El Directorio Ejecutivo del Fondo Monetario Internacional (FMI), aprobó a Costa Rica, este lunes 14 de noviembre, el tercer giro de $270 millones del del Servicio Ampliado del FMI (SAF) y también autorizó que el país sea la primera nación, en el ámbito global, en recibir un crédito por $725 millones del nuevo Servicio de Resiliencia y Sostenibilidad (SRS).
El organismo multilateral fundamentó su decisión en que las autoridades están tomando medidas para fortalecer su programa de reformas económicas. Sin embargo, resaltó que el país enfrenta factores adversos por choques externos que han comenzado a desacelerar la actividad económica, en un entorno de elevadas presiones inflacionarias.
Costa Rica es el primer país en acceder al SRS. La duración de este plan coincidirá con el periodo restante bajo el Servicio Ampliado del Fondo (SAF), aprobado por el FMI, el 1.º de marzo del 2021, por $1.778 millones. Esta facilidad de crédito fue suscrita por tres años y luego ampliada por cinco meses más, en marzo del 2022.
“Me complace que hoy Costa Rica se convierta en el primer usuario del Fondo de Resiliencia y Sostenibilidad (SRS), un testimonio del compromiso del país para abordar el cambio climático y buscar el crecimiento verde”, expresó Kenji Okamura, director gerente adjunto y presidente interino de la Junta, posterior a la discusión del Directorio Ejecutivo sobre la solicitud de Costa Rica.
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“Las autoridades costarricenses están dando pasos importantes para fortalecer su programa de reforma económica. No obstante, los vientos en contra a nivel mundial han comenzado a desacelerar la actividad económica en medio de presiones inflacionarias elevadas, y las perspectivas siguen sujetas a riesgos a la baja”, agregó Okamura, según se lee en el comunicado de prensa.
Camino correcto
El informe del FMI destacó que Costa Rica ha conseguido una base sólida de desempeño fiscal. Sin embargo, es clave mantener el proceso de reformas pactadas a nivel de impuestos, eficiencia del gasto y la gestión de la deuda. También reconoció que hay margen para reexaminar la regla fiscal, pero destacó que cumple un papel fundamental en la contención del gasto y reducción del endeudamiento.
De lado de las proyecciones económicas, el Fondo prevé que el déficit fiscal del Gobierno sea equivalente al 4,1% del producto interno bruto (PIB) para este año; pero continuará la senda del descenso hasta alcanzar, en el 2027, el porcentaje de 1,9% de la producción.
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La reducción se consigue porque, a partir de este año, el Poder Ejecutivo tendría un superávit primario (diferencia entre ingresos y gastos, sin el pago de intereses de la deuda) del 1,1% del PIB y continuará positivo hasta alcanzar, en cinco años, el equivalente a 2,3% de la producción de Costa Rica.
El resultado será, según las proyecciones del FMI, que el endeudamiento del Gobierno Central cierre este año en el 67,2% del PIB y mantenga una tendencia de descenso hasta significar el 61,8% de la producción, en el 2027.
A nivel de crecimiento de la producción, la entidad estima que sea del 4,3% para este año, mismo porcentaje anunciado por el Banco Central de Costa Rica (BCCR), el pasado 31 de octubre, en la presentación del Informe de Política Monetaria.
Incluso, para el 2023, proyectó un crecimiento de 2,9%, por encima del 2,7% estimado por el Banco Central. A partir del 2024, el PIB tendrá una evolución interanual igual o superior al 3%, según el Fondo.
Sobre las elevadas presiones inflacionarias, el organismo multilateral consideró que el BCCR responde de manera proactiva a los choques principalmente externos. Primero, mediante el aumento de la tasa de política monetaria (TPM) la cual está actualmente en el 9%, pero en diciembre del 2021, era del 0,75%.
Adicionalmente, reforzó sus reservas internacionales mediante el crédito de $1.100 millones otorgado por el Fondo Latinoamericano de Reservas (FLAR).
Por último, Okamura instó al país a continuar las reformas para fortalecer la supervisión bancaria y las facultades de regulación; mejorar el marco jurídico de resolución bancaria y garantía de depósitos; y fomentar la competencia bancaria.