Bolivia gestionará la suspensión temporal del pago de su deuda externa, hasta que mejore su situación económica, señaló el ministro de Economía, Marcelo Montenegro, este miércoles 18 de noviembre.
Montenegro dijo que: “necesitamos hacer una gestión para que el servicio de la deuda pueda ser suspendida temporalmente hasta que podamos recuperarnos”, citado por el diario El Deber de la ciudad de Santa Cruz. Pero no dio fechas.
El ministro del gabinete del nuevo mandatario izquierdista Luis Arce, aclaró que no se pretende dejar de pagar, sino que se pedirá “un breve lapso de tiempo para que la economía pueda usar estos recursos”.
El nuevo presidente calificó de “patética” la situación económica del país, cuyo producto interno bruto (PIB) cayó 11,1% en el segundo trimestre de 2020, con un déficit fiscal para este año de 12,1% de la producción.
El anuncio de Montenegro va en la misma dirección de lo dicho por Arce, durante la campaña electoral, sobre la importancia de suspender el pago de la deuda externa por dos años para enfrentar la crisis.
Al 30 de abril de este año, la deuda externa pública boliviana alcanzó $11.623 millones, según cifras divulgadas por el Banco Central de Bolivia (BCB), en mayo, y que en ese momento representaban 27,3% del producto interno bruto (PIB).
Según el ente emisor, los principales acreedores son entidades multilaterales como el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), la Corporación Andina de Fomento (CAF) y el Banco Mundial (BM), y los principales bilaterales son China, Francia y Alemania.
Un informe de mayo de este año, de la ONG privada Centro de Estudios para el Desarrollo Laboral y Agrario (Cedla), dice que en el 2006 y 2007 se llevó adelante la “Iniciativa de Alivio de Deuda Multilateral”, por la que más de la mitad de la deuda externa boliviana fue condonada por organismos multilaterales.
Napoléon Pacheco, economista de la Fundación Milenio, recordó que, a 2007, la deuda externa boliviana bajó a $2.208 millones.