La economía costarricense reportó un crecimiento del 7,6% durante el año pasado, lo que se convirtió en la tasa de incremento más alta desde el 2008, informó este viernes Rodrigo Cubero, presidente del Banco Central de Costa Rica (BCCR), durante la presentación del Informe de Política Monetaria 2022-2023.
El jerarca explicó que la mejora ocurre después de que el país tuviera una contracción de la producción del 4,1%, en el 2020, a raíz de los efectos de la pandemia de la covid-19.
Al cierre del 2021, el crecimiento del producto interno bruto (PIB) estuvo varios puntos porcentuales por encima de las previsiones del año anterior. En enero de ese año, la entidad previó que el crecimiento de la producción fuera del 2,6%; en julio lo elevó a 3,9% y, para noviembre, lo ubicó en 5,4%.
“El notable desempeño de la economía nacional, después del profundo impacto por la pandemia, es testimonio del empeño y resiliencia de los hogares y trabajadores y del dinamismo y diversificación del sector productivo, apoyados todos por políticas enfocadas en procurar la recuperación y afianzar a la vez la estabilidad macroeconómica y financiera”, agregó Cubero.
Añadió que el resultado del año anterior va más allá del rebote económico, frente a la contracción del 2020. “Tuvimos en el 2021, a parte del efecto rebote, un comportamiento dinámico de la economía. No solo por el dinamismo de las empresas de zonas francas, sino también por el régimen definitivo. Esto quiere decir que es una recuperación mucho más generalizada”, aseveró.
“Tuvimos en el 2021, a parte del efecto rebote, un comportamiento dinámico de la economía. No solo por el dinamismo de las empresas de zonas francas, sino también por el régimen definitivo. Esto quiere decir que es una recuperación mucho más generalizada“
— Rodrigo Cubero, presidente del BCCR
La mejora registrada en el 2021 se fundamentó en un alza del consumo de los hogares, el cual tuvo una tasa de variación del 5,8%, frente al -5% el año previo; y de la inversión privada que creció 15,5% el año pasado, comparado con el 0,9% de variación en el 2020.
En contraste, la inversión pública tuvo una tasa de variación del -20,6% el año pasado, frente al -10,6%, en el 2020. Cubero aseguró que, en el 2021, la baja en la inversión estatal se aceleró a partir del Caso Cochinilla.
José Luis Arce, director de FCS Capital, calificó de “inesperada“ la tasa de crecimiento económico del año pasado.
“Es el resultado de dos factores; el primero el fuerte rebote de la producción, desde julio 2020, asociado con el retiro paulatino de las medidas de distanciamiento social adoptadas durante la pandemia y, adicionalmente, el crecimiento particularmente fuerte de las actividades de exportación y de otras vinculadas al mercado interno”, subrayó el economista.
El BCCR presentaba antes las proyecciones económicas del país bajo el documento Programa Macroeconómico. Pero a comienzo de este año, la Junta Directiva de la institución acordó integrarlo dentro del Informe de Política Monetaria.
Proyección del bienio
Para el 2022 y el 2023, el Banco Central prevé un crecimiento de la economía costarricense del 3,9% y 4,0%, respectivamente. El presidente del BCCR indicó que el menor incremento porcentual para el bienio se debe a que, en el 2021, la economía tuvo un incremento muy positivo y alto.
La entidad sostuvo que las tasas de variación proyectadas reflejan una normalización gradual del crecimiento económico, y estarán por encima de la tendencia de largo plazo.
La manufactura, la construcción, comercio y transportes serán los sectores que impulsarán la actividad económica en estos dos años. En tanto, hoteles y restaurantes, fuertemente ligados al turismo, tendrán tasas de crecimiento del 19,2% y 20,9%, para el 2022 y 2023, respectivamente.
El fuerte crecimiento se explica debido a que dicho sector está en proceso de recuperarse del fuerte golpe recibido por la pandemia de covid-19.
Para el economista Daniel Ortiz, el alza en precios de las materias primas, el aumento de la tasa de política monetaria (TPM) y los efectos de las diferentes variantes del coronavirus inciden en las tasas de crecimiento moderado de la economía en los próximos dos años.
“La economía tendrá un entorno interno más libre, es decir, un consumo privado e inversión que podrán evolucionar en un entorno con menos restricciones y donde los consumidores ya están en gran medida vacunados”, dijo el director de Consejeros Económicos Financieros (Cefsa).
A nivel de inflación, el BCCR tiene mantuvo la meta inflacionaria del 3%, con una posible desviación de un punto porcentual hacia abajo y arriba. Cubero afirmó que, durante los primeros meses de este año, el índice de precios al consumidor (IPC) seguirá en aumento y se acercará al techo del 4%, pero posteriormente tenderá a moderarse.
Entre los riesgos que enfrentan dichas proyecciones, el ente emisor señaló las repercusiones de la crisis sanitaria y que no se logren aprobar los proyectos pactados con el Fondo Monetario Internacional (FMI) y de los créditos de apoyo presupuestarios para el Gobierno.
“Hacia adelante, debemos mantener ese compromiso firme con la estabilidad, aprobar las medidas fiscales en el convenio con el FMI y profundizar las reformas estructurales necesarias para promover un crecimiento de largo plazo más fuerte, sostenible e inclusivo”, aseveró Cubero.
El jerarca añadió que el mercado laboral continúa en recuperación, en línea al alza del PIB, pero la caída en el desempleo no fue resultado de una mayor creación de puestos de trabajo, sino más bien de la decisión de algunas personas de dejar de buscar un empleo. La tasa de ocupación se incrementa, aunque lo hace un ritmo muy lento.