China se convirtió en el principal vendedor de autos eléctricos en el mundo en el 2021, pero desde entonces ha ganado cada vez más ventaja respecto a sus principales competidores, Estados Unidos y países europeos, con quienes mantiene tensas relaciones comerciales debido a la agresividad de sus exportaciones en varios mercados, no solo el automotor.
La Unión Europea anunció el 4 de julio pasado la adopción temporal de derechos compensatorios adicionales (aranceles) de hasta 38% a empresas chinas fabricantes de vehículos eléctricos, por considerar que esas firmas se benefician de subsidios “injustos”. Pocas semanas antes, en mayo, Estados Unidos también subió las tarifas sobre los vehículos eléctricos, desde el 25% al 100% para finales de este año.
Según el Reporte Global de Vehículos Eléctricos de la Agencia Internacional de Energía, China vendió el 56,8% de los carros de este tipo que se comercializaron en el mundo. Esto se refleja en Costa Rica, donde las agencias de vehículos añaden cada vez más marcas y modelos chinos a su oferta, de los cuales un gran porcentaje es eléctrico.
El auge de China en el mercado automotor no se dio de la noche a la mañana y tardó varios años en consolidarse. El crecimiento ha sido tal que, en términos generales, el gigante asiático superó a Japón como principal exportador en el mundo en 2023, incluyendo vehículos de combustión, híbridos y eléctricos. El año pasado, China vendió al exterior 4,91 millones de unidades en total, mientras que Japón, segundo mayor exportador, alcanzó los 4,42 millones.
¿Cómo logró China consolidarse como la principal potencia de los motores? Para entenderlo, hay que remontarse al año 2015. En aquel entonces, el Gobierno de ese país anunció su programa Made in China 2025 (Hecho en China 2025), con el fin de transformar la economía del país desde una manufactura de bajo costo a una impulsada por la innovación y la tecnología de punta, enfocándose en 10 industrias clave, entre ellas la robótica, las nuevas energías, los vehículos y la maquinaria de alta gama.
Para promover específicamente el mercado de vehículos eléctricos, Pekín ha impulsado subvenciones directas a los consumidores que compran este tipo de unidades, así como exoneraciones fiscales en impuestos al valor agregado y sobre la propiedad, y subsidios a los productores, con el fin de atraer cada vez más fabricantes.
Desde 2016, China declaró que los carros producidos en su territorio solo podrían gozar de las subvenciones para los consumidores si contaban con baterías fabricadas en el país. Esto llevó a empresas como Hyundai y Tesla a adquirir acumuladores fabricados en el gigante asiático, a empresas como CATL o BYD.
De hecho, BYD, que también construye vehículos, mantiene una fuerte competencia con Tesla por ser el principal vendedor de carros eléctricos en el mundo. En el último trimestre del 2023, la marca China superó a la compañía de Elon Musk en unidades vendidas, luego de colocar 526.409 unidades respecto a las 484.507 de Tesla. Al primer trimestre del 2024, Tesla recuperó la primera posición con 386.810 unidades frente a 300.114 de BYD.
Además, los esfuerzos de China por producir semiconductores que utilizan distintos aparatos tecnológicos, permiten instalar altos niveles de tecnología a bajos costos en los vehículos. Esto se debe a que el país es el principal productor mundial de silicio, el elemento químico que se utiliza para fabricar los microchips. También es el tercer mayor productor de litio, el material que compone las baterías de los vehículos.
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Alejandro Rubinstein, director general de Grupo Purdy, distribuidor en Costa Rica de marcas como Toyota, Lexus, Ford y Xpeng explicó que un conjunto de situaciones provocó una saturación del mercado interno chino de sus propios vehículos eléctricos, lo que llevó a que las empresas buscaran comercializar su inventario en otros mercados, especialmente en países emergentes.
Vehículos eléctricos chinos se consolidan en Costa Rica
El incremento de las ventas de vehículos eléctricos chinos también incluye a Costa Rica, donde el 60% de las unidades que ingresaron en 2023 provienen de ese país, seguido de los vehículos coreanos y alemanes, ambos con 14%. Esto confirma que el gigante asiático es el principal proveedor de vehículos eléctricos en Costa Rica, un porcentaje que se comporta de forma similar al 61% mundial, según explicó Silvia Rojas, directora ejecutiva de la Asociación Costarricense de Movilidad Eléctrica (Asomove).
Según Rojas, el crecimiento de las unidades provenientes de China propicia una mayor competencia, lo que presiona a las marcas más tradicional a mejorar la variedad de modelos, más competitivos, lo que incide directamente en el precio.
En esto coincidió Carlos Aguilar, director ejecutivo de la Asociación de Importadores de Vehículos y Maquinaria (Aivema), quien indicó que existe una tendencia en la que cada vez más importadores atraen nuevas marcas chinas al mercado costarricense, diversificando así los modelos en SUV (sport utility vehicle), compactos, pick-up e incluso, vehículos de trabajo.
“Esto ha provocado que los vehículos eléctricos bajen de precio, porque al crecer la competencia, las marcas tradicionales han tenido que bajar los precios, y esto tiene un gran efecto positivo porque hace que los vehículos eléctricos sean más accesibles a las personas”, destacó Rojas.
En términos generales, el mercado chino representa el 35% de las importaciones mensuales de carros a Costa Rica (incluyendo elétricos y de combustión), lo que significa que es el “mercado más importante de procedencia de los carros que vienen al país”, según Aguilar.
De acuerdo con datos del Ministerio de Ambiente y Energía (Minae), en total existen 32 marcas que distribuyen 70 modelos eléctricos en Costa Rica. De estos, 65 son automóviles y cinco son pick-up o paneles. De las 32 marcas, la mitad son chinas. Entre ellas están BYD, Aion, Chery, Geely, JAC o XPeng.
Tanto Rojas como Aguilar coincidieron en que, dentro y fuera de Costa Rica, la expectativa es que los modelos eléctricos chinos se consoliden aún más y abarquen más espacio en los distintos mercados, tanto en automóviles como en vehículos de trabajo, incluyendo camiones de carga y motocicletas.