tasa a la baja, el efecto en las tasas de interés en colones del mercado financiero local tardará un tiempo en reflejarse.
“Muy posiblemente en el segundo semestre (de este año) se dé la disminución. La baja dependerá de qué tanto se reduzca la inflación”, consideró este último especialista.
Crecimiento económico
En el caso de la actividad económica, el BCCR mantuvo en 2,7% la proyección de crecimiento en el producto interno bruto (PIB) de Costa Rica para este año, tal como lo previó en octubre pasado.
El jerarca del ente emisor explicó que la estimación de crecimiento para este año se fundamenta en la demanda externa neta, es decir, las exportaciones, así como en el consumo de los hogares (crecerá 2,3% en el 2023).
“El énfasis que quiero hacer es que en todos los casos crecemos, habrá más ingresos, bienes y servicios, y riqueza para los costarricenses en los próximos años. Nada más que el ritmo de aumento se modera en 2023 y en el 2024 se acelera con respecto al 2023″, afirmó Madrigal.
Por actividad económica, para el 2023, se prevé un crecimiento en hoteles y restaurantes, vinculados principalmente al turismo, del 7,4%; aunque sí tendrá una disminución si se compara con el aumento para el año anterior, que fue de 14,9%.
Las actividades de Informaciones y comunicaciones, así como servicios empresariales, también destacan entre las proyecciones de crecimiento del 2023. En el primer caso se prevé que crezca 6,6% y en el segundo, 5,6%; no obstante, se repite la misma situación de hoteles y restaurantes, pues su desempeño se modera respecto al 2022.
Por su parte, la agricultura crecerá 1,2%, un escenario más favorable que el del año previo, cuando se contrajo 4,1%. En tanto, la construcción, con destino público y privado, será la única actividad que se mantendrá en terreno negativo para este año, de acuerdo con la proyección del Banco Central, pues se posicionará en -3,0%.
Según las proyecciones de la entidad monetaria, será hasta el 2024 cuando todas las actividades económicas registren algún crecimiento, encabezado por hoteles y restaurantes, información y comunicaciones, así como por los servicios empresariales.