El Gobierno finalizó el 2020 con un déficit fiscal equivalente al 8,3% del producto interno bruto (PIB), casi un punto porcentual menor a lo estimado dentro de la programación económica (9,2%).
Así lo informó Elian Villegas, ministro de Hacienda, este lunes.
Pese al resultado financiero adverso, el segundo más voluminoso desde 1981, cuando fue de 9,1% de la producción, Villegas destacó que cerraron con un déficit menor al esperado, dado la fuerte caída del 11% en los ingresos tributarios generada por la pandemia sanitaria.
En la revisión de la programación económica del 2020–2021, el Banco Central de Costa Rica (BCCR) incluyó, a mediados del año anterior, que el déficit fiscal del Gobierno sería de 9,3% del PIB.
El endeudamiento público también fue menor al esperado, pues cerró el año pasado en 69,7% de la producción, pero el Gobierno esperaba rondara el 70,1% del PIB.
“Hace cinco meses se decía que el Gobierno caería en default en setiembre, luego de que el déficit sería del 11,7% del PIB en diciembre, pero no fue así”, destacó Villegas.
El funcionario no brindó la proyección del déficit fiscal para este año, pues afirmó se dará una vez cerradas las negociaciones con el Fondo Monetario Internacional (FMI), pues dependerá del acuerdo al que se llegue con el organismo multilateral.
El economista Fernando Naranjo, de Consejeros Económicos y Financieros (Cefsa), destacó que los pronósticos son una estimación; pero lo que realmente cuenta es el resultado final.
“Se debe comparar de cuánto fue el déficit fiscal del 2020, comparado con el del 2019. Es la única forma de saber si una mejora o un deterioro. Lo que hubo fue un deterioro fiscal el año pasado, pues hubo un deterioro de 1,3 puntos más de un año a otro, pues en el 2019 fue del 7% del PIB”, afirmó Naranjo.
En tanto, José Luis Arce, director de FCS Capital, destacó que bajo las circunstancias de la pandemia la incertidumbre, el resultado fiscal fue menos negativo dado que la caída en ingresos fue menor.
“Todos creíamos que el déficit fiscal sería más alto. Pero no hay que perder la perspectiva de que fue un déficit alto y que este año será alto de nuevo”, recalcó el economista.
Menos transferencias e inversión
El jerarca de Hacienda explicó que la reducción en el gasto se logró mediante recorte del gasto público. En específico, la baja del gasto se dio en las transferencias corrientes del Poder Ejecutivo.
Al cierre del 2020, estas ascendieron a ¢2,83 billones, es decir una reducción interanual del 2,42% comparado a los ¢2,90 billones del 2019.
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La baja más significativa fue hacia instituciones del sector público, dado que ascendieron a ¢1,69 billones, es decir una disminución del 14,5% el año pasado, comparado con los ¢1,98 billones del 2019, según los datos publicados por Hacienda.
“La reducción en el gasto obedece a un esfuerzo de todo el Estado con recortes presupuestarios y la no transferencia de ciertas partidas. La única forma de ahorrar es sencillamente no gastando. La única forma de contener el gasto público es dejando de gastar”, explicó Villegas.
El jerarca resaltó que se dejó de hacer transferencias catalogadas como no esenciales, en diversas instituciones públicas.
Isaac Castro, viceministro de Hacienda, detalló que el recorte en específico en las transferencias al sector público fue de ¢288.355 millones.
“El desglose abarca una cantidad grandísima de instituciones públicas que recibían el dinero. No es que se pospuso pagos, pues todas esas instituciones están al día en sus obligaciones. En cada uno de los presupuestos extraordinarios se fue recortando durante el año pasado”, destacó Castro.
Añadió que por el contrario, las transferencias dirigidas al sector privado se incrementaron, pues contenían muchas de las ayudas económicas dadas por el Gobierno a los afectados por la pandemia de la covid-19, como el Bono Proteger.
Las transferencias al sector privado ascendieron a ¢1 billón el año pasado, lo cual significa un aumento del 18%, comparado al mismo periodo del 2019, cuando fueron de ¢872.220 millones.
El recorte en el gasto de capital fue otro de los rubros relevantes en la baja del déficit financiero.
Los datos de Hacienda muestran que la inversión fue de ¢444.014 millones en los 12 meses del 2020. Esto significó una reducción del 38% frente a los ¢718.825 millones del 2019.
Alberto Franco, economista de Ecoanálisis, reconoció que sí hubo un esfuerzo del Gobierno en contener el gasto en remuneraciones y transferencias al sector público.
“Claramente, se ve también que hubo una caída significativa en el gasto de capital; pero también depende de si se había presupuestado, desde inicios del 2020, una mejor inversión”, destacó Franco.
Villegas destacó que el Gobierno también logró contener el crecimiento de los salarios, pues este rubro ascendió a ¢2,48 billones, el año pasado, lo cual significa un alza de 0,2% frente a los ¢2,47 billones del 2019.
El pago de intereses de la deuda pública fue el rubro que más se elevó porcentualmente. Este fue de ¢1,68 billones el año anterior, frente a los ¢1,51 billones, en el 2019, lo cual significó un alza del 11%.
Al final del periodo del 2020, el déficit fiscal del Poder Ejecutivo fue de ¢2,9 billones que se financió mediante deuda interna y externa. El 70% de los recursos los obtuvo de la colocación de títulos valores en el mercado local.
Mientras que el restante 30% con préstamos externos de apoyo presupuestario, entre los que destacan el crédito rápido del Fondo Monetario Internacional (FMI), por $521 millones, o el de $500 millones otorgado por el banco de desarrollo de América Latina (CAF).
Caída en ingresos
Por otra parte, los ingresos totales del Ejecutivo fueron de ¢4,77 billones el año pasado, lo cual significó una baja del 11% frente a los ¢5,36 billones del 2019.
El jerarca de Hacienda detalló que la principal contracción se dio en la recaudación impositiva, pues ingresaron a la Hacienda Pública ¢587.000 millones menos.
Sin embargo, destacó que al comienzo de la pandemia la proyección era de una caída del doble, es decir, casi ¢1,2 billones.
Villegas explicó que las reaperturas de actividades económicas, con las respectivas medidas sanitarias, fue una de las razones que más ayudaron a que la caída no fuera como la prevista.
El impuesto sobre la renta, uno de los más relevantes, reportó una recaudación de ¢1,65 billones el año pasado, lo cual significó una baja del 11%, comparado con los ¢1,85 billones del 2019.
En tanto, el impuesto del valor agregado (IVA) tuvo una menor caída a la esperada.
Los datos de Hacienda muestran que el ingreso fue de ¢1,62 billones, es decir 0,7% menos comparado a los ¢1,63 billones del 2019.