Pekín. China advirtió el jueves que “no habría ganadores en una guerra comercial”, luego de la reelección como presidente de Estados Unidos de Donald Trump, quien prometió imponer nuevos aranceles a las importaciones chinas.
“Por principio, me gustaría reiterar que no habría ganadores en una guerra comercial, que además no favorecería al mundo”, declaró la vocera del Ministerio de Relaciones Exteriores chino, Mao Ning.
Horas antes, el presidente chino Xi Jinping felicitó a Donald Trump por su victoria en las elecciones del martes 5 de noviembre y afirmó que sus países “deben llevarse bien en la nueva era”.
En un mensaje de felicitación, Xi dijo que Washington y Pekín “deben reforzar el diálogo y la comunicación, gestionar adecuadamente las diferencias, expandir la cooperación mutuamente beneficiosa y encontrar la manera correcta para que China y Estados Unidos se lleven bien en la nueva era”, afirmó la cadena oficial CCTV.
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El dirigente comunista también argumentó que “la historia ha demostrado que China y Estados Unidos se benefician de la cooperación y sufren con la confrontación”.
“Una relación estable, sana y sostenible entre China y Estados Unidos es el interés compartido de ambos países y está en línea con las expectaciones de la comunidad internacional”, agregó.
Exportaciones crecen
Las exportaciones de China crecieron en octubre a su ritmo más rápido en dos años, de acuerdo con los datos publicados este jueves, que aportan optimismo en Pekín ante el horizonte de una posible guerra comercial con el regreso de Donald Trump.
Las ventas de productos chinos al exterior aumentaron un 12,7%, a $309.100 millones, según la Administración General de Aduanas, muy por encima del 5% pronosticado por los analistas consultados por la agencia de información económica Bloomberg.
Es el mejor dato desde mediados de 2022 y coincide con el anuncio en octubre de una serie de medidas del gobierno para impulsar la economía, especialmente centradas en el endeudado sector inmobiliario.
La segunda economía mundial no termina de arrancar después del levantamiento de las severas restricciones por la pandemia, lastrada por el débil consumo interno, la crisis inmobiliaria y el alto desempleo.
De hecho, los datos de comercio exterior publicados el jueves muestran una caída de las importaciones del 2,3%, un revés peor del esperado, especialmente después del ligero crecimiento de setiembre.
El horizonte no es alentador para el gigante asiático después de la victoria electoral en Estados Unidos de Trump, que ya lanzó una guerra comercial contra China en su primer mandato y prometió aranceles de hasta el 60% a sus productos si volvía a la Casa Blanca.