Alemania. El Banco Central Europeo (BCE) elevó hoy su tasa de interés de referencia en 0,25 puntos porcentuales, un noveno aumento consecutivo como parte de su política monetaria restrictiva para combatir la inflación en la zona euro.
La tasa de depósito, que sirve como parámetro para el resto, iguala su máximo histórico del 3,75%, alcanzado entre octubre de 2000 y mayo de 2001.
La tasa de refinanciación es del 4,25% y la tasa marginal de préstamo es del 4,50%.
Por otra parte, el BCE decidió reducir a 0% la remuneración de una parte de las reservas obligatorias de los bancos, lo que reducirá la factura que deben pagar en intereses sobre las reservas que aún representan varios billones de euros.
“La inflación sigue bajando” en 2023, pero “debería mantenerse demasiado alta durante demasiado tiempo”, explicó el BCE en un comunicado detallando sus decisiones.
En la zona del euro, la inflación está en retroceso, al 5,5% en un año en junio, sobre todo gracias a la disminución de los precios de la energía, pero aún muy por encima del objetivo del 2% fijado por el BCE.
Los sucesivos aumentos de las tasas comienzan a suscitar temores. La política de tasas altas es “riesgosa” y podría “prolongar la fase de debilidad económica en Europa y Alemania que vivimos actualmente”, dijo el presidente del instituto berlinés DIW, Marcel Fratzscher, el jueves a un grupo de medios de comunicación alemán.
¿Y después? El BCE fijará sus tasas de interés de referencia “en niveles lo suficientemente restrictivos para asegurar un retorno lo antes posible de la inflación” al 2%, explicó la institución.
El gobernador del Banco de Países Bajos, Klaas Knot, señaló recientemente que un nuevo aumento de las tasas de interés en el año en curso es “en el mejor de los casos, una posibilidad, pero ciertamente no una certeza”.