El Fondo Monetario Internacional (FMI) revisó al alza las perspectivas de crecimiento económico para Costa Rica en el 2023, proyectando un aumento del 5%. Este incremento se atribuye al dinamismo en las exportaciones y a la recuperación de la demanda interna. Sin embargo, alertó sobre proyectos que erosionan la recaudación tributaria del Gobierno.
Ding Ding, jefe de la Misión del organismo internacional, afirmó que se espera que el crecimiento del producto interno bruto real de Costa Rica alcance aproximadamente el 5%, con una posterior moderación al 3,5% en 2024. Esta revisión contrasta con la estimación previa en su reporte Perspectivas de la Economía Mundial, del 10 de octubre pasado, donde proyectaba un crecimiento del 4,4% respecto a 2022.
“Si se comparan nuestras proyecciones actuales con las propias proyecciones que tenía el FMI hace algunos meses, hay un cambio sustancial hacia arriba, en cuanto al crecimiento económico para este año (...) Nos parece que el crecimiento en la primera mitad del año se debía sobre todo a eventos externos, pero ahora el crecimiento ha sido más amplio en el sector interno de la economía”, explicó Ding, en la conferencia de prensa realizada este viernes 27 de octubre.
Las proyecciones actuales del FMI también superan las estimaciones de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), que anticipan un crecimiento del 3,8% para la producción costarricense en el 2023, y del Banco Central de Costa Rica (BCCR), que había estimado un crecimiento del 4,2%, en julio pasado.
Róger Madrigal, presidente del Banco Central, explicó que la próxima semana publicarán una nueva previsión de crecimiento en su Informe de Política Monetaria; sin embargo, destacó que el desempeño de la economía es muy optimista, lo que lleva las proyecciones al alza.
El presidente del ente emisor aseguró que el comportamiento es favorable en dos sentidos, pues las empresas de las zonas francas siguen creciendo a dos dígitos, y las del régimen definitivo (aquellas que pagan impuestos sobre la renta) muestran tasas superiores al 4%.
Erosión de recaudación
Por otra parte, la misión del FMI reconoció que la reforma tributaria del 2018 y la contención del gasto han sido exitosas para reducir la carga de la deuda pública. Por esa razón, aseguraron que el Gobierno está encaminado a superar el objetivo que se había fijado para finales del 2023.
Sin embargo, enfatizaron en que deben restablecerse los niveles de ingresos logrados con la reformas fiscal, debido a que el crecimiento empezó a ralentizarse, y los ingresos tributarios como proporción del PIB siguen estando por debajo de los de países comparables.
“Lamentablemente, las leyes recientemente aprobadas, por ejemplo la 10.381 (para excluir a Costa Rica de la lista negra de la Unión Europea) y la 10.390 (sobre reducción del marchamo), erosionarán los ingresos y disminuirán la progresividad, equidad y eficiencia del sistema tributario”, manifestó Ding Ding.
Nogui Acosta, ministro de Hacienda, aseguró que la erosión de la base del cobro de impuestos lleva a una disminución en la recaudación tributaria. Según el jerarca de la cartera, como consecuencia, esto obliga al Gobierno a reducir el gasto en diversas áreas.
“No deberíamos salir de esta ruta, porque cualquier desviación nos va a llevar, un par de años después, a otra vez tener que enfrentarnos a reducción del gasto para poder cumplir (...). Este objetivo de mejorar la calidad del gasto pasa por un proceso de una mejor gestión”, comentó Acosta.
Según el FMI, medidas como la ampliación de las bases imponibles para las personas físicas y jurídicas, la introducción de un impuesto sobre la renta de las personas físicas de carácter dual y la eliminación de ciertas exenciones del IVA podrían ayudar a frenar esta erosión.
Mercado cambiario ‘poco profundo’
Otro de los aspectos que señaló el Fondo en su misión es que Costa Rica tiene un mercado cambiario “poco profundo” y añadió que, en la mayoría de los casos, debería permitirse que el tipo de cambio se mueva libremente en respuesta a las condiciones del mercado.
En el comunicado de prensa, el organismo multilateral instó al Banco Central para que explore la reducción del impacto de sus operaciones en el mercado cambiario, para lo que considera útil introducir nuevas reformas institucionales y técnicas con el fin de mejorar el funcionamiento del mercado divisas.
Para el FMI, Costa Rica tiene un mercado cambiario poco profundo y enfrenta cierto grado de descalce de moneda debido a la dolarización.
“En principio, esto podría justificar la implementación de intervenciones en FX (Forex o mercado de divisas) específicas para mitigar fluctuaciones excesivas en el tipo de cambio. Sin embargo, en la mayoría de las circunstancias, se debería permitir que el tipo de cambio se mueva libremente en respuesta a las condiciones del mercado”, detalló.
El FMI resaltó que un tipo de cambio más flexible y una mayor transparencia en las operaciones cambiarias del Banco Central permitirían a la política monetaria influir plenamente en la actividad económica y la inflación e incentivarían la profundización del mercado cambiario.