El Banco Central de Costa Rica (BCCR) decidió reforzar el “colchón” de reservas monetarias internacionales destinado a satisfacer la demanda de divisas por parte de las instituciones del sector público no bancario (SPNB) para sus operaciones con dólares.
El ente emisor se encarga de proporcionar a las instituciones públicas los dólares necesarios para ejercer sus funciones. Para hacerlo, compra en el Mercado de Monedas Extranjeras (Monex) o les vende divisas de sus propias reservas monetarias internacionales.
Róger Madrigal, presidente del Banco Central, aseguró que en algunos casos han comprado más divisas de las que exige el sector público, con el fin de mantener una reserva para momentos de alta demanda por parte de las instituciones. En junio y lo que va de julio, el BCCR ha comprado más de lo que ha demandado el SPNB.
Durante la conferencia de prensa sobre la decisión de política monetaria del Banco Central, y en respuesta a una consulta de La Nación, el jerarca manifestó que este año han decidido aumentar un poco más esa reserva para futuras demandas del sector público.
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“Entonces, hemos seguido comprando (dólares), pero lo hemos puesto en ese apartado que es para futuras demandas del sector público”, dijo Madrigal al ser consultado sobre la pausa de dos meses hecha por el ente emisor en la adquisición de divisas para alimentar directamente el saldo de reservas monetarias internacionales.
El jerarca señaló que en el pasado el Banco Central solía proveer divisas al sector público directamente de sus reservas en momentos de tensión en el mercado cambiario, pero agregó que no lograban reponer esos dólares en plazos cortos. Añadió que la Junta Directiva de la entidad cambió su posición para que, en la medida de lo posible, las compras destinadas a satisfacer la demanda de las instituciones públicas sean contemporáneas.
Por ello, también decidieron establecer dicho “colchón” para momentos de alta demanda de divisas del sector público, dado que la abundancia de dólares en Costa Rica tiene una estacionalidad que impacta los flujos que se llevan a negociar en el Monex.
“Hay un saldo que utilizamos, porque hay ocasiones donde no hay divisas, no se pueden comprar, entonces se reduce ese saldo, pero es temporal. Es como un factor que nos permite ajustar esas pequeñas estacionalidades que pueden ocurrir en determinado momento”, afirmó Alonso Alfaro, economista jefe del Banco Central.
Madrigal comentó que el año pasado esta reserva destinada a atender las solicitudes del sector público terminó con $160 millones. En el 2024, la diferencia entre las compras y las ventas hechas para las instituciones registra un déficit de $179 millones. Sin embargo, si se ve el desglose mensual, para junio y lo que va de julio el ente emisor adquirió $131 y $101 millones más, respectivamente, que lo requerido por el SPNB.
Por otro lado, en 2023, el Banco Central adquirió $1.543 millones más de lo que demandaron las instituciones en esos 12 meses. El año pasado, el ente emisor vendió $3.358 millones al sector público y compró $4.901 millones para este fin en el Monex.
En 2022, el BCCR adquirió $51 millones más de lo solicitado por las instituciones, tras años en los que el balance neto siempre fue negativo por montos considerables. El emisor también informó en enero de que había repuesto ese déficit en sus reservas y estaba generando un saldo para atender esta demanda.
Las adquisiciones de dólares para el sector público se integran al saldo general de las reservas monetarias internacionales, donde también se almacenan otros depósitos, como los que recibe el Ministerio de Hacienda de entidades como el Fondo Monetario Internacional (FMI). Al 17 de julio, el monto total de reservas ascendía a $13.887,3 millones.
Desde marzo de 2023, el Banco Central sigue un indicador de nivel adecuado de reservas basado en fundamentos del FMI. La medición tiene un valor mínimo de 100 y máximo de 150. En el mediano y largo plazo, Costa Rica debe estar entre 125 y 150, aunque no es una meta de cumplimiento estricto. Según Madrigal, las reservas han estado entre 140 y 146 en los últimos meses.
Sin cambios
Madrigal y Alfaro insistieron en que esta dinámica no representa un cambio en el comportamiento del Banco respecto a su participación en el mercado cambiario. Remarcaron que lo que realmente tiene impacto son las compras y ventas que la entidad realice, y no su clasificación.
El economista jefe del Banco Central manifestó que el ente emisor compra dólares en el Monex prácticamente solo por dos motivos: reponer las divisas que demanda el sector público y realizar operaciones propias. Añadió que intervienen directamente para controlar volatilidades en contadas ocasiones.
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“El comportamiento del Banco Central en el mercado cambiario ha sido el mismo durante muchísimo tiempo. No se puede deducir de esta clasificación de compras y ventas un cambio en su comportamiento”, aseguró Alfaro.
Por su parte, Madrigal recalcó que puede interpretarse como una forma distinta de intervención del ente emisor, pero lo que realmente impacta al mercado es si el Banco Central compra o vende las divisas, y no la clasificación que se haga de estas.
Además, el jerarca reconoció que, al ser las fuerzas de oferta y demanda las que definen el precio del dólar, cuando el BCCR compra divisas presiona la demanda, mientras que cuando vende presiona la oferta, lo que impacta el tipo de cambio.