El anticipo de pensión en el IVM pagando una suma para cubrir los costos, es una opción abierta a partir de los 57 años, pero reservada para unos pocos afiliados debido a que tiene un costo alto.
En el 2022, por ejemplo, 183 trabajadores pudieron optar por este tipo de beneficio y es el año en que más trámites se aprobaron. Esa cantidad de nuevos jubilados representó el 0,6% del total de las 29.924 pensiones otorgadas por la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS), administradora del régimen de Invalidez, Vejez y Muerte (IVM).
Esta modalidad de retiro se creó en el 2000, con la promulgación de la Ley de Protección al Trabajador (LPT) que permitió el anticipo del IVM a partir de los 57 años. Para ello deben utilizarse los recursos acumulados por el trabajador en su cuenta del Régimen Voluntario de Pensiones Complementarias. Sin embargo, fue hasta el 2002 cuando la Caja emitió las disposiciones para otorgar la jubilación adelantada.
Junto con la edad y poseer el fondo de retiro voluntario, la CCSS dictó que el trabajador debe contar con 360 cuotas mensuales al sistema de pensiones, es decir, haber cotizado por 30 años al IVM. Además tendrá que pagar a la institución, en un solo desembolso, el costo del anticipo, que no deberá superar los 60 meses (cinco años), según los requisitos vigentes.
Es importante tener claro que las condiciones del anticipo de pensión bajo las reglas de la LPT se modificarán, a partir del 11 de enero del 2024. En esa fecha entrará en vigencia el aumento en la edad de retiro y el cálculo del monto de pensión. A partir de ese momento, los hombres solo se podrán jubilar a los 65 años, desde los 62 años actualmente. Mientras que las mujeres podrán hacerlo a los 63 años, desde los 60 años actuales.
La modificación tendrá como repercusión que el adelanto a los 57 años tenga un mayor costo para el trabajador, pues de cinco años como máximo, pasaría a ocho años, según una reforma en la que trabaja la Caja.
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Beneficio costoso
Para entender cómo se aplica el beneficio, Adolfo Arias, jefe del Área Gestión de Pensiones de la Caja, realizó, a solicitud de La Nación, un ejercicio del cálculo de cuatro adelantos de pensiones.
En tres casos los escenarios hipotéticos se aplican tanto para mujeres y hombres. Mientras que el cuarto es solo válido para un trabajador masculino que anticipa 60 meses, pues el máximo de adelanto para las mujeres es de 36 meses ya que se pueden pensionar a menor edad.
Ahora, ¿por qué es un beneficio costoso? La respuesta está en la fórmula creada por la Dirección Actuarial de la CCSS para determinar el dinero que debe pagar el trabajador. Arias explicó que primero se proyecta al trabajador el monto de pensión, que es un promedio de los últimos 240 salarios cotizados al IVM.
Luego, esa cuantía mensual se multiplica por un factor inflacionario que permite traer a valor presente los recursos. La Dirección Actuarial estableció una tabla de 60 meses en la que, cada mes, tiene un valor asignado.
Entonces, si al trabajador se le estima una pensión de ¢600.000 y adelanta 32 meses, el monto se multiplica por el factor asignado para dicho mes. En el caso hipotético, el costo por esos dos años y seis meses fue de ¢17.660.940.
Una vez establecido dicho monto, se calcula el aguinaldo del periodo de adelanto, el aporte al Seguro de Saludos, que es el equivalente al 13,75% de la cifra; y el costo administrativo que será la proporción del 0,8% de las pensiones recibidas por 32 meses.
Todas estas cifras se suman y el monto final, en este escenario, es de ¢21.701.763. Esta es la cantidad de dinero que la persona debe tener acumulada en su fondo de pensión voluntario que su operadora de pensiones complementarias (OPC) debe transferir a una cuenta de la CCSS.
El funcionario de la Gerencia de Pensiones comentó que en el anticipo de pensión pagado lo que la institución hace es calcular todo el costo de los beneficios obtenidos por el trabajador, sea que adelante un mes o el tope actual de cinco años.
Arias enfatizó que las variables claves son el monto de la pensión que reciba la persona y los meses que se adelantan. Entre mayores sean ambas variables el costo de adelantar la fecha será más elevado para el trabajador.
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Por ejemplo, una persona con una cuantía de jubilación inicial de ¢1.054.757 y que adelanta cinco meses, pagará ¢6.378.104. Mientras que quien obtiene la pensión máxima de ¢1.666.062, pero anticipa 60 meses, deberá cancelar ¢106.848.692.
Los casos de pagos millonarios sí ocurren. En el 2022, hubo un trabajador que canceló ¢105.270.000 para poder retirarse a los 57 años. Mientras que, en el 2021, fueron ¢101.900.000, según datos de la CCSS.
Ubaldo Carrillo, director de Pensiones, confirmó a este diario, en enero pasado, que los casos de pagos máximos son principalmente de funcionarios públicos quienes, además de contar con un fondo voluntario de pensiones, cuentan con ahorros extraordinarios para capitalizar su fondo en caso de requerirlo.
En menos de un mes
El cálculo del monto del adelanto a pagar es un proceso que, a nivel administrativo, la Gerencia de Pensiones tarda 18 días en promedio en responder, dado el volumen de trámites que realiza la entidad pública.
El jefe del Área Gestión de Pensiones de la CCSS recomendó a los interesados que, antes de establecer el proceso formal, soliciten el cálculo en alguna agencia de la institución para determinar si el saldo del fondo voluntario de pensiones es suficiente para pagar el adelanto.
Arias brindó el consejo porque, cuando se le rechaza la solicitud a un trabajador, por falta de recursos, deberá iniciar el proceso desde el comienzo si logra capitalizar su fondo voluntario con dinero adicional.
La Caja cuenta con un proceso especial para el retiro anticipado en el cual, entre los documentos, la persona debe entregar una constancia de su OPC del monto acumulado en su fondo voluntario.
Además, una vez aprobado el beneficio, la operadora contará con un plazo máximo de 30 días naturales para hacer el traslado del dinero y, hasta cuando estén depositados, se empezará a dar la pensión al nuevo jubilado.