El presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, pidió el viernes a China “adaptar su comportamiento” para aliviar las tensiones comerciales entre Bruselas y Pekín, tras una serie de medidas aduaneras impugnadas por ambas partes.
“Contamos con China para adaptar su comportamiento y que entienda que debemos reequilibrar las relaciones económicas para una mayor equidad, para una competencia leal”, declaró el dirigente europeo, que se reunió con el primer ministro chino, Li Qiang, al margen de la cumbre de la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (ASEAN) en Laos.
Michel afirmó que espera encontrar un acuerdo en los próximos días o semanas, aunque el contexto es “muy difícil”. “Tengo la impresión de que la puerta no está cerrada, pero es una situación muy difícil. Compartimos la idea de que una guerra aduanera será inevitablemente un fracaso, y que debemos hacer esfuerzos para evitarla”, insistió.
En respuesta, Pekín estimó que los aranceles adicionales de la UE “no resolverán ningún problema” y criticó un enfoque “perdedor”. “La UE debería claramente reconocer que unos aranceles suplementarios no resolverán ningún problema”, declaró la portavoz del Ministerio chino de Relaciones Exteriores, Mao Ning, quien exhortó a la UE a “colaborar con China”.
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Pekín endureció el martes las condiciones de importación de brandy europeo —principalmente coñac francés— tras la decisión de Bruselas de imponer aranceles adicionales a los coches eléctricos fabricados en China.
El ejecutivo europeo acusa a Pekín de distorsionar la competencia subvencionando masivamente a sus fabricantes, lo que les permite ofrecer precios más bajos. La UE busca proteger de este modo su industria del automóvil, que emplea a 14,6 millones de personas.
China respondió iniciando investigaciones antidumping sobre la carne de cerdo y los productos lácteos. Michel aseguró que la UE abandonará su “ingenuidad” ante las masivas subvenciones públicas en China y confió en que el diálogo en curso entre responsables europeos y chinos conduzca a una solución.