La producción de Costa Rica crece a dos ritmos distintos: por un lado el de las empresas en Zona Franca (régimen especial) continúa acelerándose y aumentó en setiembre 13,7% respecto al mismo mes del año anterior. Pero el resto de producción, cerca del 85% del total, continúa desacelerándose y subió apenas 0,8% en el mismo periodo.
Lo anterior se desprende de los datos del índice mensual de la actividad económica (IMAE) que publicó el Banco Central, indicador que muestra el valor bruto de la producción. El llamado régimen definitivo donde ubican las empresas que no tienen beneficios fiscales, se acerca al estancamiento.
“La producción del régimen definitivo subió 0,8% y mantiene la desaceleración registrada desde abril del 2022 debido principalmente a la evolución de la construcción, la actividad agropecuaria y los servicios de administración pública”, indicó el Banco Central en el comunicado.
El caso de la construcción muestra una caída interanual de 24,4% y es la que más contribuye a la desaceleración del indicador. Esta actividad enfrenta mayores costos de producción debido a las alzas internacionales en los precios del hierro y acero.
La agricultura, por su parte, presenta caídas consecutivas en su producción desde enero del 2022. En setiembre del 2022 la disminución fue de 3,6%. A la agricultura la han afectado condiciones climáticas inestables y los altos precios de insumos importados como fertilizantes y alimento para animales.
En el caso de la administración pública su crecimiento se mantiene limitado, principalmente, por la aplicación de la regla fiscal para controlar la deuda pública.
El comercio, que es la actividad más grande en empleo, se ha desacelerado y en setiembre aumentó 2% respecto al mismo mes del año anterior. Alonso Elizondo, director ejecutivo de la Cámara de Comercio, explicó que el comercio cayó fuertemente con la pandemia, pero rebotó con rapidez, luego se ha desacelerado y ahora retorna al crecimiento que tenía antes de la crisis por la covid-19, de entre 2% y 2,5%, menos que la economía en general.
Implicaciones para hogares y empresas
La situación tiene implicaciones positivas y negativas para diferentes grupos de la población. Para quienes laboran en las empresas en Zona Franca es una buena noticia porque a pesar del contexto externo de desaceleración, Costa Rica sigue vendiendo más al exterior.
El expresidente del Banco Central, Rodrigo Cubero, explicó que el crecimiento en el régimen especial también beneficia al definitivo porque si bien los encadenamientos no son lo fuertes que se quisiera, sí se han venido incrementando en la última década y media y han pasado de entre 5% y 10% a alrededor de 45% a 50%, en términos de las compras de las empresas en Zona Franca a compañías fuera de ella.
No obstante, por otro lado, la desaceleración del régimen definitivo tiene implicaciones en el empleo, desempleo, ingresos de muchos hogares y en la recaudación de impuestos.
“Eso va a tener una incidencia sobre el mercado laboral, posiblemente tengamos una menor reducción en la tasa de desempleo de lo que hemos venido viendo (...) ya de hecho se está mostrando eso en un cierto estancamiento en la reducción del desempleo (en cerca del 12%)”, comentó Cubero.
El desaceleramiento en el régimen definitivo también afecta los ingresos reales de los hogares que dependen de él, lo cual mantendría limitado el consumo. Además, indicó Cubero, el incremento en las tasas de interés también restringen el consumo.
El economista de la Universidad Nacional (UNA), Fernando Rodríguez, añadió que la época de fin de año podría ayudar a moderar la caída en el consumo, pero posiblemente se vuelva a la desaceleración actual a inicios del 2023.
¿Hay riegos de que la producción del régimen definitivo llegue a caer? “Creo que sí podría ser posible que empiece a haber una caída, si algunos sectores empiezan a mostrar signos de debilidad mucho más pronunciados”, consideró Rodríguez.
Añadió que la mejor demanda de nuestros servicios (como el turismo) puede atenuar la situación, además de la época de fin de año.
Cubero, por su parte, indicó que hay dos factores que pueden ayudar a que el régimen definitivo siga creciendo, aunque a tasas bajas: el empuje que le genera el régimen especial y la recuperación del turismo, con muchos encadenamientos y que podría ser también ser el sostén del régimen definitivo en los meses que vienen.
¿Qué medidas de política se deberían seguir?
Cubero considera que en cuanto a la política monetaria, el deber del Banco Central es seguir combatiendo la inflación y conforme la inflación ceda se liberará el poder adquisitivo de hogares y empresas.
Por su parte Fernández, considera que el país ya se debe repensar más aumentos en las tasas de interés.
“A mí me parece que ya estamos llegando a un punto donde no tiene sentido seguir aumentando las tasas de interés sin que nos preocupemos de lo que está sucediendo con el sector real”, dijo Fernández.
En cuando a la política fiscal, Cubero considera que lo más importante es continuar por la senda de la consolidación fiscal para dar tranquilidad y confianza en el rumbo de la economía nacional.
Pero también considera que se deben fortalecer las transferencias a los hogares más pobres y mantener protegida la inversión en infraestructura el gasto de capital del Gobierno dentro de la regla fiscal, porque eso es fundamental para acelerar el crecimiento económico en el corto, mediano y largo plazo.