El Gobierno Central anunció, este jueves 18 de mayo, un nuevo proyecto de ley del impuesto sobre la renta que en el caso de las personas físicas introduce una nueva base de cálculo donde se globalizan todos los ingresos, en lugar de tomar en cuenta solo los salarios cuando se trata de trabajadores, o solo los ingresos por actividades lucrativas.
En el planteamiento del Poder Ejecutivo, expuesto por Nogui Acosta, ministro de Hacienda, además se presenta una nueva tarifa progresiva que se inicia en el 10% para quienes tengan ingresos anuales desde 0 hasta ¢4.728.000.
Posteriormente, se regirá por una tabla de rangos de ingresos en los que, sobre los excesos se cobrará una tarifa del 15%, 20%, 25%; además de una nueva del 30%. Esta última se establece solo sobre el exceso de quien reporte un ingreso anual de ¢37.896.000.
Para llegar a esta base imponible general ajustada sobre la cual se comienzan a aplicar los tramos de renta, la persona tendrá derecho a exonerar una base mínima vital, además de ciertas deducciones, como cónyuges e hijos.
Priscilla Zamora, viceministra de Ingresos, explicó que los nuevos tramos de renta para las personas físicas aplican una vez descontada el ingreso mínimo vital anual, establecido en ¢10,1 millones, así como las deducciones actuales.
Por ejemplo, una persona que tiene ingresos anuales de ¢20 millones, puede aplicar el mínimo vital anual y las deducciones. Es decir, si le queda un exceso de ¢5 millones, a dicho monto es sobre el cual aplica los nuevos tramos propuestos.
La funcionaria explicó que, en la actual ley de renta, hay una distorsión porque aplica un impuesto que rige para los trabajadores independientes y otro impuesto que es para los salarios.
“En el proyecto creamos un único impuesto en el que entran todas las personas físicas (...) pero el proyecto no busca afectar a las personas físicas que hoy son asalariadas , ni a quién realiza actividad lucrativa, por eso el ingreso mínimo vital se lleva a ¢10,1 millones anuales”, dijo Zamora.
La viceministra añadió que la nueva tasa del 30% va dirigida a las personas con una capacidad económica alta para caer en este último tramo, el cual aplica a quien sobre el exceso de ingresos anuales mayores a los ¢37.896.000.
Este nuevo tributo tiene por nombre, según la iniciativa gubernamental, Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF) y globaliza todos los ingresos que tiene una persona.
Este grava las rentas derivadas del trabajo asalariado, de jubilaciones y pensiones y del ejercicio de actividades económicas, tanto de carácter empresarial o profesional. También las rentas del capital y las ganancias del capital.
En la actual normativa, cada uno de estos ingresos tributan de manera independiente, por ejemplo, las ganancias de capital tienen una tarifa única del 15%.
Nogui Acosta, jerarca de Hacienda, recalcó que el ingreso mínimo vital es exactamente el mismo que actualmente se tiene para los asalariados.
“No nos interesa la recaudación, por eso no tenemos la disposición del anterior proyecto de ley (presentado en el Gobierno de Carlos Alvarado) en lo que se buscaba era bajar el mínimo vital. Nos interesa el ordenamiento de la gestión tributaria”, afirmó el funcionario.
Los detalles del proyecto de renta se dieron en una actividad para presentar la ruta fiscal de la actual administración, donde también participó el presidente de la República Rodrigo Chaves, y miembros de su gabinete.
El actual sistema de pago de renta para las personas físicas establece sistemas diferentes para los trabajadores asalariados y para quienes realizan actividades lucrativas. En el primero de los casos, actualmente se aplica tarifas que van del 10% hasta 25%, también por rangos, y establece la exoneración para quien gane al mes hasta ¢941.000.