La desigualdad en Costa Rica se redujo a los niveles más bajos desde el 2010, según la Encuesta Nacional de Hogares del 2022 realizada por el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC). El coeficiente de Gini, el parámetro que mide la desigualdad en la distribución de los ingresos per cápita entre los hogares, se ubicó en 0,504 este año.
Esta medida asume valores entre 0 y 1, mientras mayor sea, mayor es la concentración del ingreso. La Encuesta también muestra que este es el mayor descenso interanual desde el 2010. En 2021 el coeficiente de Gini fue de 0,524, precisamente el más alto en la serie de la Encuesta Nacional de Hogares.
Según Luis Oviedo, investigador del Instituto de Investigaciones en Ciencias Económicas (IICE) de la Universidad de Costa Rica, la razón por la que se redujo la desigualdad es que los ingresos de los deciles más bajos aumentaron relativamente más en comparación con los deciles de mayores ingresos. Esto también es respaldado por los datos que se concluyen de la encuesta realizada por el INEC.
Aunque para todo el país la variación de ingresos entre 2021 y 2022 fue de 5,3%, los primeros cuatro quintiles presentan variaciones mayores.
Eddy Madrigal, coordinador de la Encuesta Nacional de Hogares, amplió en que la desigualdad se redujo porque el crecimiento de los ingresos de las familias más pobres es muy fuerte y el de los ingresos altos “prácticamente no existe”, lo que hace que en términos reales cayeran sus ingresos.
“Estamos hablando de que son ¢5.000 o ¢10.000 más y eso hace una diferencia sustancial en ellos (las familias de menores ingresos). No es que sean aumentos enormes. Lo que está ocurriendo es que es gente que tiene ingresos realmente bajos”, explicó Madrigal.
El comportamiento es distinto en la zona rural
A pesar de que la desigualdad tuvo un descenso significativo en el promedio del país como en la zona urbana, el coeficiente de Gini evidenció un leve aumento en la desigualdad de la zona rural
Según Oviedo, la diferencia es que los hogares pobres de las zonas urbanas han logrado incorporar a más miembros al mercado laboral, lo que se traduce en un mayor número de personas aportando al ingreso del hogar.
Para el director del IICE, Juan Robalino, el hecho de que la desigualdad en el país siga en descenso dependerá de lo que pase en las zonas rurales que son las más afectadas. Mencionó que habrá que esperar cómo responde la economía en general a futuro, pues no tiene expectativas tan positivas para el 2023.
“Me parece que los números del próximo año no van a ser tan positivos en términos de producción e ingresos (...) eso puede afectar la tendencia que estamos viendo”, concluyó este investigador.