Representantes empresariales de la industria, las exportaciones y el agro calificaron de “insuficiente” la rebaja de 25 puntos base en la tasa de política monetaria (TPM), anunciada este jueves 18 de enero por la Junta Directiva del Banco Central de Costa Rica (BCCR).
En la sesión del directorio, el ente emisor acordó disminuir su TPM hasta 5,75%, a partir de este viernes, desde el 6% en el cual se encontraba desde finales de diciembre pasado. Esta fue la tercera ocasión en que la autoridad monetaria redujo su tasa de referencia en 25 puntos base.
La Cámara de Industrias de Costa Rica (CICR) consideró que la rebaja fue “excesivamente gradual” y que el ajuste “no impactará en el tipo de cambio”.
En un comunicado, la CICR argumentó que la inflación ya está controlada y que la continuidad de medidas restrictivas representan la pérdida de competitividad del país y potenciales efectos negativos sobre la economía.
Sergio Capón, presidente de esta agrupación, aseguró que la decisión es “excesivamente prudente y gradual”, y que no contribuye a disminuir de forma más acelerada las altas tasas de interés, ni a reducir el exceso de dólares en el mercado.
Capón añadió que el ajuste no incidirá en generar condiciones para que el precio del dólar cambie su trayectoria a la baja. “Un colón tan apreciado como el que tenemos, va a tener impactos negativos en el mediano y largo plazo en la estructura productiva del país, y por lo tanto en la generación de empleo que requerimos”, afirmó.
En tanto, la Unión Costarricense de Cámaras y Asociaciones del Sector Empresarial Privado (Uccaep) consideró como “irresponsable” la decisión adoptada por el Banco Central. Para esta agrupación el ajuste debió ser de 100 puntos base, pues insisten en que existen condiciones económicas para hacerlo.
La Uccaep manifestó que “le preocupa la actitud” de los miembros de la Junta Directiva del ente emisor, pues aseguran que no están tomando en serio los llamados hechos por el empresariado nacional sobre la reducción de la TPM “con mayor celeridad”. La situación “compromete al motor de desarrollo”, añaden.
Rigoberto Vega, presidente de la Cámara Nacional de Agricultura y Agroindustria (CNAA), calificó la reducción como “mínima e insuficiente” para incidir en la cotización del dólar. “Ese ajuste nos deja insatisfechos. Lamentamos que no se vea que el actual tipo de cambio está afectando seriamente la competitividad del país”, manifestó Vega.
De igual manera, Víctor Pérez, presidente de la Cámara de Exportadores de Costa Rica (Cadexco), calificó como insuficiente el ajuste a la baja de la TPM, decretado por la autoridad monetaria. Agregó que, ante las circunstancias económicas, esperaban una reducción de entre 50 y 75 puntos base.
Por otro lado, la Cámara Costarricense de Hoteles (CCH) advirtió, en un comunicado, acerca del riesgo en la competitividad turística del país debido a la caída en el precio del dólar, que “amenaza con covertir a Costa Rica en un destino muy caro”.
Daniel Campos, presidente de la CCH, aseguró que este factor es una fuerte amenaza a la estabilidad del sector, pues reciben sus pagos en dólares, pero deben cubrir todos sus gastos en colones. Añadió que el precio de la electricidad, los problemas de infraestructura y la inseguridad también les preocupan.
La Nación consultó al Banco Central desde la mañana del jueves 18 de enero para conocer su posición acerca de la postura emitida por las cámaras empresariales sobre el manejo de la TPM y el comportamiento del tipo de cambio, pero al cierre de edición no hubo respuesta.
Bajo impacto en tipo de cambio
Juan Pablo Arias, analista económico de la Bolsa Nacional de Valores (BNV), explicó que el efecto de la decisión de política monetaria sobre el tipo de cambio va a ser relativamente pequeño, ya que el ajuste no es tan grande como para provocar movimientos de dólares considerables.
Por su parte, Pablo González, analista económico de Mercado de Valores de Costa Rica, coincidió en que con la reducción de 25 puntos base no se esperarían presiones que reviertan aceleradamente la tendencia del tipo de cambio, pues la oferta de divisas en el mercado es bastante grande.
La tasa de política monetaria es una tasa de interés establecida por el BCCR como parte de sus medidas para controlar la oferta de dinero en la economía y alcanzar sus objetivos macroeconómicos. Esta interés influye en el resto de tasas que prevalecen en el sistema financiero y, por ende, en el costo del crédito y el rendimiento de las inversiones.
El pasado miércoles, diversas cámaras empresariales solicitaron al Banco Central mayor intervención en el tipo de cambio, así como una reducción más significativa en la TPM. Los empresarios argumentaron que el ritmo de velocidad con el que subieron el indicador no es el mismo que están siguiendo a la baja.
Además, ese mismo día manifestaron que, a pesar de que la inflación baja sostenidamente desde agosto del 2022 y el cierre fue negativo en el 2023, el Banco Central mantiene una política monetaria restrictiva.
En la decisión de este jueves, el ente emisor señaló que la Junta Directiva continuará la senda hacia la neutralidad de su política monetaria en el mediano plazo, aunque destacó que lo hará siempre y cuando las circunstancias lo permitan.
La autoridad monetaria argumentó que los cambios en la TPM deben ser graduales y prudentes, con el fin de que sea posible reaccionar de forma oportuna en la dirección que corresponda, tomando en cuenta las condiciones macroeconómicas y la valoración de los riesgos.
El Banco Central resaltó la eventual recomposición del portafolio de instrumentos financieros como uno de los riesgos inflacionarios al alza. Según el este emisor, su materialización podría incrementar las expectativas de variación cambiaria y, por ende, las de inflación.
El Banco inició, desde marzo del año pasado, un proceso de reducción de la TPM. La tasa alcanzó un máximo del 9% e ingresó al 2024 en 6%. Con el ajuste reciente, el indicador se situará en 5,75% hasta el 15 de marzo.
Inflación negativa persiste
En relación con las proyecciones inflacionarias, el Banco Central destacó que la inflación negativa tendrá una persistencia mayor a la estimada inicialmente. En diciembre anterior, el índice de precios al consumidor cumplió siete meses consecutivos de variaciones interanuales en negativo.
El indicador se mantendría así por el primer trimestre del año y entrará en su rango meta, de entre 2% y 4%, hacia finales del 2024. En la revisión de diciembre anterior, la estimación del ente emisor era que esta confluencia ocurriera hacia el segundo semestre del año.
No obstante, la autoridad monetaria resaltó que persisten riesgos inflacionarios al alza y a la baja, tanto de índole externo como local, cuya materialización podría desviar el resultado de inflación de la senda proyectada.