La Junta Directiva del Banco Central de Costa Rica acordó, por unanimidad, en su sesión del 14 de setiembre del 2022, aumentar por sétima vez consecutiva desde diciembre del 2021, la tasa de política monetaria . Esta vez la elevó de 7,50% a 8,50%, la más alta desde el 18 de agosto del 2010.
La tasa de política monetaria es una tasa de referencia que establece el Banco Central y tiene impacto en el resto de tasas del mercado.
El incremento busca encarecer el crédito para bajar la demanda interna por bienes y servicios y así reducir las presiones sobre los precios para ayudar a que la inflación retorne a su meta de 3%. En agosto pasado, la variación interanual del índice de precios al consumidor fue de 12,1%.
En el comunicado, el Banco reconoce que la decisión contraerá el crédito y afectará el crecimiento económico, del cual surgen los ingresos de las personas, pero considera que es el camino para evitar que la alta inflación persista.
“El Banco Central es consciente del efecto que los incrementos en la tasa de política monetaria tienen sobre las tasas de interés del sistema financiero y, consecuentemente, de las implicaciones que en el corto plazo generan sobre la demanda de crédito, el ingreso disponible y la actividad económica”, indicó la autoridad monetaria.
“Por ello busca la convergencia de la inflación a niveles bajos y al menor costo posible en términos de crecimiento económico, para lo cual es necesario actuar con prudencia, pero con firmeza, en reducir la persistencia de los altos niveles de inflación”, añadió.
Por ello, indicó que requiere alcanzar pronto el punto de inflexión (el punto donde hay un cambio de tendencia) en la evolución de las expectativas de inflación para que inicie su retorno al valor meta, de forma tal que baje la probabilidad de efectos de segunda ronda que prolonguen el período de alta inflación, una vez superado el choque externo.
En agosto pasado, la expectativa de inflación, según la encuesta del Banco Central dirigida a analistas financieros, consultores en economía, académicos y empresarios, era de 9,5% a 12 meses y 7,0% a 24 meses.
“Aun cuando este fenómeno ha sido caracterizado como una inflación de costos de origen importado y, por tanto, está fuera del control de la política monetaria, ha elevado las expectativas inflacionarias, así como el riesgo de provocar efectos inflacionarios de segunda ronda, que tienden a incrementar la persistencia del choque inflacionario externo”, explicó la entidad.
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Agregó que en este contexto el Banco Central entiende que es inevitable que los agentes económicos ajusten al alza sus expectativas inflacionarias a 12 meses. Sin embargo, con el propósito de romper la persistencia inflacionaria es necesario que las acciones de política monetaria contrarresten, primero, la tendencia creciente de estas expectativas y luego, induzcan, gradualmente, su convergencia hacia el objetivo inflacionario.
En el documento el Banco Central también indicó que prevé que la inflación general habría alcanzado su máximo interanual en agosto pasado y proyectan que la inflación general y subyacente retornarían al rango de tolerancia alrededor de la meta hacia mediados del 2024.
El 13 de setiembre pasado el Instituto de Investigaciones en Ciencias Económicas (IICE) de la Universidad de Costa Rica publicó su proyección de inflación y también indicó que ya habría alcanzado su punto máximo en agosto, y a partir de setiembre el indicador se reduciría hasta alcanzar el 9,66%, en diciembre del 2022.