En la página web de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) se publicó, el mes de mayo pasado, una nota sobre el panorama y las perspectivas económicas de Costa Rica. Según dicho análisis, el producto interno bruto (PIB) crecerá un 3,6% en 2024 y un 3,9% en 2025.
La política monetaria, la expansión de la oferta de crédito y el aumento de los ingresos de los hogares respaldarán la demanda interna. Se prevé que el crecimiento de las exportaciones se modere en 2024 y aumente gradualmente en 2025 a medida que mejoren las condiciones económicas mundiales.
La inflación general se prevé que suba hasta el 0,4% (interanual) en 2024 y hasta el 2,2% en 2025. Se prevé que la posición fiscal siga siendo restrictiva con la regla fiscal conteniendo el crecimiento del gasto público.
Medidas como impulsar la competencia, mejorar la calidad de la educación, ampliar la cobertura de la educación y atención de primera infancia para menores de cuatro años y aumentar la oferta de profesionales y graduados en disciplinas técnicas y científicas favorecerían una mayor participación de la mujer en el mercado laboral, el crecimiento y la igualdad.
LEA MÁS: Clave Fiscal: Gastos deducibles en actividad notarial
Las exportaciones netas y el consumo de los hogares impulsaron el crecimiento del PIB en el segundo semestre de 2023. La demanda interna se ha visto respaldada por el crecimiento del crédito (6,7% interanual) y el aumento de los salarios reales (6,5%), sobre todo en los sectores privados. El nivel general de empleo y el salario real promedio sigue situándose por debajo de los niveles anteriores a la pandemia.
La inflación general anual pasó a ser negativa en 2023, con una caída de -1,2% en marzo de 2024. Debido a la mejora de las perspectivas económicas y fiscales, las principales agencias de calificación crediticia han elevado recientemente la calificación crediticia soberana de Costa Rica. Se prevé que la tasa de interés oficial alcance el 4,0% a finales de 2025.
El déficit presupuestario del Gobierno Central alcanzará previsiblemente el 3,1% del PIB, en 2024, y el 2,5%, en 2025. Los costos del servicio de la deuda seguirán siendo elevados (5% del PIB en 2024 y 4,6% en 2025). Se estima que los costos fiscales del envejecimiento de la población (pensiones y sanidad) aumentarán en torno al 0,3% del PIB al año hasta 2030.