Digitalizar los trámites no basta para simplificarlos o agilizarlos, comentó la mañana de este miércoles 27 de febrero, Benjamín Roseth, uno de los autores de El Fin del Trámite Eterno, libro del Banco Interamericano de Desarrollo (BID).
Roseth expuso en Casa Presidencial sobre el libro el cual señala que un ciudadano promedio en América Latina tarda cinco horas en hacer un trámite; en Costa Rica poco más de tres horas.
Además, solo el 50% de los ciudadanos logra hacer la gestión con una sola visita, en Costa Rica 25% tuvo que ir tres veces a la oficina para hacer el trámite.
Entre menor el nivel de educación menos trámites hacen las personas y eso es señal de que muchas personas de menores ingresos no están accediendo a los servicios como programas sociales, señaló Ángela Reyes, otra de las autoras del libro.
Roseth, quien es especialista en modernización del estado del BID, comentó que no significa que la digitalización de trámites sea la solución.
Explicó que, según su investigación, en Costa Rica, por ejemplo, solo se puede empezar el 30% de los trámites en línea. Esto sucede porque hay personas que no tienen acceso a Internet, no tienen identidad legal básica, no tienen cómo pagar en línea o hay personas que no saben navegar.
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Elsa Estevez, otra de las autoras del estudio, comentó que se requiere digitalizar, pero también simplificar, pues van de la mano, y también enfrentar la brecha digital para mejorar al acceso.
El BID recomienda conocer la experiencia ciudadana, pues es imposible solucionar un problema que no se conoce, eliminar los trámites que se puedan y que los trámites que deben existir se rediseñen según la experiencia ciudadana, entre otros.
Victoria Hernández, ministra de Economía, Industria y Comercio de Costa Rica, quien participó en la actividad, anunció que para el 2022 el Gobierno se ha planteado como meta que el tiempo para la apertura de una empresa de comercio y servicios baje de 45 días a 7 días, la instalación de un proyecto de inversión en servicios de 406 a 45 días y uno en manufactura de 469 días a 150 días.
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Por su parte, Marvin Rodríguez, vicepresidente de la República, comentó que la simplificación de trámites busca mejorar la calidad de las personas, comentó que muchas empresas están en la informalidad no porque lo quieran, sino porque se cansaron de tratar de formalizarse.
Rodolfo Piza, ministro de la Presidencia, por su parte, añadió que en el tema de simplificación de trámites hay tres funciones: eliminar los trámites innecesarios, abaratar y simplificar los que son necesarios y evitar que se creen nuevos trámites innecesarios, y si son necesarios que sean simples, ligeros y baratos.
El Gobierno anunció la semana anterior la entrada en funcionamiento del nuevo sistema digital APC-Requisitos (APC-R), el cual permitirá bajar de cuatro meses a solo 15 días los procesos de requisitos previos en construcción.
La herramienta fue diseñada por el Colegio de Ingenieros y Arquitectos (CFIA) y empezó a aplicarse en nueve municipalidades desde el viernes anterior.
Entrevista:
Benjamín Roseth: "Los costos para los trámites afectan más a los pobres”
Benjamín Roseth, autor del libro El Fin del Trámite Eterno, explicó que en América Latina todos los países están mal en materia de trámites, pero Costa Rica es de los que está menos mal: para un ciudadano toma un promedio de tres horas para hacer un trámite. Sin embargo, ese tiempo, explicó, golpea más a las personas pobres.
– En Costa Rica los ciudadanos nos sentimos como que somos los campeones en trámites en el mundo, nos parece imposible que haya otro país más complicado; sin embargo, cuando uno lee su libro, por el número de horas que se gasta en un trámite, o el número de veces que tiene que ir el ciudadano a una entidad, pareciera que Costa Rica no está mal.
– Creo que lo que pasa que lo que pasa en la región es que hay mal y hay peor, no hay bien todavía.
"El hecho de que un ciudadano pase dos horas para hacer un trámite, que es el mejor promedio que hay, es inaceptable, un trámite debería tardarse minutos, no horas.
“Sí, Costa Rica está en el segundo lugar (con menos tiempo promedio en un trámite que otros), en términos de tiempo, en promedio, tarda poco más de tres horas, pero no deberían conformarse con estar en segundo lugar con tres horas, debería haber menos trámites para hacer y cada uno de ellos debería ser posible en cuestión de minutos”.
– En el caso costarricense, ¿dónde ven ustedes que están las mayores dificultades en materia de trámites?
– Quisiera resaltar donde están las mayores ventajas. Una ventaja es que cuenta con una recientemente aprobada estrategia digital nacional, que ampara todas las estrategias digitales que se van a hacer en forma concertada y estratégica; otra ventaja con que cuenta es el liderazgo del Ministerio de Economía, que tiene la rectoría de los trámites y que tiene mucho poder, influencia y muchas ganas de mejorar la situación de los trámites para todos.
"Las mayores dificultades son las mismas que tienen muchos países, es coordinación entre todas las entidades de Gobierno que participan en el tema de trámites, que no son solo el Ministerio de Ciencia y Tecnología y el de Economía, sino que son todas las entidades que prestan trámites e intervienen de alguna manera, hacer que todos apunten en la misma dirección es materia muy compleja.
“Segundo, es estar a la altura del ciudadano de hoy, cumplir con sus expectativas, no es fácil ni saber lo que necesita el ciudadano, ni responder en tiempo y eso es un desafío que enfrentan todos los gobiernos”.
-Dicen ustedes, en el libro, que la gente más pobre hace menos trámites, pero es la que resulta más afectada.
– Lo que encontramos en el libro es que los costos para los trámites afectan más a los pobres, es decir, la misma cantidad de tiempo, las tres horas que toma para hacer el trámite, le duele más a la persona pobres. ¿Por qué? Porque tiene menos flexibilidad en su trabajo, porque puede prescindir menos de sus horas trabajadas por el ingreso que eso significa, esto resulta en que acuda menos a la administración pública para beneficiarse de los servicios públicos, esto es exactamente lo contrario de lo que quisiéramos, quisiéramos que las políticas públicas diseñadas para personas en necesidad efectivamente lleguen, no que el mismo aparato estatal sea un impedimento.
Nota: Esta información se actualizó a las 5:27 p. m. para incluir la entrevista.