El Gobierno de la República registró un superávit primario del 1,4% del producto interno bruto (PIB) al primer semestre del 2023. Este es el mejor balance primario en 15 años para ese periodo, que en esta ocasión alcanzó los ¢646.242 millones.
Los datos los suministró el Ministerio de Hacienda, este 28 de julio, en su informe sobre las cifras fiscales del primer semestre. En el comunicado, la cartera atribuyó el resultado a un estricto control del gasto por medio de la regla fiscal y la mejora en la recaudación de ingresos al cierre de junio.
A pesar de este resultado fiscal, el pago de intereses de la deuda se mantuvo en 2,3% del PIB, igual al que se presentó en la primera mitad del 2022, pero en montos absolutos alcanzó su valor más alto en 18 años, de ¢1.055.886 millones.
En el comunicado, el Ministerio de Hacienda afirmó que el pago de los intereses de la deuda es “el principal talón de Aquiles de las finanzas públicas”.
El Gobierno informó de que ante estos resultados fiscales, creará una reserva de liquidez para enfrentar los vencimientos de deuda que debe enfrentar en la segunda mitad del 2023 y a inicios del 2024.
Mauricio Castro, economista de la Bolsa Nacional de Valores, indicó en un comentario enviado a la prensa, que uno de los mayores retos que tiene Hacienda es el gasto por intereses, y amplió que la constitución de la reserva de liquidez hará que el Gobierno tenga dificultades para reducir ese gasto en el corto plazo, debido a que se realiza en un momento donde los intereses en el mercado se encuentran altos.
Del total de intereses pagados al primer semestre, el 81,9% correspondió a deuda interna y el 18,1% a deuda externa. Además, el pago a junio representó el 44% del presupuesto destinado a pago de la deuda durante el 2023.
La deuda del Gobierno Central a junio ascendió a ¢28.633.197 millones o $52.264 millones; mientras que la razón de endeudamiento alcanzó el 61,1% de la producción proyectada para el 2023.
Con los resultados del superávit primario, el cual excluye el gasto en intereses, el país cumplió con la meta pactada con el Fondo Monetario Internacional (FMI) a junio. El acuerdo consistía en cerrar con un superávit primario de ¢305.000 millones, y el valor alcanzado fue de ¢341.242 millones.
De igual forma, el Gobierno logró, por tercer año consecutivo, un superávit primario a junio, algo que no se conseguía desde el periodo entre 2006 y 2008.
El jerarca de Hacienda, Nogui Acosta, indicó que como resultado del balance primario, el país tiene una mejor percepción de riesgo por parte de los inversores internacionales, lo que impactará positivamente en las tasas de interés que pague en un futuro el país en sus vencimientos de deuda.
“Esto tiene trascendencia, porque entre menos riesgosos seamos, menores serán las tasas de interés que nos exigirán por los recursos que nos prestan, lo cual es clave para mejorar el perfil de nuestra deuda, y más será la confianza de inversionistas internacionales para venir al país”, opinó Acosta.
En términos generales, el déficit fiscal registró una leve mejora, al posicionarse en 0,9% del PIB. Para el mismo periodo del año anterior el valor fue del 1% del PIB. En términos nominales, la caída del déficit entre junio del 2022 y el mismo periodo del año siguiente fue de ¢26.220 millones.
IVA y renta impulsan ingresos
Los ingresos totales del Gobierno Central alcanzaron el 7,9% de la producción a junio, es decir, ¢3.677.239 millones. Esto es levemente menor, en términos de proporción del PIB, que el mismo periodo del año pasado, cuando se ubicó en 8% de la producción, pero mayor por ¢139.883 millones en términos nominales.
A pesar de la leve caída porcentual, los ingresos estrictamente tributarios crecieron en 0,1% del PIB entre ambos periodos (¢226.788 millones), para el año 2023. La mayoría de esos ingresos (75%) provienen únicamente de la recaudación del impuesto a los ingresos y utilidades (renta) y del impuesto al valor agregado (IVA).
Mauricio Castro explicó que las tasas de crecimiento de los ingresos tributarios se están empezando a normalizar, debido a que la reforma fiscal del 2018 está implementada casi en su totalidad.