Doce cámaras empresariales incrementaron la presión contra el Banco Central de Costa Rica (BCCR) para que reduzca las tasas de interés e intervenga en el mercado cambiario, con el fin de evitar la caída en el precio del dólar pues, advierten, se está generando un clima que afecta la producción nacional y desincentiva la inversión.
“Exigimos a las autoridades del Banco Central que reduzcan la tasa de política monetaria en al menos 200 puntos base para llevarla del 7,50% actual a 5,50%, en la sesión del próximo 14 de junio. Solo así se logrará que el tipo cambio esté acorde con la realidad económica del país y las tasas de interés permitan a los deudores atender sus obligaciones”, manifestó Rubén Acón, presidente de la Cámara Nacional de Turismo (Canatur).
Este representante empresarial añadió que la autoridad monetaria debe apoyar al sector productivo de Costa Rica porque, en el caso del turismo, apenas se está saliendo de la crisis de la pandemia de la covid-19.
El pronunciamiento de los empresarios, este jueves 8 de junio, ocurre un día después de que se publicaran los datos de inflación a mayo; y a menos de una semana de que la Junta Directiva del BCCR tenga su cuarta reunión de política monetaria, anunciada para el próximo 14 de junio.
En las dos últimas citas, de marzo y abril, la entidad redujo su tasa de política monetaria (TPM) y la llevó de 9% a 7,50%. La pretensión de los gremios productivos es que en la próxima sesión se ubique en 5,50%.
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Para José Álvaro Jenkins, presidente de la Unión Costarricense de Cámaras y Asociaciones del Sector Empresarial Privado (Uccaep), es necesario que los directivos del BCCR bajen los tipos de interés
“Instamos al Banco Central a efectivamente garantizar la estabilidad interna y externa de la moneda nacional, en aras de no comprometer la base productiva nacional, brindar confianza a los distintos agentes económicos del país y promover la generación de empleo formal”, sostuvo Jenkins.
En tanto, Sergio Capón, presidente de la Cámara de Industrias, destacó que el BCCR tiene la responsabilidad de enviar señales de persuasión moral sobre la economía.
“El Banco Central fue muy agresivo, el año pasado, en subir la tasa. Hoy debería ser igual de agresivo en la reducción porque hay señales claras: la inflación fue de 0,88% en mayo”, subrayó Capón.
La Nación consultó a Róger Madrigal, presidente del BCCR, sobre la petición hecha por las 12 cámaras empresariales. Pero al momento de la publicación de este artículo no se había recibido respuesta.
El dato más reciente del Índice de Precios al Consumidor, publicado este miércoles 7 de junio, muestra que en mayo la variación interanual del indicador fue de 0,88%, un dato que se ubica por debajo de la meta de inflación del BCCR (3%, con una desviación de un punto hacia arriba o hacia abajo).
Mauricio Castro, economista de la Bolsa Nacional de Valores (BNV), comentó el miércoles que este comportamiento, con variaciones interanuales bajas, abre un espacio para que el Banco Central tenga mayores libertades para disminuir su tasa de política monetaria.
En la conferencia de prensa, efectuada en la Cámara de Industrias, hubo representación de sectores como el industrial, turístico, de zonas francas, bancario, hotelero, exportador, agropecuario y agroindustrial, así como el cafetalero, bananero y piñero.
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Impacto económico
Uno de los argumentos repetidos por varias ocasiones, durante la conferencia empresarial, fue que la rápida subida de la TPM provocó una apreciación de la moneda costarricense, frente al dólar, porque hay un premio de invertir en colones.
El tipo de cambio finalizó, este jueves, en ¢544,94, el mismo nivel en que estaba en 2016, según el registro del Banco Central.
Para el economista Daniel Ortiz el exceso de divisas en la economía nacional se dio por el premio de invertir en colones, lo atrajo capitales externos, a lo cual se unió el ingreso de los eurobonos de la colocación de deuda del Gobierno.
Ortiz destacó que la baja de la TPM sí tendría un efecto de reducir el estímulo para invertir o ahorrar en colones y volvería la demanda hacia la moneda extranjera.
“Una vez que la oferta de dólares sea menor y la demanda siga su curso natural, entonces uno esperaría que el precio suba. Sobre todo porque las expectativas de mercado y de la encuesta apuntan a esto”, aseguró el director ejecutivo de Consejeros Económicos y Financieros (Cefsa).
Adicionalmente, la baja en los intereses en colones favorece el endeudamiento de las empresas locales.
Lenta transmisión
Entre las críticas planteadas por los representantes empresariales estuvo la lenta reacción del ente emisor para modificar su política monetaria.
Ronulfo Jiménez, asesor económico de la Asociación Bancaria Costarricense (ABC), destacó que en el 2022 la institución fue rápida en sus acciones para reducir la alta inflación.
Sin embargo, frente a señales claras de disminución en los precios, la respuesta no fue la misma.
Jiménez reconoció que la transmisión de la baja en la TPM hacia las demás tasas de interés del mercado será lenta, pues en el periodo de aumentos, el alza de los intereses en colones al sector privado llegó con retraso, como se reflejó en la tasa básica pasiva (TBP).
Incluso, afirmó, la TBP no llegó al nivel en que estuvo la tasa de política monetaria, cuyo máximo fue del 9%.
“El cambio de la metodología de la tasa básica pasiva retarda mucho el efecto. La Asociación Bancaria Costarricense hizo esa observación al Banco Central porque la TBP va rezagada. Eso fue lo que hizo que la tasa no subiera al mismo ritmo que la política monetaria, y ahora en el descenso ocurrirá algo similar”, subrayó el asesor de la ABC.
Jiménez añadió que hay otras herramientas del Banco Central capaces de influenciar el crédito. Mencionó, por ejemplo, la necesidad de reducir el encaje mínimo legal, actualmente en el 15%, para colones y dólares.
El encaje representa un porcentaje de las captaciones (como los depósitos) efectuadas por las entidades financieras supervisadas, que debe mantenerse como reserva, en efectivo, en las bóvedas del ente emisor.
Efectos adversos
Durante la conferencia de prensa, los representantes empresariales fueron enfáticos en los efectos negativos por los cuales pasan las empresas del régimen definitivo, es decir, aquellas que pagan impuestos.
Sin embargo, las compañías vinculadas al sector de zonas francas también resienten el impacto de un colón apreciado frente al dólar.
Carlos Wong, presidente de la Asociación de Empresas de Zonas Francas (Azofras) y gerente de Zona Franca Coyol, recalcó que las políticas monetarias afectan la competitividad de las empresas instaladas en el régimen especial.
“El impacto de esta política (restrictiva) debe hablarse no solo hacia adentro del país, sino también de cómo nos ven desde afuera. El costo de la mano de obra, de las empresas bajo el régimen de zonas francas, ha subido casi 20%”, explicó Wong.
El vocero destacó que el impacto para la competitividad de Costa Rica es inmediato y tiene efectos, pues en otros países la política monetaria ha sido devaluar la moneda local.