El Banco Central considera posible bajar el encaje mínimo legal, un porcentaje de las captaciones (actualmente del 12% en colones y 15% en dólares) que las entidades financieras supervisadas deben mantener como reserva en el Banco Central, pero bajo ciertas condiciones.
“El Banco Central coincide en que, conforme las condiciones macroeconómicas y la situación de déficit del ente emisor lo permitan, la tasa de encaje mínimo legal, particularmente para operaciones en moneda nacional, podrá irse reduciendo gradualmente en el futuro, como ya sucedió en el 2019 (cuando bajó del 15% al 12% para operaciones en colones)”, respondió la entidad por escrito ante una consulta de este diario.
“Por supuesto, una de las condiciones fundamentales para esa decisión, en el 2019 y en el futuro, será que la reducción se calibre de modo tal que no comprometa el cumplimiento de la meta de inflación en el horizonte de proyección. El Banco Central no valora una reducción de la tasa de encaje en los próximos meses”, añadió la entidad.
El encaje es una de las herramientas de política monetaria que tiene el Banco Central para controlar la inflación. Si baja el encaje entonces aumenta la cantidad de dinero en circulación y podría generar presiones sobre los precios si la oferta de productos y servicios se encuentra cerca de su potencial máximo y si lo sube contrae la cantidad de dinero en circulación, lo cual puede presionar al alza las tasas de interés porque resta recursos disponibles para prestar.
El Banco Central ha variado poco este instrumento en los últimos años. En mayo del 2019 lo bajó del 15% al 12% para los depósitos en colones, decisión que empezó a regir en junio de ese año. Antes de eso, la tasa no se ajustaba desde el 2005, y no se había reducido desde el 2002.
En el 2019, cuando se bajó -se explicó en el comunicado- la medida podría estimular las condiciones crediticias, en una coyuntura en que el ritmo de actividad económica se había desacelerado en Costa Rica, el nivel de producción estaba por debajo de su potencial, la tasa de desempleo era alta, y el crédito al sector privado se había desacelerado marcadamente, todo lo cual redundaba en presiones deflacionarias.
En el contexto actual se mantiene la tasa de desempleo alta, pero a diferencia de dicho momento, las presiones inflacionarias son al alza. No obstante, varias personas coinciden en la necesidad de bajar el encaje en la actual coyuntura.
Factores a favor
En el foro “Desafíos del Bicentenario”, organizado la semana anterior por La Nación y el Consejo de Promoción de la Competitividad (CPC) y realizado el 30 de noviembre pasado, el economista Ronulfo Jiménez, asesor de la Asociación Bancaria Costarricense, comentó que se debería ir a eliminar el encaje, especialmente en los depósitos de largo plazo para estimular dicho tipo de ahorro. Mientras, el gerente del Banco Nacional, Bernardo Alfaro, indicó que si el encaje mínimo legal bajara de 12% a 7% podrían reducir el margen de intermediación del banco (la diferencia entre las tasas para ahorros y para préstamos) de 4,7% a 4%, lo cual impactaría las cuotas de los créditos.
Jiménez indicó que el Banco Central ya ha solucionado mucho el problema de pérdidas que tenía en el pasado. “Ya prácticamente eso no es un problema grave. Entonces, deberíamos ir a eliminar el encaje, especialmente en los depósitos de largo plazo”, manifestó Jiménez.
“Eso ayudaría a bajar tasas de interés y también a tener mayor solvencia, es decir, que los bancos y entidades financieras en general no dependan tanto de los depósitos de corto plazo, sino que puedan tener más opciones en el largo plazo”, añadió.
Cuando el Banco Central tenía altas pérdidas generaba una fuente constante de emisión de colones, lo cual afectaba la inflación y por ello requería encajes altos. El déficit del Banco Central representó en el 2020 un 0,3% del PIB. En 1985, llegó a representar un 4,5% del PIB.
El cantidato a la presidencia por el Partido Acción Ciudadana, el economista Welmer Ramos, también tiene esa propuesta en su plan de Gobierno, según informó el pasado 5 de enero el semanario El Financiero.