El Gobierno de Costa Rica concretó este lunes la segunda emisión de bonos de deuda externa correspondiente al 2023, por un monto de $1.500 millones. En esta ocasión, los llamados “eurobonos” se asignaron a un rendimiento del 7,75%, con vencimiento al 2054, para un plazo de 31 años.
El Ministerio de Hacienda explicó, en un comunicado, que esta colocación de bonos permite al país diversificar su estructura de deuda pública, distribuyendo los vencimientos a más largo plazo.
Nogui Acosta, ministro de Hacienda, confirmó a La Nación que el Gobierno recibió ofertas por un total de $5.144 millones, lo que representa 3,4 veces el monto disponible para la venta. La demanda de los títulos fue relativamente menor en comparación con la primera emisión en marzo (4,7 veces).
Acosta explicó que el monto captado finalmente fue de $1.421 millones, esto porque se tomó la decisión de emitir una tasa cupón de 7,3% para disminuir la presión de los pagos al momento de la amortización de los títulos. La tasa cupón se refiere al interés que se pagará semestralmente a los inversionistas.
El rendimiento total del 7,75% tiene dos componentes: ese cupón semestral del 7,3% que se pagará a los inversionistas y un descuento realizado por Hacienda.
Por lo tanto, el Gobierno recibirá finalmente $1.421 millones, lo que implica que los títulos se vendieron con un descuento de alrededor del 5%, es decir, obtendrá el 95% del valor nominal de los $1.500 millones. En 2054, cuando venza el instrumento, el Gobierno sí deberá devolver a los inversionistas el valor total.
Adriana Rodríguez, gerente de Acobo Puesto de Bolsa, explicó que el Gobierno optó por recibir menos dinero en este momento para ahorrarse los pagos de intereses semestrales al pagar el 7,3% en lugar del 7,75% por 31 años.
El Ministerio de Hacienda presentó una emisión con un rendimiento inicial del 8%, que luego se redujo al 7,75% mencionado anteriormente. Freddy Quesada, gerente de INS Valores, explicó que la caída en el rendimiento durante la operación se debió a la alta participación de inversionistas.
El comunicado del Ministerio de Hacienda destaca que, en esta ocasión, el país se benefició de las condiciones favorables en el mercado internacional y de las mejoras en la calificación de riesgo soberano anunciadas por Moody’s y S&P en las últimas semanas.
Evaluación de los resultados
Distintos analistas consultados por La Nación coinciden en que una situación fiscal más favorable y las mejores expectativas de crecimiento económico en Costa Rica facilitaron la colocación de los bonos a los rendimientos con los que se asignaron.
Incluso, mencionaron que los resultados de la colocación son positivos, considerando el contexto internacional de incertidumbre ante las altas tasas de interés que mantiene Reserva Federal de los Estados Unidos (la FED).
Vidal Villalobos, asesor económico de Grupo Prival, considera que es positiva la diferencia que se pagó, de aproximadamente 300 puntos base (tres puntos porcentuales) respecto a los bonos del Tesoro de Estados Unidos para un plazo comparable (30 años), debido a las condiciones de los mercados internacionales y el plazo de la emisión.
Villalobos añadio que la emisión se colocó en el mejor momento, considerando los recientes anuncios de las calificadoras de riesgo, algo en lo que coincidió Luis Alvarado, analista económico de Acobo Puesto de Bolsa, para quien el cumplimiento de metas con el FMI y la elevada inversión extranjera directa también beneficiaron a la emisión.
Sin embargo, Freddy Quesada discrepó e indicó que la mejora en las calificaciones de riesgo no se vieron reflejadas en esta colocación, debido a que la colocación se hizo con una diferencia sobre las tasas de los bonos del Tesoro similar a la que ya se pedía.
Este analista resaltó que la menor proporción de ofertas en esta emisión (3,4 veces el monto ofertado), respecto a la obtenida en marzo (4,8 veces) se debe a que el plazo de la colocación, de 31 años, es mucho más amplio.
Pablo González, analista económico de Mercado de Valores Puesto de Bolsa, coincidió en que las variaciones en la calificación del riesgo soberano no tuvieron mayor impacto sobre las negociaciones que ya se hacían de los títulos costarricenses transados en el mercado internacional.
De hecho, los analistas de INS Valores y Grupo Prival coincidieron en que en condiciones internacionales más estables tanto en las tasas de interés como en los bonos de referencia, el Gobierno Central habría podido obtener un resultado aún más positivo.
Villalobos indicó a este medio que varios inversionistas costarricenses no lograron hacerse con una parte de la emisión de los eurobonos. La Nación consultó a las operadoras de pensiones BN Vital y Popular Pensiones. Únicamente respondió esta última, para indicar que no participó en esta puja.
El Ministerio Hacienda informó de que la negociación de los bonos estuvo liderada por Priscilla Zamora Rojas, ministra a. i. de Hacienda; el viceministro de Egresos, Luis Antonio Molina Chacón; el director de Crédito Público, Ariel Barrantes Soto y José Antonio Vásquez Rivera, tesorero Nacional.
De acuerdo con el comunicado, los funcionarios de Hacienda estuvieron en coordinación con Nogui Acosta, quien se encuentra fuera del país, y fueron apoyados por las firmas J.P. Morgan Securities LLP y Bank of America, que asesoran al Gobierno en el proceso.