El margen de acción que tuvieron las autoridades económicas en el 2016 para mantener la economía en pie se comienza a estrechar para el 2017.
Luego de un 2016 positivo, caracterizado por baja inflación, reducidas tasas de interés, un tipo de cambio relativamente estable, un menor déficit fiscal respecto al 2015, una reducción en la pobreza, más ingreso de turistas y un crecimiento en la producción, el nuevo año se vislumbra más difícil para la política económica.
Buena parte de las herramientas que usaron el Ministerio de Hacienda y el Banco Central en el 2016, se comiezan a agotar en el 2017 y la bondadosa situación externa que primó este año también se empieza a transformar.
Además de bajar el gasto y aumentar la recaudación de impuestos, el Ministerio de Hacienda se la ingenió este año para pedir préstamos sin presionar las tasas de interés.
Herramientas del 2016. Para ello, utilizó herramientas como la venta directa de títulos a instituciones públicas, la venta interna de bonos en dólares y los canjes de deuda.
El Gobierno estrenó este año un nuevo mecanismo llamado Tesoro Directo, mediante el cual le vendió gran cantidad de títulos a las instituciones públicas.
Solo en el primer trimestre de este año, Hacienda colocó, en forma directa, ¢920.000 millones a estas entidades, es decir, cerca de $1.700 millones. Se solicitaron las cifras actualizadas, pero la Tesorería señaló que las daría luego de terminar el año.
Hacienda también colocó este año en el país cerca de $1.000 millones en títulos en el mercado interno, casi el doble del año anterior.
A su vez, los canjes de deuda (el cambio de títulos a los inversionistas por otros de más largo plazo) se duplicaron este año.
Espacio se reduce. Algunos analistas consultados consideran que el espacio para seguir usando estas herramientas se achica.
“La pregunta es ¿cuánto más puede el Ministerio de Hacienda presionar a las instituciones públicas para que le compren en Tesoro Directo a ciertas tasas de interés, cuando uno esperaría que las tasas de interés empiecen a mostrar una tendencia al alza por lo que está haciendo la Reserva Federal y por lo que está pasando en los mercados internacionales?”, cuestionó el exministro de Hacienda, Francisco de Paula Gutiérrez.
“Los canjes han sido usados muy agresivamente y, por lo tanto, si bien todavía se pueden hacer, sería en un monto significativamente menor”, comentó el gerente de la Bolsa Nacional de Valores, José Rafael Brenes.
La exviceministra de Hacienda, Edna Camacho, considera que el Gobierno podría seguir usando estos mecanismos el próximo año, pero difícilmente a las tasas de interés que logró hacerlo este año.
“Cada vez será más difícil que, aun bajo estos mecanismos, los inversionistas públicos y privados acepten las mismas tasas de interés debido a la probabilidad de que empiecen a subir las tasas internacionales y al aumento de la tasa de inflación”, comentó la exfuncionaria.
El Banco Central, por su parte, utilizó este año las reservas monetarias para impedir que el precio de la divisa subiera más en la segunda parte del año, luego de evitar que bajara anteriormente.
Las reservas del Banco Central han bajado en el año cerca de $273 millones; no obstante, según una estimación de Gutiérrez, si solo se consideran las reservas propias de la entidad (excluidos los depósitos del Banco y del Gobierno) la reducción es cercana a los $700 millones, según datos que mostró el miércoles pasado en una charla impartida en el Banco Nacional.
Gutiérrez explicó que, para él, las presiones al alza sobre el tipo de cambio continuarán el próximo año debido al alto déficit fiscal, el mayor precio del petróleo y los aumentos esperados en las tasas de interés internacionales.
El coordinador del Consejo Económico y ministro de Hacienda, Helio Fallas, reconoce que será difícil usar los instrumentos como se utilizaron este año y considera que, por eso, es importante avanzar en la reforma fiscal.
“Si ahora la cuestión macro es menos favorable, entonces lo que eso quiere decirnos es que debemos apurarnos para hacer los cambios que se tienen que hacer y no esperar a que esta situación macro nos afecte más de lo que podría estar afectándonos ahora”, dijo Fallas.
Fallas explicó que algunas herramientas no se pueden usar permanentemente y, por eso, insiste en la necesidad de reforma fiscal.
En su reciente visita al país, el Fondo Monetario Internacional (FMI) advirtió que la ventana de oportunidad política para aprobar estas reformas se está cerrando rápidamente debido a la cercanía del periodo electoral.