Los bancos centrales de Reino Unido, Suiza y Noruega subieron sus tasas de interés este jueves, siguiendo el ejemplo de la Reserva Federal estadounidense y del Banco Central Europeo de endurecer aún más la política monetaria para doblegar la inflación.
El Banco de Inglaterra (BoE) subió su tasa directriz de interés en 0,25 puntos básicos, hasta 4,25%, el punto más alto desde 2008.
El Banco Nacional de Suiza (BNS), que supervisó la compra de Credit Suisse por parte de UBS el fin de semana, subió su tipo de interés oficial en 50 puntos básicos, como el BCE hace una semana, a 1,5%. El banco central noruego hizo lo propio, con una subida más modesta de 25 puntos básicos, a 3%.
El miércoles, la Reserva Federal estadounidense (FED, banco central), aumentó moderadamente en un cuarto de punto porcentual sus tasas de referencia a 4,75-5,00%, tal como esperaba el mercado.
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Tras sus últimas reuniones de política monetaria, el BNS suizo declaró que estaba “contrarrestando el nuevo aumento de la presión inflacionista”, mientras que el Norges Bank noruego señaló que los tipos más altos eran “necesarios para frenar la inflación”.
El BoE advirtió que prevé seguir endureciendo su política si “persisten” las presiones inflacionistas en Reino Unido.
En los tres países europeos, el principal objetivo de la política monetaria sigue siendo alcanzar una inflación del 2%, lo que aún está lejos de ser el caso.
La quiebra de los bancos estadounidenses Silicon Valley Bank (SVB), Signature Bank y Silvergate mostró hasta qué punto el sector bancario se había visto debilitado por las frenéticas subidas de tipos de los últimos meses.
“Nuevos riesgos”
La FED dejó entrever que se acerca el final de su ciclo de endurecimiento monetario, y ahora utiliza el tiempo condicional para sugerir que “podría ser necesario un futuro endurecimiento de la política monetaria”.
Tras su reunión advirtió que los recientes problemas del sector bancario “probablemente resulten en condiciones de crédito más ajustadas para hogares y empresas, y podrían pesar sobre la actividad económica, el empleo y la inflación”.
El riesgo no se limita a Estados Unidos, como demostró la compra del Credit Suisse por su rival UBS a un módico precio.
La presidenta del Banco Central Europeo (BCE), Christine Lagarde, advirtió el miércoles que las recientes tensiones en sector bancario generan “nuevos riesgos” para la economía.
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La presidenta del BCE también defendió que todavía hay “camino por recorrer para contener” la inflación que, según las previsiones de su institución, no volverá a situarse alrededor del 2% hasta 2025. En febrero, la inflación en la zona euro se situó en un 8,5% interanual, una décima menos que en enero.
En el Reino Unido la inflación subió el mes pasado a 10,4% interanual, aunque el BoE y el gobierno esperan que baje a lo largo del año por la reducción de los precios energéticos.
En Suiza, la inflación sigue siendo bastante más baja que en el resto de Europa, un 3,4% interanual en febrero, pero se ha acelerado en los últimos meses. Y en Noruega, la inflación, aunque se ralentizó en febrero, se mantiene en el 6,3%.
La corona noruega y el franco suizo apenas se movieron tras estos anuncios en un mercado centrado en la debilidad del dólar.