El gobierno de Joe Biden propuso a sus socios de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) una tasa de “al menos” 15% a la renta empresarial de las multinacionales a nivel mundial, indicó el jueves el Departamento del Tesoro de Estados Unidos en un comunicado.
La cifra es inferior al 21% que el Tesoro manejó inicialmente y que la OCDE pensaba alcanzar. En el comunicado, se destaca que 15% es "un piso" y que las tratativas continuarán con el objetivo de ser "ambiciosos" y "aumentar esta tasa".
Washington promovió negociaciones en la OCDE para implementar gravámenes sobre los beneficios de las multinacionales que estén armonizados entre los distintos países.
La OCDE espera un acuerdo global de principio para el G20 de Finanzas de los días 9 y 10 de julio, para concretar el mecanismo en una reunión final en octubre.
A modo de referencia, en Irlanda rige una tasa de 12,5%, en tanto Francia, Alemania y el Parlamento Europeo son partidarios del 21%, la cifra inicialmente manejada por Washington.
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El objetivo que persiguen estos países es aumentar la contribución de los gigantes de la tecnología a las arcas públicas. Los señalan de escaparse del pago de impuestos gracias a las diferencias tributarias entre países.
La propuesta de un impuesto mínimo global a la renta empresarial tiene como objetivo también acabar con la competencia por impuestos a la baja entre países y el uso de paraísos fiscales por parte de las empresas, segúa se explicó en abril pasado.
En esa ocasión se añadó que esta armonización fiscal, destinada a imponer un mínimo gravamen a las empresas independientemente del país donde se encuentren, buscaría evitar que las empresas eludan impuestos estableciendo sedes en países con tasas más bajas, una práctica frecuente entre las firmas de tecnología que drena recursos de las arcas gubernamentales.