Gisela Sánchez Maroto, presidenta ejecutiva electa del Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE), se comprometió con el fortalecimiento de la gobernanza de la institución, la ética, la transparencia y la rendición de cuentas en el uso de recursos.
La jerarca abordó este tema en respuesta a una consulta de La Nación sobre las críticas hechas al Banco, relativas a los elevados sueldos de los directores regionales y a la falta de información sobre la donación de $1 millón para uso discrecional de los gobiernos de la región cuando hay cambio de administración.
“El tema de transparencia, ética e integridad son piedras angulares en las forma que el BCIE tiene que trabajar y va a trabajar hacia adelante. Estoy segura que en eso estamos completamente alineados”, aseguró la presidenta del organismo multilateral en conferencia de prensa virtual desde Tegucigalpa, Honduras.
En el corto plazo, mencionó el fortalecimiento de las políticas de cumplimiento en la institución, para reducir riesgos, y garantizar el adecuado uso del dinero del Banco.
“Tienen mi compromiso absoluto con el tema de la ética, esto tiene que ser una prioridad. El segundo pilar tiene que ver con la gobernanza, para que la Asamblea de Gobernadores y los directores reciban la información adecuada”, argumentó la presidenta.
Sánchez Maroto enfatizó que el BCIE tiene la responsabilidad de informar adecuadamente a los gobernadores representantes de los 15 países miembros y a los ciudadanos de la región centroamericana.
Asimismo, consideró que la cartera activa del órgano multilateral debe blindarse. Ella consideró necesario informar, de manera periódica, sobre las actuaciones y decisiones de la institución las cuales deben fundamentarse con rigurosidad y criterios técnicos.
Después de la consulta de este diario, el Banco dejó que otro periodista centroamericano hiciera una pregunta y se cortó la transmisión virtual de la conferencia. La actividad continuó únicamente con los medios hondureños de forma presencial.
La Asamblea de Gobernadores del BCIE eligió, este viernes, a Sánchez Maroto, como presidenta ejecutiva, por los próximos cinco años, los cuales empezarán a regir a partir del próximo 1.º de diciembre. Ella es ingeniera industrial y administradora.
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La elección se dio durante una reunión extraordinaria de la Asamblea integrada por los ministros de Hacienda y Finanzas de los países miembros de la entidad, en Tegucigalpa, Honduras, donde está la sede central de la institución.
Según el sitio web del Banco, solo otros dos costarricenses ocuparon la presidencia del ente antes de Sánchez. Ellos fueron Rolando Ramírez Paniagua, quien ocupó el cargo desde setiembre de 1988 hasta febrero de 1991, y Federico Álvarez Fernández, cuyo periodo fue de marzo de 1991 hasta agosto de 1993.
Eficiencia institucional
Sánchez Maroto es la primera mujer electa en la presidencia ejecutiva de la institución financiera centroamericana, así como el tercer costarricense que ocupará el cargo de jerarquía más importante del BCIE. Ella tiene experiencia en cargos ejecutivos y directivos en asuntos económicos, financieros, bancarios y de políticas de desarrollo.
Como parte de sus funciones, la presidenta ejecutiva del BCIE deberá garantizar la gobernanza y estabilidad institucional del banco; conducir su gestión crediticia, financiera, administrativa y operativa; proponer al Directorio las estrategias, las políticas y los lineamientos de intervención para su desarrollo, así como los planes operativos anuales y el proyecto de presupuesto, entre otras.
Sánchez, quien anteriormente laboró en BAC Credomatic, puntualizó que es fundamental asegurar la confianza de los entes reguladores, las calificadoras de riesgo, los públicos de interés y los países miembros del BCIE.
“(trabajaremos) en la eficiencia, en cómo podemos aumentarla y ser un banco que utiliza de la mejor manera los recursos que recibe y que coloca”, manifestó.
Al cierre del 2022, el BCIE reportó un saldo de cartera de crédito de $9.254 millones. El Salvador, Nicaragua, Honduras y Costa Rica aglutinan el 80% del dinero prestado por la entidad, según sus estados financieros al cierre del 2022.
El Salvador tiene la mayor proporción de recursos con un monto de $2.433 millones; el gobierno nicaragüense, $1.971 millones; en Honduras, $1.954 millones; y Costa Rica, un monto de $1.126 millones.
Desafíos en época convulsa
La nueva presidenta ejecutiva llegará al BCIE con una serie de retos que deberá enfrentar desde la posición jerárquica más relevante, luego de un periodo que estuvo marcado por las críticas a su predecesor, Dante Mossi Reyes.
Ottón Solís Fallas, exdirector por Costa Rica ante el BCIE, indicó que existen dos aspectos relevantes que necesitan un cambio radical. Estos son la corrupción y el desperdicio de recursos, pues considera que la situación en esos dos campos se ha deteriorado durante la última administración.
Solís Fallas también destacó que es importante revisar los procedimientos sobre el otorgamiento de los créditos, debido a que en la administración pasada se brindaban a proyectos que finalmente no se ejecutaban o que no contaban con los estudios de factibilidad.
Añadió que tiene gran confianza en la nueva presidenta, pues cuenta con un perfil de “primerísima calidad” para enfrentar los desafíos que tiene la institución financiera centroamericana, en un momento que considera crítico para la credibilidad del banco.
Por su parte, Alberto Franco Mejía, también exdirector por Costa Rica ante el BCIE, señaló que la entidad debe retomar su visión para reenfocarse en la promoción y el acompañamiento financiero y técnico, y realizar un manejo más eficiente de los recursos del banco.
Entre otros desafíos, Franco Mejía añadió la gestión de la reputación del banco y actualizar su normativa interna para promover la competencia y la rendición de cuentas en sus operaciones, presupuestos y proyectos financieros.
Proceso de selección
La terna final para elegirse en la presidencia del BCIE estaba integrada por los costarricenses Gisela Sánchez Maroto, candidata propuesta por el gobierno de Rodrigo Chaves, y por Bernardo Alfaro Araya, gerente general del Banco Nacional de Costa Rica, quien participó por cuenta propia. El tercero en lista era el guatemalteco Jaime Roberto Díaz Palacios, quien es el actual vicepresidente ejecutivo del BCIE.
Ellos tres fueron escogidos por la firma Heidrick & Struggles, empresa contratada para encaminar el proceso de selección de un grupo de seis finalistas del cual saliera el sustituto del hondureño Dante Mossi. La decisión final la hicieron los gobernadores; por Costa Rica ese cargo lo ocupa el ministro de Hacienda, Nogui Acosta Jaén.
La elección se dio luego de que la misma Asamblea de Gobernadores del BCIE decidiera no reelegir a Mossi en mayo de este año. Su gestión en la presidencia ejecutiva del Banco estuvo rodeada de polémica por su cercanía con el régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo.
El puesto de la presidencia ejecutiva es el de mayor jerarquía en la conducción administrativa de la institución, además de ser su representante legal. La convocatoria de postulaciones cerró desde el pasado 8 de setiembre; la terna final se anunció el 25 de octubre.