Los gobiernos de Costa Rica y El Salvador intentan agilizar el proyecto de un servicio de ferri para unir vía marítima los puertos de Caldera y La Unión, respectivamente, con lo cual se facilitaría el transporte regional de mercancías.
En ese intento, ambos gobiernos firmaron un memorando de entendimiento, de acuerdo con un comunicado que circuló al finalizar la tarde de este martes 1.° de setiembre.
Este proyecto, que fue lanzado desde hace varios años, adquiere fuerza en medio de los problemas con el tránsito regional terrestre de productos.
Por ejemplo, con la crisis interna de Nicaragua, entre 2018 y 2019, retomó fuerza, pues las exportaciones de Costa Rica al norte fueron duramente afectadas ante los bloqueos internos en aquel país.
Igual sucedió este 2020 cuando las medidas sanitarias para contener la pandemia de la covid-19 enfrentaron a los gobiernos de la región. Nicaragua decidió cerrar el paso por Peñas Blancas y Tablillas, el 18 de mayo pasado, una medida que se mantuvo hasta finales de ese mes.
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En tanto, este martes, el gobierno costarricense anunció que el memorando fue firmado por los cancilleres de El Salvador, Alexandra Hill, y de Costa Rica, Rodolfo Solano, así como por los ministros de transportes, Romeo Rodríguez y Rodolfo Méndez Mata, respectivamente.
La negociación que llevó a esta firma se realiza desde hace varios días, recordó Méndez, de manera virtual y aprovechando espacio en medio de la pandemia.
“Es un proyecto estratégico de carácter bilateral y regional, que contribuirá enormemente con el comercio y el intercambio de mercancías en nuestra región, mejorando la competitividad y el desarrollo de nuestros pueblos”, declaró, por su parte, el canciller costarricense, según el comunicado.
Esta firma se produce en un contexto en el cual, el 4 de mayo pasado, el presidente ejecutivo del Instituto Costarricense de Puertos del Pacífico (Incop), Juan Ramón Rivera, advirtió de que el puerto de Caldera no tiene capacidad para atender este nuevo servicio.
Rivera recordó que esa terminal marítima está saturada y actualmente no cuenta con patios para estacionar y manejar los contenedores mediante los cuales se exportará e importará la carga hacia y desde El Salvador.
El sector exportador, en tanto, considera urgente este servicio desde hace varios años. Para los empresarios, la alternativa marítima ha sido fundamental cuando los conflictos suspendieron o afectaron el transporte terrestre, entre ellos el ultimo que derivó en los cierres de Peñas Blancas y Las Crucitas, por parte del gobierno de Nicaragua.
América Central es el segundo mercado en importancia para las exportaciones costarricenses y en especial para empresas medianas de los sectores de alimentos y la industria.
En los primeros siete meses de este año, Costa Rica colocó productos en la región por un valor de $1.297 millones, una cifra que representa una caída del 7% respecto a los $1.397 millones de igual periodo, en el 2019, según el portal estadístico de la Promotora del Comercio Exterior (Procomer).
El cierre de tres semanas de los envíos al norte en mayo y tres bloques en Paso Canoas, frontera sur, desde mayo al fin de semana pasado, golpearon esas cifras.