Róger Madrigal, presidente del Banco Central de Costa Rica (BCCR), asegura que la institución está lista para actuar en caso de una dolarización desordenada del ahorro financiero como consecuencia del premio negativo de invertir en depósitos a plazo en colones, a raíz de la baja de la tasa de política monetaria (TPM).
Los datos del Banco Central de Costa Rica (BCCR) indican que a partir del último trimestre de 2023 aumentó la participación de los depósitos a plazo en dólares. Esto se debe a que ciertos instrumentos de inversión ofrecen tasas de interés en moneda nacional hasta 200 puntos base (dos puntos porcentuales) por debajo de las de dólares, explicó el jerarca.
“Ese fenómeno de relativa dolarización lo hemos venido observando, pero, con base en los datos y la evidencia, no hemos visto desorden. Por supuesto, por eso el Banco se mantiene listo para actuar en el momento en que eso ocurra. Estamos pendientes de eso”, dijo Madrigal en la conferencia de prensa de este martes, en la cual también anunció una rebaja en las proyecciones de crecimiento económico.
Ahora, ¿cuál es el riesgo para la economía del país de una dolarización desordenada del ahorro? Una de la consecuencias, la cual busca evitar el BCCR, es que ocurra una depreciación acelerada del valor del colón respecto a la moneda extranjera ―aumento en el precio del dólar― lo cual elevaría la incertidumbre y el posible riesgo al alza en las tasas de interés, explicó el economista José Luis Arce.
“La expectativa de depreciación (del colón) lleva a mayor expectativa de inflación y esto a mayores tasas, junto con el hecho de que la incertidumbre y el riesgo también conduce a tipos de interés más altos (...) Sin duda no es un tema menor, si eso sucede terminaríamos con más inflación y tasas más elevadas”, apuntó el especialista.
El Presidente del Banco Central enfatizó que la preocupación se da porque ocurrió en el pasado y no es una posibilidad teórica. “Hay evidencia histórica que llevaron a ese desorden del proceso de dolarización de la riqueza financiera, que tiene efectos en las expectativas del tipo de cambio y, por lo tanto, en las de inflación”, afirmó.
Se debe recordar que el principal objetivo de la institución monetaria es una meta de inflación del 3%, con un rango de tolerancia de un punto porcentual hacia arriba y hacia abajo.
La recomposición de los portafolios financieros de las personas y empresas ocurre cuando la ganancia por invertir en una moneda se reduce respecto a otra divisa. Esta situación se presenta en el país porque la TPM, actualmente en el 4,75%, está por debajo del rango de tasas de la Reserva Federal de Estados Unidos (FED), que oscila entre el 5,25% y el 5,50%. Este miércoles está previsto que la FED publique la revisión de sus tasas de referencia.
Alonso Alfaro, economista jefe del BCCR, reconoció que da seguimiento continuo a la diferencia de tasas entre colones y dólares. “Tenemos cálculos del diferencial entre las tasas internas y externas y efectivamente es algo que se toma en consideración a la hora de que la Junta Directiva decida o no bajar la tasa de política monetaria”, subrayó.
Alfaro agregó que el Banco tiene las herramientas para actuar en cuanto observe alguna situación que sea necesario atender en el mercado cambiario.
En la presentación del Informe de Política Monetaria (IPM), presentado este martes 30 de abril, el ente emisor informó de que prevé un crecimiento del producto interno bruto (PIB) del 3,8% para este año, lo cual significa una desaceleración frente a la estimación de enero anterior cuando se estableció en 4%.
La reducción se fundamentó, principalmente, en una menor variación porcentual del consumo de los hogares porque se esperan precios más altos de productos internacionales importados.
Indicadores de dolarización
FUENTE: BCCR || INFOGRAFÍA / LA NACIÓN.
Herramientas de intervención
Para enfrentar un escenario de una dolarización del ahorro veloz y desordenada, el BCCR tiene a disposición, principalmente, sus reservas internacionales, que puede utilizar para frenar un movimiento abrupto del tipo de cambio, explicó el economista, Daniel Ortiz.
“El Banco perfectamente puede estar interviniendo en el mercado cambiario vendiendo dólares y evitando que el tipo de cambio suba a un nivel que no considera apropiado”, mencionó el analista, como una primera medida de contención.
Ortíz añadió que la otra opción es detener las reducciones en la Tasa de Política Monetaria para evitar que el premio por invertir en moneda nacional no se haga más negativo. Durante el último año, el Banco Central recortó su tasa de referencia en 4,25 puntos porcentuales: pasó del 9% en marzo del 2023 al actual 4,75%.
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Dicho movimiento a la baja ocurrió después de que la inflación empezara a reducirse el año pasado. Este indicador cumplió, en marzo anterior, 11 meses consecutivos de estar por debajo del rango de tolerancia establecido por el BCCR, de entre 4% y 2%. De dicho periodo, en 10 meses el índice de precios al consumidor (IPC) registró variaciones interanuales negativas.
Ortíz consideró demasiado cautelosa la postura del Banco Central respecto a la dolarización del ahorro.
“Hablar de condiciones desordenadas llama la atención, cuando se tienen 10 meses de inflación negativa, el tipo de cambio es el que teníamos en el 2006, las exportaciones se desaceleran, una tasa de política que no es congruente con el esquema de metas de inflación y un crédito disparándose en dólares, entonces, ¿cuáles son las condiciones ordenadas?”, cuestionó el economista.
Tasa de interés neutral
Por otra parte, como parte del análisis hecho en el IPM, el jerarca del BCCR explicó que incluyeron una estimación de la tasa de interés real neutral, que es la tasa que prevalecería en la economía en una situación de pleno empleo e inflación estable.
Alonso Alfaro, economista jefe del BCCR manifestó que en este cálculo de la tasa influyen condiciones como el crecimiento económico, el mercado laboral, productividad o temas fiscales. La estimación del Banco Central es un rango de 0,9% a 1,9%, al cual debe sumarse la meta de inflación o las expectativas inflacionarias, según sea el caso.
Actualmente, la meta de inflación del emisor es del 3%, con lo cual la tasa de política monetaria neutral estaría entre 3,9% y 4,9% para el mediano o largo plazo. Para el cálculo a corto plazo se deben utilizar las expectativas de inflación, explicó Alfaro.
“Por esa razón (por las expectativas) es que no estaríamos todavía en una postura totalmente neutra, pero si lo hacemos respecto a la meta de inflación, efectivamente sí calzaríamos dentro de ese rango”, agregó Alfaro.